La RAE abre su Escuela de Lexicograf¨ªa, cantera para ling¨¹istas hispanoamericanos
L¨¢zaro Carreter propone que el diccionario recoja los extranjerismos en un ap¨¦ndice
Veinte fil¨®logos y ling¨¹istas de todos los pa¨ªses latinoamericanos est¨¢n en Madrid desde enero. Durante diez o doce horas al d¨ªa aprenden en la RAE y la Casa de Am¨¦rica los secretos de la lexicograf¨ªa, vocaci¨®n 'tan rara como apasionante', la defini¨® ayer Fernando L¨¢zaro Carreter en su lecci¨®n magistral. Se presenta as¨ª la Escuela de Lexicograf¨ªa Hisp¨¢nica, iniciativa de la Academia patrocinada por el Grupo Planeta a trav¨¦s de la Fundaci¨®n Carolina. L¨¢zaro, que dict¨® c¨¢tedra sobre el neologismo, sugiri¨® que el Diccionario de la RAE incluya un ap¨¦ndice de extranjerismos.
La clase magistral de L¨¢zaro Carreter, en su l¨ªnea cl¨¢sica de erudici¨®n, iron¨ªa y amenidad, fue seguida entre risas y silencios por los 20 licenciados y algunos acad¨¦micos y profesores del 'cursillo' (L¨¢zaro dixit), entre los cuales figuran Gregorio Salvador (director de la escuela), Francisco Rodr¨ªguez Adrados, Guillermo Rojo, Manuel Seco, Humberto L¨®pez Morales (alma del proyecto) o Ignacio Bosque, encargados de impartir materias tan misteriosas como La estructura de los diccionarios o Recursos electr¨®nicos en lexicograf¨ªa.
Tras la charla, los estudiantes de la primera promoci¨®n parec¨ªan encantados. Alguno, como la escritora venezolana Patricia Venti, matizaba que el ritmo de estudio es duro, 'dif¨ªcil de asimilar en tan poco tiempo' (las clases, te¨®ricas y pr¨¢cticas, duran hasta mayo). Y explicaba: 'El curso es m¨¢s que intensivo'.
'Es que queremos formarlos muy bien', se disculpaba casi V¨ªctor Garc¨ªa de la Concha, 'porque ellos deben ser la base del trabajo com¨²n con las academias americanas'.
El director de la RAE hab¨ªa explicado antes que la idea naci¨® de una vieja ilusi¨®n de D¨¢maso Alonso que se ha hecho real casi cincuenta a?os despu¨¦s, con la creciente colaboraci¨®n de las 21 academias asociadas, que primero preseleccionan a los candidatos y luego podr¨¢n darles empleo.
Aquel objetivo que enunci¨® D¨¢maso Alonso era el de nutrirse de 'una red eficaz de j¨®venes relacionados y conectados ¨¢gilmente entre s¨ª para servir a la unidad del idioma', lo que traducido a los t¨¦rminos de hoy significa poder reforzar el car¨¢cter panhisp¨¢nico de las obras que editan las academias.
Pero para eso hace falta dinero y apoyo institucional. Eso lo aporta el convenio marco firmado por la RAE con la Fundaci¨®n Carolina, que con sus 18 millones de euros anuales de presupuesto canaliza las becas de los estudiantes (en este caso, 1.200 euros al mes, que aporta el Grupo Planeta).
Miguel ?ngel Cort¨¦s, creador de la fundaci¨®n y secretario de Estado para la Cooperaci¨®n y para Iberoam¨¦rica, se congratul¨® de que el curso sirva para que 'los estudiantes de Latinoam¨¦rica cuenten con Espa?a'.
La estrella indiscutible fue L¨¢zaro Carreter, que repas¨® la relaci¨®n del espa?ol con los neologismos, xenismos o extranjerismos desde el siglo XVI hasta ahora mismo. El maestro admiti¨® que la Academia ha sido siempre t¨ªmida y lenta en aceptar vocablos nuevos o for¨¢neos, aunque hoy tambi¨¦n se le acuse de demasiado r¨¢pida y blanda. Y dio una soluci¨®n: afrontar el problema con toda decisi¨®n y discreci¨®n, 'ya que el idioma es un condominio de muchos millones de personas'.
Para ello, dijo, 'sobra la timidez'; es preciso hacer 'una lista de extranjerismos que s¨®lo tenga su l¨ªmite en las nomenclaturas t¨¦cnicas de empleo restringido', y es menester ayudar a su uso con el Diccionario de dudas. Pero la lista, eso s¨ª, debe sacarse 'del cuerpo central del diccionario'. Para que nadie viva como un drama su incorporaci¨®n.
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