Aznar, Giscard d'Estaing y Prodi apuestan por una Constituci¨®n Europea
El presidente de la Comisi¨®n advierte contra el poder de los Estados 'm¨¢s grandes, m¨¢s fuertes o m¨¢s antiguos'
Mientras 304 millones de europeos enterraban ayer sus viejas monedas, en Bruselas nac¨ªa la plataforma que pone en marcha una revolucionaria transformaci¨®n de la Uni¨®n Europea. La Convenci¨®n sobre el Futuro de Europa, integrada por 105 representantes de 28 Estados, arranc¨® en un solemne acto presidido por Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, presidente de turno de la Uni¨®n. Junto a ¨¦l, los presidentes de la Convenci¨®n y de la Comisi¨®n, el franc¨¦s Valery Giscard d'Estaing y el italiano Romano Prodi, respectivamente, apostaron por una Constituci¨®n Europea. Los tres destacaron los desequilibrios de poder entre la UE y los Estados.
Fue Giscard quien pronunci¨® el discurso m¨¢s europe¨ªsta, hasta el punto de que concluy¨® con un 'Viva Europa', seguido del un¨¢nime aplauso de los asistentes a la reuni¨®n celebrada en el Parlamento Europeo. Tras asegurar que 'es dif¨ªcil de creer' el camino recorrido desde los Jean Monnet, Konrad Adenauer, Paul-Henri Spaak y Alcide de Gasperi, puso como ejemplo que hace 60 a?os nadie hubiera so?ado ver sentados juntos a brit¨¢nicos, franceses o alemanes y mucho menos, s¨®lo hace 15 a?os, hacerlo con rumanos, h¨²ngaros o checos, como ocurri¨® en Bruselas.
La apuesta m¨¢s clara de Giscard fue la Constituci¨®n europea. 'Si logr¨¢ramos un amplio consenso sobre una propuesta ¨²nica, abrir¨ªamos la puerta a una Constituci¨®n para Europa'. Acto seguido, y para no amargar la tarde a brit¨¢nicos o n¨®rdicos, que no asumen tales tesis, propuso hablar a partir de ahora de 'un Tratado constitucional para Europa'. Prodi lo dijo sin matices: 'Tenemos que dotarnos de una Constituci¨®n que marque el nacimiento de la Europa pol¨ªtica'.
Tambi¨¦n Aznar, con un ¨¦nfasis menor, hizo referencia a esa aspiraci¨®n al referirse en dos ocasiones a la 'constitucionalizaci¨®n' de la UE respetuosa con las legislaciones de los Estados. 'Es el derecho comunitario', a?adi¨®, 'que la Declaraci¨®n de Laeken describe como el camino hacia una Constituci¨®n para los ciudadanos europeos'. El presidente de la Euroc¨¢mara, el irland¨¦s Pat Cox, defini¨® la Convenci¨®n como 'un foro constitucional' y record¨® que el Parlamento ya vot¨® en 2000 a favor de 'una constitucionalizaci¨®n de los Tratados'.
En lo que hubo menos unanimidad fue en el diagn¨®stico del actual estado de la Uni¨®n y las f¨®rmulas futuras. Para Giscard, un fracaso de la Convenci¨®n contribuir¨¢ 'a la actual confusi¨®n del proyecto europeo', porque la UE ya sufre 'un estancamiento' por 'el debilitamiento de la voluntad pol¨ªtica' y, sobre todo, 'por la dificultad de conjugar un fuerte sentimiento de pertenencia a la UE y el mantenimiento de una identidad nacional', un problema que puede agravarse con la prevista ampliaci¨®n. Por el contrario, Aznar asegur¨® no compartir 'las opiniones que perciben una crisis existencial en el proceso de integraci¨®n'.
Prodi aprovech¨® su turno para meterse en mayores complicaciones con una de cal y otra de arena. En una impl¨ªcita alusi¨®n a su pulso frente a los Estados, advirti¨® que la casa com¨²n europea 'no puede edificarse sobre la ley que marquen unos pocos porque sean m¨¢s grandes, m¨¢s fuertes o m¨¢s antiguos del club'. Pero tambi¨¦n tranquiliz¨® a varios de esos grandes y fuertes al precisarles que la ambici¨®n europea 'no es construir un superestado'. A¨²n tranquiliz¨® m¨¢s a Londres, Berl¨ªn o Roma cuando, tirando piedras a su tejado, afirm¨® que 'misiones y competencias que hoy corresponden a la Uni¨®n pueden y deben reconsiderarse y devolverse a los Estados miembros'.
La frase debi¨® incomodar bastante a Aznar, porque s¨®lo unos minutos antes el presidente espa?ol hab¨ªa dejado claro que un principio b¨¢sico de la integraci¨®n europea 'es la progresiva asunci¨®n, por parte de la Uni¨®n, de pol¨ªticas que hasta ahora reca¨ªan en la exclusiva esfera estatal'. Fue una vez m¨¢s Giscard el m¨¢s equilibrado cuando resumi¨® los puntos neur¨¢lgicos en los que centrar¨¢ los debates: la organizaci¨®n de las instituciones europeas; la apuesta por un modelo federal, como defienden dirigentes alemanes; la v¨ªa de la Federaci¨®n de Estados-naci¨®n, defendida especialmente en Par¨ªs, y la reforma del m¨¦todo de comunitario.
Pero las discrepancias o matizaciones de ayer s¨®lo reflejan las existentes entre los socios del club y la Convenci¨®n se crea para encontrar v¨ªas asumibles por todos. Por eso, y porque el proyecto europeo debe volver a ilusionar a los ciudadanos, Giscard anim¨® a todos a so?ar con Europa. Cox tambi¨¦n lo hizo propio citanto al premio Nobel de Literatura irland¨¦s William Butler Yeats: 'He esparcido mis sue?os a tus pies; p¨ªsalos con cuidado, porque son mis sue?os'.
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