Doce a?os de negociaci¨®n entre la Generalitat y el Ayuntamiento

El Ayuntamiento de Barcelona, que seg¨²n el censo del a?o 2000 tiene 1.503.451 habitantes en los 98 kil¨®metros cuadrados de su t¨¦rmino municipal estricto, padece desde hace a?os una grave disminuci¨®n de su capacidad de gobernar sobre lo que en la pr¨¢ctica constituye la ciudad real, el conjunto de su ¨¢rea metropolitana.

Esta disminuci¨®n procede, en gran medida, de la supresi¨®n en 1987 de la Corporaci¨®n Municipal Metropolitana (CMB), un organismo que estaba formado por los 27 municipios del entorno barcelon¨¦s, incluida la capital catalana. La supresi¨®n fue una decisi¨®n de Gobierno de CiU, cuyo presidente, Jordi Pujol, cre¨ªa que la CMB, integrada por municipios con abrumadoras mayor¨ªas de izquierda y dirigida en la pr¨¢ctica por el alcalde de Barcelona, actuaba como el Gobierno de la parte m¨¢s poblada y productiva de Catalu?a. Pujol cre¨ªa que esta situaci¨®n acabar¨ªa convirtiendo a Catalu?a en una diarqu¨ªa. Es decir, un pa¨ªs con dos gobiernos, el de la capital metropolitana, en manos de la izquierda, y el del resto, el suyo.

Ante el temor de que esta situaci¨®n socavara su poder, suprimi¨® la CMB, y el urbanismo de Barcelona y su ¨¢rea pasaron a depender del Gobierno catal¨¢n. El resultado fue que Barcelona y su ¨¢rea, que albergan a 2.833.224 habitantes en 476 kil¨®metros cuadrados, tienen desde entonces serias dificultades para competir con las grandes ciudades, en Espa?a y en Europa.

A esta situaci¨®n pretende hacer frente la Carta de Barcelona. La aprobaci¨®n por unanimidad en 1998 de la parte relativa a las competencias auton¨®micas ha exigido 12 a?os de agotadoras negociaciones con CiU, que provocaron sustanciales recortes al proyecto inicial.