Fidalgo recibe un voto de castigo del 47% en el consejo de CC OO
El consejo confederal de CC OO, la m¨¢xima representaci¨®n del sindicato entre congresos, dio ayer un severo voto de castigo a su secretario general, Jos¨¦ Mar¨ªa Fidalgo. En la primera reuni¨®n tras la destituci¨®n del ex n¨²mero dos Rodolfo Benito y la dimisi¨®n de otros tres dirigentes, el informe de Fidalgo fue respaldado por 80 votos (52,9%), y obtuvo 37 abstenciones de la nueva v¨ªa de Benito y 34 votos en contra del sector cr¨ªtico liderado por Agust¨ªn Moreno, que suman el 47% de los asistentes al consejo (151 de un total de 156).
El grupo de Benito mostr¨® su desacuerdo con el recuento, y pidi¨® sin ¨¦xito una repetici¨®n, porque su c¨®mputo arroja 65 votos a favor, 42 abstenciones y 34 noes, lo que elevar¨ªa el voto de castigo al 53,8%. Moreno, quien afirm¨® que 'el recuento ha sido raro', lanz¨® a Fidalgo una propuesta para que abra un periodo de consultas que recomponga la pluralidad del sindicato y establezca las prioridades en la estrategia de la central.
La crisis en la direcci¨®n del sindicato no se incluy¨® en el informe presentado por Fidalgo, que hizo una explicaci¨®n previa de la remodelaci¨®n del secretariado. Esa exclusi¨®n no impidi¨® que la destituci¨®n de Benito fuese abordada en buena parte de las intervenciones que se produjeron en el consejo. Varios dirigentes, incluidos algunos cercanos a Fidalgo, coincidieron en que 'la crisis existe y no se soluciona neg¨¢ndola'.
Las organizaciones que ayer mantuvieron las cr¨ªticas a la remodelaci¨®n de la direcci¨®n fueron Madrid, Construcci¨®n, Alimentaci¨®n, Canarias, Arag¨®n y Castilla-La Mancha, cuyo responsable, Jos¨¦ Antonio Mata, subray¨® que hablaba en nombre de una amplia mayor¨ªa de su uni¨®n territorial. Ese grupo de federaciones y uniones es el que viene apoyando al destituido n¨²mero dos, y se ha desgajado de lo que era la mayor¨ªa de la central.
El informe de Fidalgo se centra en la situaci¨®n econ¨®mica, donde encuentra 'las sombras de una previsi¨®n de crecimiento de s¨®lo el 1,3% del PIB para 2002 y una realidad de destrucci¨®n de empleo', y muestra su preocupaci¨®n por el excesivo acento puesto en las rebajas fiscales, que considera 'el ¨²nico vector del discurso econ¨®mico' del Gobierno.
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