Tolerancia

Podemos felicitarnos de que el consejero de Educaci¨®n de la Comunidad de Madrid haya hecho prevalecer la tolerancia, como en otras regiones espa?olas y pa¨ªses vecinos, respecto al tema del velo isl¨¢mico en las escuelas. Tolerancia, porque es un mal, como cualquier otro signo de cualquier religi¨®n en las escuelas p¨²blicas, por lo que, como bien sintetiza en titulares un peri¨®dico, ese velo 'debe ser repudiado, pero no proscrito'. Es, en efecto, un mal menor, y su prohibici¨®n tajante hoy suscitar¨ªa males mucho mayores. Muy malos gobernantes son los que no saben distinguir entre unos males y otros, como la, una vez m¨¢s, tan impol¨ªtica ministra de Educaci¨®n o incluso la impresentable comparaci¨®n del velo con la ablaci¨®n del cl¨ªtoris que ha hecho el ministro de Trabajo, Aparicio, quien parece quiere ganar en proferir alarmantes barbaridades a Troc¨®niz.

Por lo dem¨¢s, si esos (im)pol¨ªticos act¨²an por respeto al laicismo en la escuela y no por un integrismo a¨²n mayor que el que critican en otros, integrismo que parece llevarles a prolongar la ¨²ltima (por ahora) cruzada contra los moros, la de Franco, mu¨¦strenlo dando ejemplo de imparcialidad, es decir, procurando que no haya en tantos establecimientos de ense?anza tantos s¨ªmbolos propagand¨ªsticos de su propia religi¨®n.

Y si ellos y otros sienten tanto como dicen que el velo femenino -empleado hasta hoy mismo por el catolicismo- es una discriminaci¨®n contra la mujer, que acaben primero en su ense?anza, partido e Iglesia, con tan enormes discriminaciones como todav¨ªa tienen ellas que padecer en esas organizaciones.