Las ense?anzas de Cervera
El anuncio de la pretensi¨®n de la empresa Lear de cerrar su planta de producci¨®n de Cervera y despedir a 1.200 personas ha causado revuelo, inquietud, frustraci¨®n, miedo y sobre todo indignaci¨®n. Sentimientos l¨®gicos, que CC OO y UGT tenemos que convertir en acci¨®n sindical para exigir a Lear que abandone el estilo caciquil y se siente a negociar un plan de futuro sobre sus instalaciones en nuestro pa¨ªs. Dejando claro que la decisi¨®n de la empresa no puede ser asumida como palabra de Dios, tal como han hecho los representantes del Gobierno catal¨¢n y no pocos medios de comunicaci¨®n. Aqu¨ª el despido colectivo requiere la autorizaci¨®n previa de la autoridad laboral, en este caso del Departamento de Trabajo de la Generalitat. Y eso es as¨ª porque la lucha sindical hizo fracasar los reiterados intentos de los gobiernos de las d¨¦cadas de 1980 y 1990 para dar libertad total de despido a las empresas. Nuestra legislaci¨®n es avalada por la normativa de la Uni¨®n Europea, que, tras el cierre unilateral del centro de Renault en Vilvoorde (B¨¦lgica), est¨¢ en un proceso de revisi¨®n para dar m¨¢s garant¨ªas a los trabajadores ante los despidos colectivos.
Adem¨¢s de un conflicto social, el caso Lear contiene muchas ense?anzas que ser¨ªa bueno aprender para el futuro. Por ejemplo, deber¨ªamos plantearnos por qu¨¦ hasta hace unos meses los poderes pol¨ªticos y econ¨®micos han repetido reiteradamente que Lleida era la provincia con menos paro registrado. Ha sido imposible hacerles entender que los datos del Inem son irrelevantes a estos efectos, porque esconden una realidad m¨¢s compleja. Lleida, como diversas comarcas catalanas, tiene pocos parados pero menos poblaci¨®n ocupada. Adem¨¢s, desde CC OO hemos advertido insistentemente que una parte de la actividad econ¨®mica instalada en estas comarcas lo era buscando ocupaci¨®n de poca calidad, bajos salarios y, en consecuencia, de futuro incierto. Y que sobraban celebraciones y faltaban pol¨ªticas industriales de futuro. ?ste es el caso concreto de Lear, instalada hace 16 a?os en Cervera en busca de salarios baratos, y as¨ª est¨¢n las cosas. Alguien puede argumentar que durante tres lustros ha ofrecido empleo a muchas personas, y es cierto. Pero precisamente ha sido esta mentalidad la que ha impedido ver que mantener empresas que basan su competitividad en bajos salarios, sin trabajar para construir alternativas, es pan para hoy y hambre para ma?ana.
Pero el problema no son s¨®lo los salarios bajos, sino lo que ello arrastra. En estas condiciones el personal no se forma ni se recicla suficientemente, porque las expectativas no lo justifican, ni para la persona, ni para la empresa, que trabaja con productos de poco valor a?adido. Y por eso ahora va a ser un poco m¨¢s dif¨ªcil atraer inversiones de calidad y estables. Aunque suene fuerte, ¨¦sta ha sido una estrategia deliberada y con todo el apoyo pol¨ªtico. Ejemplos los tenemos en la empresa modelo del r¨¦gimen, Max Pl¨¢stic, de Ribes de Freser, llamada as¨ª por las distinciones que se le han hecho desde el Gobierno catal¨¢n, que ha podido derivar una buena parte de su producci¨®n a Hungr¨ªa sin proponer alternativas, no sin antes haber despedido a parte de la plantilla y represaliado a los representantes de CC OO en el comit¨¦ por reclamar sus derechos. Y no olvidemos que los periodos de tiempo que las empresas utilizan para reubicarse territorialmente buscando costos laborales m¨¢s bajos se acortan. As¨ª, hace unos meses, Hewlett Packard quer¨ªa trasladar algunas producciones de Sant Cugat a la provincia de Tarragona, buscando un convenio m¨¢s bajo, y en pocos meses ya est¨¢ tambi¨¦n en Hungr¨ªa.
Las leyes del mercado globalizado son duras, sobre todo si la pol¨ªtica le cede todo el protagonismo y las riendas exclusivas de los procesos. Esto ha pasado en Cervera y en Catalu?a. No s¨®lo porque la direcci¨®n de la factor¨ªa se ha dejado acorralar dentro del grupo, sino porque la Generalitat ha dejado hacer. Y no es cierto que no pueda hacerse nada. Aunque si el Gobierno catal¨¢n no cambia su pol¨ªtica industrial y sobre todo su actitud de dejar hacer, el caso de Lear puede generalizarse a algunos sectores o subsectores productivos. Hoy deber¨ªamos estar trabajando en construir estrategias concertadas para algunos sectores como el c¨¢rnico, o el de electr¨®nica de consumo o el tur¨ªstico, por citar s¨®lo algunos. Y sobre todo analizando y tomando medidas de car¨¢cter territorial. Pero la cosa est¨¢ muy verde. Hace unos d¨ªas los representantes de Pimec-Sefes se quejaban ante cuatro miembros del Gobierno de la inexistencia de un Observatorio de la Ocupaci¨®n, que hace ya tres a?os ten¨ªa que estar funcionando, y que de estar en marcha podr¨ªa ser un instrumento de apoyo para prever actuaciones en el terreno del empleo y la formaci¨®n.
A estas alturas alguien puede preguntarme si en este contexto no hay responsabilidades sindicales. Y tengo que asumir que s¨ª. No hemos sido capaces de trasladar estas reflexiones a la acci¨®n, a pesar de haberlo intentado. Sin ir m¨¢s lejos, hace un a?o y medio dedicamos nuestro congreso territorial en Lleida a estos temas. No es casualidad que el ¨²ltimo Primero de Mayo lo celebr¨¢ramos en Cervera. Pero a pesar de estos esfuerzos no hemos conseguido la complicidad de la patronal de Lleida, ni del Gobierno catal¨¢n. As¨ª no han entendido a¨²n que nuestra reivindicaci¨®n de un convenio catal¨¢n del metal que agrupe tambi¨¦n al sector de Lleida pretende consolidar un espacio contractual propio, pero sobre todo es una propuesta para evitar que Lleida se especialice como un nicho de salarios baratos y empleos precarios. Dicen que las crisis generan oportunidades. Ahora tenemos la oportunidad de exigir a Lear una negociaci¨®n leal y de futuro, de abrir para estas comarcas un espacio de concertaci¨®n que permita dibujar un futuro diferente y adem¨¢s servir de ense?anza para toda Catalu?a. Que nadie olvide que el caso Lear es s¨®lo un adelanto de un proceso m¨¢s profundo y que se acelerar¨¢ en la medida que se acerque la entrada de 10 nuevos pa¨ªses del Este en la UE o la entrada en vigor del espacio arancelario euromediterr¨¢neo previsto para 2010. Cu¨¢n lejos pero que cerca lo tenemos.
Joan Coscubiela es secretario de la Comissi¨® Obrera Nacional de Catalunya (CONC).
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