La Fundaci¨®n T¨¤pies exhibe la obra del resistente Asger Jorn

Un artista apasionado y consecuente que, pese a mantenerse en un segundo plano, ha marcado la evoluci¨®n de algunos de los momentos m¨¢s interesantes del arte europeo en la segunda mitad de este siglo. Asger Jorn (Dinamarca, 1914-1973), del que la Fundaci¨®n T¨¤pies de Barcelona presenta una retrospectiva desde hoy y hasta el 21 de abril, estuvo en el origen del m¨ªtico grupo Cobra, que entre 1948 y 1951 fue posiblemente el movimiento m¨¢s salvaje y transgresor de los surgidos en la posguerra. Pero si Cobra fue un movimiento b¨¢sicamente pict¨®rico que recuperaba y mezclaba el surrealismo de Mir¨® y Ernst con el color expresionista de Munch o Ensor, la figura de Jorn vuelve a aparecer en otro movimiento cada vez m¨¢s clave para entender el mundo actual: el situacionismo. Junto a Guy Debord estuvo en la fundaci¨®n de la Internacional Situacionista en julio de 1957 y pese a que, como otros muchos artistas, abandon¨® el movimiento en 1961 por desacuerdos con la politizaci¨®n y radicalismo de Debord, sigui¨® colaborando con la revista y el movimiento con posterioridad.

Para Asger Jorn, convencido comunista, el arte era 'una actividad humana b¨¢sica', como explica N¨²ria Enguita, comisaria de la exposici¨®n. Desde este convencimiento, siempre defendi¨® la creaci¨®n pl¨¢stica en sus m¨²ltiples variantes -pintura, cer¨¢mica, escultura, grabado, collage...-, tanto frente a los que postulaban un retorno al realismo y el orden como frente a las posiciones m¨¢s antiart¨ªsticas y conceptuales del momento.

A?os de madurez

'La exposici¨®n se centra en sus a?os de madurez, desde principios de los a?os cincuenta hasta su muerte en 1973, aunque hay algunas obras de los a?os cuarenta', explica Enguita. Organizada de forma cronol¨®gica, la exposici¨®n recorre sus diferentes facetas creativas y muestra la fuerza y violencia de unas obras, que, como explica Enguita, resultan en ocasiones inc¨®modas para un espectador que se siente casi expulsado del cuadro. En total se exhiben 60 pinturas, 40 dibujos, 70 grabados, nueve libros de bibli¨®filo y nueve esculturas del artista.

'En Jorn todo empieza con un cierto caos, pero siempre se acaba descubriendo un cierto orden', afirm¨® ayer Troels Andersen, director del Silkeborg Kunstmuseum e investigador de la obra de Jorn. Seg¨²n lo describi¨® Andersen, se trataba de un hombre que siempre miraba al futuro, amante de colaborar con otros artistas, ecl¨¦ctico en sus gustos e influencias y un humanista interesado por cosas tan diversas como el arte prehist¨®rico n¨®rdico, la arquitectura -fue un gran polemista con el funcionalismo del movimiento moderno, que conoc¨ªa de primera mano por haber colaborado en su juventud con Le Corbusier- y la pol¨ªtica.

'La esencia de Asger Jorn es un pensamiento anal¨ªtico dentro de lo il¨®gico', concluy¨® Andersen.