Maneras de conducir

Los datos de eficiencia energ¨¦tica no s¨®lo dependen de los avances tecnol¨®gicos de cada veh¨ªculo, sino que tambi¨¦n influyen variables como la cilindrada, la potencia, el peso, el volumen habitable o el tama?o del maletero. Y sobre todo, los especialistas se?alan el comportamiento al volante como un factor decisivo, hasta el punto de que la directiva comunitaria obliga a destacar este aspecto en las etiquetas que deber¨¢n portar los coches.

El uso de la baca, vac¨ªa o no, aumenta el consumo de carburante entre un 2% y un 35%. Activar el aire acondicionado dispara el gasto hasta en un 20%, y usar un aceite lubricante inadecuado obliga al motor a un sobreesfuerzo que se paga con un incremento de hasta un 3%.

Todos los veh¨ªculos consumen menos en las marchas largas y a bajas revoluciones. Por ejemplo, un coche de peque?a cilindrada (1,2 litros) circulando a 60 km/h en la tercera marcha consume unos 7,1 litros de gasolina, pasando a consumir 6,3 litros (un 11 % menos) si circula a la misma velocidad en la cuarta marcha y disminuyendo hasta los 6 litros (un 15% menos) si la elegida es la quinta marcha.

La velocidad es, quiz¨¢, el factor m¨¢s decisivo. El consumo de carburante aumenta en funci¨®n de la velocidad elevada al cuadrado. Un aumento de velocidad del 20% (pasar, por ejemplo, de 100 a 120 km/h) se traduce en un aumento del 44% en el consumo (de 8 litros/100 kil¨®metros a 11,5 litros).

Tambi¨¦n los procesos de aceleraci¨®n y deceleraci¨®n determinan el ahorro. El motor act¨²a como freno en cuanto no se pisa el acelerador, y no se gasta nada de combustible siempre que el r¨¦gimen supere las 1.500 revoluciones en cualquier marcha. Un coche que en carretera fija su consumo medio en 7 litros de gasolina cada 100 kil¨®metros puede llegar a derrochar m¨¢s de 20 litros si se usa en peque?os recorridos urbanos.