Los Juegos de los l¨ªos
La magn¨ªfica organizaci¨®n de Salt Lake City quedar¨¢ oscurecida por los esc¨¢ndalos y los graves precedentes sentados por el COI al encararlos
Los Juegos del ¨¦xito. ?se podr¨ªa haber sido el recuerdo de la 19? edici¨®n ol¨ªmpica invernal, que concluy¨® en la madrugada de ayer. 'El pueblo de Am¨¦rica, Utah y Salt Lake City han dado al mundo unos Juegos soberbios', fue el ¨²ltimo piropo de Jacques Rogge, el nuevo presidente del COI, cuya debilidad por Norteam¨¦rica ha convertido finalmente la cita en los Juegos de los l¨ªos.
La magn¨ªfica organizaci¨®n quedar¨¢ oscurecida por los esc¨¢ndalos. La ciudad, marcada por el grav¨ªsimo caso de corrupci¨®n previo y el temor incluso a la suspensi¨®n tras los atentados terroristas del 11 de septiembre, hab¨ªa ganado sobradamente su revancha particular. Por eso fue una pena que el patriotismo se acabara desbordando en los medios de comunicaci¨®n por la peligros¨ªsima decisi¨®n del COI de ceder a las presiones y regalar una segunda medalla de oro a la pareja de patinaje canadiense. El precedente provoc¨® una reacci¨®n de protestas, especialmente de Rusia, y la herida se le ha abierto al COI para mucho tiempo de la forma m¨¢s absurda, cuando la distensi¨®n pol¨ªtica era mayor.
Poco antes de una clausura muy musical y de patinaje, al pregunt¨¢rsele sobre si los Juegos no se recordar¨¢n m¨¢s por los esc¨¢ndalos, Rogge dijo: 'Si se hiciera una encuesta en el mundo, lo que se recordar¨¢ de estos Juegos ser¨¢n los atletas'. Parece incre¨ªble que un belga vea tanto la NBC. Y que olvide el levantamiento ruso y el surcoreano -por la injusta descalificaci¨®n de su patinador Kim para dar el triunfo al estadounidense Ohno- y las peticiones de dobles medallas de oro como si fuera una rifa. 'Hubo unos incidentes, pero no han perjudicado el ¨¦xito de los Juegos', simplific¨® ins¨®litamente Rogge. Todo ha quedado en que hablar¨¢ con las federaciones internacionales sobre el siempre espinoso asunto de los jueces. Se le van a acumular los problemas, como el casero de los mienbros del COI que quieren volver a las visitas a las ciudades candidatas, la que fue gran fuente de corrupci¨®n. Rogge, que parec¨ªa un gran equilibrista asegurado por la red que le dej¨® Juan Antonio Samaranch, ha empezado a caer demasiado del lado norteamericano. Y, como domador, se le pueden escapar las fieras.
De no haber sido por estas situaciones forzadas, nada habr¨ªa impedido un sobresaliente a unos Juegos a los que ha acompa?ado hasta el buen tiempo. Han sido mucho mejores que citas anteriores, como la farragosa de Nagano 98 por la propia complejidad japonesa o la embotellada circulatoriamente de Albertville 92. La sorpresa ha sido doble porque la ¨²ltima referencia de unos Juegos en Estados Unidos fue nefasta. En Atlanta 96, en efecto, lo m¨¢s grave no fueron ya los fallos de organizaci¨®n y seguridad, que culminaron con una bomba en el parque ol¨ªmpico, sino que una gran mayor¨ªa de sus habitantes despreciaba los Juegos. As¨ª, una organizaci¨®n privada, aunque en el primer pa¨ªs del mundo, acab¨® en desastre.
Salt Lake City, en cambio, se volc¨® con los Juegos y, con el mayoritario apoyo morm¨®n, gan¨® la apuesta. Desde los voluntarios hasta los polic¨ªas y los militares, algo in¨¦dito, fueron de una amabilidad inusual. Los controles de seguridad, exhaustivos, como deben ser, fueron tan r¨¢pidos y atentos, con tanta gente colaborando, que no molestaron apenas. El obligatorio encendido de ordenadores y tel¨¦fonos, al margen de los rayos X habituales, no se hab¨ªa exigido nunca. Ni se hab¨ªan producido inspecciones de los bajos y los maleteros de los autobuses antes de entrar en las instalaciones perif¨¦ricas tras las llegadas desde el centro de la ciudad.
Los transportes funcionaron desde el primer d¨ªa con una normalidad ins¨®lita, sin necesidad de los rodajes y la comprensi¨®n que se deb¨ªa pedir siempre por organizaciones anteriores, menos avezadas. Las instalaciones fueron magn¨ªficas y, pese a los 8.500 periodistas acreditados, hasta las del m¨¢s peque?o subcentro de prensa fueron excelentes. Los problemas han sido tan m¨ªnimos que el comit¨¦ organizador y el COI suspendieron sus informaciones diarias varios d¨ªas al no haber noticias. Pero lleg¨® el patinaje y mand¨® lo que no deb¨ªa.
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