Ficci¨®n y verdad

Durante casi medio siglo, Edward C. Riley se dedic¨® con constancia y exclusividad abrumadoras al estudio de las obras de Cervantes. De sus calas en esa literatura nacer¨ªa pronto un libro fundamental: su Teor¨ªa de la novela en Cervantes. Riley operaba sobre El Quijote, las Novelas ejemplares o incluso la poes¨ªa de Cervantes con la minuciosidad y sabidur¨ªa de quien est¨¢ convencido de que, en las humanidades, los avances nunca son ni en l¨ªnea recta ni definitivos. La rara invenci¨®n re¨²ne ahora estudios que se publicaron en revistas especializadas y homenajes a sus colegas, principalmente.

Desde el comienzo, la met¨¢fora doble que dejaba de lado la ant¨ªtesis entre ficci¨®n y realidad fascin¨® a Riley tanto como a cervantistas anteriores a ¨¦l y a los que, a buen seguro, vendr¨¢n. Para Riley se trata de una 'misteriosa relaci¨®n' que permite bucear en ese oc¨¦ano textual sin llegar al fondo: quiz¨¢ sea ¨¦sta una de las razones por las que Cervantes sigue siendo el autor cl¨¢sico espa?ol que genera m¨¢s bibliograf¨ªa.

El libro de Riley se estructura en tres partes: la m¨¢s extensa se dedica al Quijote; a ¨¦sta siguen dos trabajos sobre los g¨¦neros literarios y se cierra con tres cap¨ªtulos sobre las Novelas ejemplares. Riley defendi¨® la calificaci¨®n de la novela cervantina como 'obra meton¨ªmica' antes que metaf¨®rica, tema que supo poner en relaci¨®n con la narrativa decimon¨®nica. Cervantes pretende, principalmente, 'involucrar al lector en el relato'. La entrada y salida del autor, del lector y de los mismos personajes en la ficci¨®n aumenta las proporciones de lo literario hasta el punto de que lo ocurrido, lo relatado y lo verdadero son unidades con vida simbi¨®tica: nada nos recuerda que lo le¨ªdo es s¨®lo ficci¨®n, y todo lo le¨ªdo -por otra parte- se autoproclama como ficci¨®n.

Al tratar del g¨¦nero novelesco, Riley esquematiza las l¨ªneas maestras que hacen del texto verdad literaria (historia, viaje o b¨²squeda, tiempo y espacio, personajes, moralidad, acci¨®n, etc¨¦tera), pues, como escribe en el ¨²ltimo cap¨ªtulo, 'en psicoan¨¢lisis, la interpretaci¨®n es un medio para lograr un fin. En literatura suele ser un fin en s¨ª misma'. Esta ¨²ltima reuni¨®n de p¨¢ginas debidas a Riley es no tanto una lectura definitiva de Cervantes -idea que a buen seguro el estudioso habr¨ªa recha-zado- como la explicaci¨®n que de s¨ª mismo debe buscar cualquier cr¨ªtico y cualquier lector ante una literatura, la que estudia, lee y, en conclusi¨®n, elige o le elige.