Garz¨®n no impone medidas cautelares a Dorado y Bayo pese a procesarlos por tres asesinatos de los GAL
Los dos guardias cumplen ahora prisi¨®n tras ser condenados a 71 a?os por el 'caso Lasa-Zabala'
El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garz¨®n dej¨® ayer en libertad, sin imponer medidas cautelares, a los guardias civiles Enrique Dorado y Felipe Bayo, a los que ha procesado como autores de tres asesinatos consumados y uno frustrado que fueron reivindicados por los GAL. Los dos agentes, sin embargo, seguir¨¢n en prisi¨®n cumpliendo la condena de 71 a?os de c¨¢rcel que les fue impuesta por su participaci¨®n en los secuestros y asesinatos de los etarras Jos¨¦ Antonio Lasa y Jos¨¦ Ignacio Zabala.
Un a?o despu¨¦s de que el Tribunal Supremo declarase firme la sentencia por ese proceso, Dorado y Bayo se encuentran clasificados en segundo grado; Bayo ya ha disfrutado de seis permisos y Dorado tiene concedido uno que hab¨ªa quedado en suspenso hasta que Garz¨®n se pronunciase, porque en el caso de que el juez hubiese acordado la prisi¨®n preventiva, los dos reclusos habr¨ªan perdido sus beneficios penitenciarios.
El magistrado ha basado su decisi¨®n en que 'despu¨¦s de seis a?os de instrucci¨®n no existen datos o elementos objetivos que hagan pensar en que los procesados puedan eludir la acci¨®n de la justicia, m¨¢xime si se tiene en cuenta que est¨¢n privados de libertad por otra causa, y aunque ello no es obst¨¢culo para decretar la medida de prisi¨®n, es lo cierto que no existe riesgo de reiteraci¨®n delictiva'. Precisa el juez que los hechos por los que ha procesado a Dorado y Bayo -los asesinatos de los etarras Vicente Perurena y ?ngel Gurmindo y del ciudadano franc¨¦s Christian Olazkoaga, as¨ª como el asesinato frustrado del hermano de este ¨²ltimo, Claude Olazkoaga,- ocurrieron hace 17 a?os y ya ni siquiera existe la organizaci¨®n en cuyo seno, presuntamente, se cometieron los asesinatos. Garz¨®n agrega tambi¨¦n que no aprecia que ninguno de los procesados pueda obstaculizar las investigaciones.
Imputaci¨®n grave
Finalmente, el juez reconoce que la imputaci¨®n contra Dorado y Bayo es 'grave', pero puntualiza que ¨¦ste es el ¨²nico de los requisitos previstos en los art¨ªculos 503 y 504 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal para acordar la prisi¨®n preventiva que concurre en este caso y, por tanto, concluye que debe mantener la situaci¨®n de libertad que Bayo y Dorado disfrutan en esta causa.
Teodoro Mota, abogado que ejerce la acci¨®n popular en este proceso, afirm¨® que considera que la libertad de Dorado y Bayo constituye un agravio comparativo, con respecto a otros reclusos que se encuentran en prisi¨®n por delitos mucho menores. Mota pidi¨® la prisi¨®n incondicional para ellos por estar acusados de tres asesinatos consumados y explic¨® que es usual que se decrete la prisi¨®n de los terroristas en varios procesos al mismo tiempo.
Dorado y Bayo llevan en prisi¨®n ininterrumpidamente desde 1992 aunque por diferentes procesos. Ambos fueron condenados por el atraco a una boutique en Irun, y por torturas a un detenido en el Pa¨ªs Vasco. En mayo de 1996, el entonces juez Javier G¨®mez de Lia?o les encarcel¨® preventivamente por su participaci¨®n en el caso Lasa-Zabala.
Dorado se encuentra preso en Madrid 2, esto es en la c¨¢rcel de Alcal¨¢ Meco, ya que perdi¨® la condici¨®n de militar. Bayo, sin embargo, contin¨²a en una prisi¨®n militar porque previamente hab¨ªa sido dado de baja del Ej¨¦rcito.
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