Dos dragones de hierro y de tinta
Gaud¨ª y Verdaguer comparten el protagonismo de una exposici¨®n que refleja su similar contexto simb¨®lico
Es conocido que el famoso drag¨®n de hierro que situ¨® Antoni Gaud¨ª en la puerta de los pabellones G¨¹ell, en Sarri¨¤, fue el resultado de una inspiraci¨®n directa en el drag¨®n Lad¨®n que guardaba el jard¨ªn de las Hesp¨¦rides de L'Atl¨¤ntida, de Jacint Verdaguer. No es de extra?ar porque fue el poeta catal¨¢n, del que este a?o se cumple el centenario de su muerte, el que bautiz¨® la finca de los G¨¹ell con el nombre de Torre Satalia, cuyas obras de ampliaci¨®n corrieron a cargo de Gaud¨ª, cuyo 150 aniversario se celebra igualmente este a?o. Verdaguer y Gaud¨ª compartieron un mismo contexto cultural en el que ambos desarrollaron un papel tan fundamental como pol¨¦mico.
La relaci¨®n entre el poeta y el arquitecto es el tema central de la exposici¨®n que ayer se inaugur¨® en la Casa Padell¨¤s del Museo de Historia de la Ciudad. Se trata de un montaje que intenta mostrar que ambos creadores compartieron el mismo imaginario simb¨®lico a trav¨¦s de la contraposici¨®n de fotograf¨ªas de la arquitectura de Gaud¨ª con el recitado de poemas del escritor. De hecho, es m¨¢s un espect¨¢culo audiovisual que una exposici¨®n propiamente dicha. Aqu¨ª es donde se justifica que la escenograf¨ªa recupere la desaparecida Sala Merc¨¨, un cine dise?ado por Gaud¨ª en plena Rambla -en lo que hoy es el caf¨¦ Moka- del que s¨®lo se conservan unas pocas fotograf¨ªas y que ten¨ªa en su s¨®tano unas grutas, de las que no quedan im¨¢genes y en las que se celebraban exposiciones. Este cine, que funcion¨® entre 1904 y 1908, proyectaba filmes mudos de car¨¢cter documental y otros espect¨¢culos.
La reproducci¨®n de este cine es uno de los principales alicientes de Verdaguer i Gaud¨ª. Tradici¨® i modernitat en la Barcelona del canvi de segle, 1878-1912, cuyo coste asciende a 180.000 euros (unos 30 millones de pesetas). La exposici¨®n, abierta hasta el 9 de junio, tiene un car¨¢cter muy escenogr¨¢fico y ha tenido como comisarios a Antoni Nicolau, Lina Ubero y Pere Vives, autor este ¨²ltimo de la mayor parte de las fotograf¨ªas exhibidas.
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