Un milagro de bajo consumo

En junio tendr¨¢ la pinta de una diminuta nave estelar a ruedas y, seg¨²n los bocetos, ser¨¢ roja reluciente. Hoy son dos cuadros de aluminio de sendas bicicletas que han sido retorcidos para que la estructura del veh¨ªculo exprima las leyes de la aerodin¨¢mica. Porque aunque no lo parezca, el iti es un coche con el que una quincena de estudiantes de la Escuela Universitaria Polit¨¦cnica de Sevilla, que cursan Ingenier¨ªa T¨¦cnica Industrial, quiere presentarse por primera vez al ecomarat¨®n internacional que organiza en Francia desde hace 18 a?os la petrolera Shell para premiar los prototipos que consigan recorrer m¨¢s distancia con el m¨ªnimo de combustible.

Mas all¨¢ del desaf¨ªo t¨¦cnico, los estudiantes de Ingenieria T¨¦cnica Industrial, con cuyas siglas han bautizado a la criatura, han tenido que entablar una dura batalla para conseguir reservar al proyecto una buena parte del taller de motores. 'En esta Escuela el espacio para pr¨¢cticas est¨¢ car¨ªsimo', explica Javier Ciur¨®, uno de los alumnos empe?ados en hacer funcionar el iti. 'Por ahora ya hemos pasado el primer corte', comenta este estudiante de 26 a?os que, como la mayor¨ªa del equipo, est¨¢ a falta de unas pocas asignaturas para finalizar la diplomatura. La organizaci¨®n ha seleccionado a 160 prototipos, la inmensa mayor¨ªa franceses, que pondr¨¢n a prueba sus veh¨ªculos dentro de cuatro meses, en un circuito al suroeste de Francia.

La idea de presentarse al ecomarat¨®n surgi¨® hace un a?o, cuando otro alumno, Manuel Pacheco, supo de la competici¨®n por Internet. Pacheco no sigui¨® adelante pero la iniciativa prendi¨® entre un grupo de estudiantes que se puso manos a la obra. 'Aqu¨ª lo han hecho todo ellos desde el principio, ven¨ªan hasta en agosto', comenta Manolo Mu?oz, profesor del departamento de Ingenier¨ªa Mec¨¢nica. Algunos, como Pedro Cabral, 29 a?os, basar¨¢n su proyecto de fin de diplomatura en esta experiencia, otros, como Jos¨¦ Manuel P¨¦rez, creen que puede ser una buena manera de que las empresas conozcan su trabajo.

Adem¨¢s del chasis, los creadores del iti ya han probado el motor, un Honda Gx-22 muy transformado, y tienen dise?ado un sistema de transmisi¨®n que minimizar¨¢ la p¨¦rdida de velocidad por rozamiento. Tambi¨¦n utilizar¨¢n un peque?o ordenador para controlar el motor, que se encender¨¢ y apagar¨¢ para aprovechar la inercia y mantener una velocidad de crucero que minimice el gasto de combustible.

'Para la carrocer¨ªa hay una opci¨®n en fibra de vidrio y otra en fibra de carbono', explica Cabral. La duda es s¨®lo econ¨®mica: la primera opci¨®n pesa 5 kilos y vale 360 euros, la segunda pesa menos de la mitad pero cuesta casi diez veces m¨¢s. 'Hasta ahora, nos hemos gastado menos de 6.000 euros, el presupuesto es de 24.000 y ya casi no tenemos m¨¢s', indica Ciur¨®, quien clama porque la aportaci¨®n de alg¨²n patrocinador permita al iti tomar la salida.