Strobl y Ammann sorprenden en el descenso y los saltos

Ni el austriaco Stefan Eberharter, en el descenso, ni el alem¨¢n Sven Hannawald o el polaco Adam Malysz, en los saltos desde el trampol¨ªn peque?o (90 metros). Los favoritos no ganaron dos de las grandes citas porque les sorprendieron otro austriaco, Fritz Strobl, y el suizo Simon Ammann, que gan¨® la primera medalla de oro en saltos de la historia del pa¨ªs del esqu¨ª alpino y los bobs y la segunda en total tras la de plata de Walter Steiner en el trampol¨ªn grande (120 metros) de Sapporo 72.

En la prueba reina de la velocidad, Eberharter, el gran dominador de la Copa del Mundo, al que s¨®lo le faltaba el oro ol¨ªmpico para confirmar su resurreci¨®n tras pasar largos a?os a la sombra de Hermann Maier, volvi¨® a sus or¨ªgenes de actor secundario. Cometi¨® un error a la mitad de la carrera y su compatriota Strobl, un polic¨ªa tambi¨¦n potente, de 1,85 metros y 92 kilos, le super¨® en la bajada que hizo inmediatamente despu¨¦s. Incluso el veterano y laureado noruego Lasse Kjus le quit¨® despu¨¦s la plata por seis cent¨¦simas de segundo. Y tuvo suerte de no perder el bronce ante otra vieja gloria noruega, Kjetil Andre Aamodt, que acumula m¨¢s medallas en las grandes competiciones y que esta vez se qued¨® al borde del podio.

Strobl, de 29 a?os, asegur¨® la superioridad austriaca, pues con Christian Greber, sexto, se metieron tres hombres entre los seis primeros y dos en el podio. El ganador sali¨® as¨ª tambi¨¦n de la sombra de Eberharter, pues en este curso s¨®lo hab¨ªa ganado el segundo descenso de Bormio (Italia) y logrado dos segundos puestos, el ¨²ltimo en Saint Moritz el d¨ªa que Eberharter gan¨® la Copa de la especialidad.

Ammann, un p¨¢jaro casi desconocido, con s¨®lo un 26? puesto en los Mundiales de 1999, aprovech¨® mejor el impulso de salida, b¨¢sico en la altitud de Salt Lake City, para volar m¨¢s con sus 1,72 metros y 55 kilos. Hannawald, tras su segundo salto, de 99 metros, el m¨¢s largo, super¨® a Malysz, que fall¨® en los aterrizajes, e hizo su gesto cl¨¢sico de ganador. Pero Ammann, sorprendente ya en su primer vuelo y en su perfecta recepci¨®n, que le coloc¨® l¨ªder con 98 metros, se fue luego hasta 98,5 y cay¨® bien.