Tropezones
El informe del interventor del Ayuntamiento de Estepona revela que cuatro concejales que pertenecieron al GIL y que, ahora, est¨¢n a partir un pi?¨®n con el PP, cobraron unos 200 millones de pesetas entre los a?os 1995 y 1999. Una cantidad que refleja la suma de las dietas que les hubieran correspondido si hubieran asistido a las reuniones, y juntas, que nunca tuvieron lugar. Es lo que dice el interventor. Lo que no dice es lo que les hubiera correspondido si las reuniones se hubieran celebrado. Sin duda bastante m¨¢s. No es lo mismo lo que cuesta ir a trabajar, que lo que cuesta no ir. En fin, nos vamos a quedar con las ganas de conocerlo. Tambi¨¦n nos vamos a quedar sin saber qu¨¦ clase de instrucciones pertinentes, en frase acu?ada por Aznar, ha podido dar Te¨®fila Mart¨ªnez para que se averig¨¹en los hechos. Los hechos no parece que tengan mucho que averiguar.
No se trata de hechos plausibles, como el inventado viaje de Felipe Gonz¨¢lez a Marruecos, o a la India si le hace falta al Piqu¨¦ de turno. Se trata de hechos contables, que han sido constatados por el interventor y por los auditores. As¨ª es que las instrucciones pertinentes no se sabe en qu¨¦ han consistido. Adem¨¢s, la respuesta a sus instrucciones ya le ha llegado de boca de la alcaldesa del PP de Estepona: 'No hay nada que averiguar en este momento'. Es l¨®gica, es su l¨®gica. Con estos tropezones ya contar¨ªan los cocineros de la pol¨ªtica del PP, por muy poco previsores que hubieran sido, cuando decidieron hacer el gazpacho del transfuguismo en la Costa del Sol, y contar con ediles de la edad dorada del GIL. M¨¢s tarde, o m¨¢s temprano, saldr¨ªan estos tropezones y tendr¨ªan que tragarlos.
En cualquier caso, en este momento, existe una realidad. Un interventor ha hecho constar en su informe que cuatro concejales no justifican la raz¨®n de sus dietas. Otra, que esta realidad la conoce Te¨®fila, el PP y los que ni quiero contar. Esta cuesti¨®n trasciende del ¨¢mbito estrictamente pol¨ªtico que se consume en el cese, o no, de estos concejales, y entra en otros ¨¢mbitos. En estos ¨¢mbitos no cabe cerrar los ojos. Lo contrario ser¨ªa dejar en manos de los intereses de algunas personas, y de un grupo, lo que es el inter¨¦s p¨²blico, que es de todos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.