Las balsas de residuos mineros de Navan en Huelva vierten agua ¨¢cida al valle del Odiel

Las filiales de la multinacional Navan Mining que gestionan desde 1997 los yacimientos de Sotiel Coronada y Aguas Te?idas, en Cala?as (Huelva), presentaron suspensi¨®n de pagos en diciembre, acuciadas por una gigantesca deuda. En estos dos meses, los directivos de la multinacional han ido abandonando el tim¨®n de las dos filiales espa?olas. Y tambi¨¦n la supervisi¨®n de las dos balsas en la que acumulaban cenizas de pirita y los residuos qu¨ªmicos y met¨¢licos de su proceso de transformaci¨®n. Ahora, las balsas, que presentan filtraciones en sus muros, vierten sus aguas ¨¢cidas al valle del Odiel.

Las dos balsas mineras de Cala?as son muy similares a la presa de lodos t¨®xicos y agua ¨¢cida que revent¨® en 1998 en la explotaci¨®n que Boliden Apirsa tiene a¨²n en Aznalc¨®llar; un vertido para el que los jueces no han encontrado culpable, pero que provoc¨® un desastre ecol¨®gico en el valle del Guadiamar cuya reparaci¨®n ha costado a las Administraciones cerca de 240 millones de euros.

Como en Aznalc¨®llar, los lodos depositados en la balsa no s¨®lo son una mezcla de piedra y metales pesados molidos (cinc, cobre, plomo) ya t¨®xicos para la vida vegetal y animal. 'Ah¨ª tambi¨¦n est¨¢n los productos y reactivos qu¨ªmicos que se usan en la mina, veneno puro', se?alaba el viernes uno de los mineros que llevan m¨¢s de una semana encerrados en las instalaciones, en demanda de tres meses de salario impagado por Navan. La balsa de residuos y la m¨¢s peque?a de cenizas de pirita, como todos los dep¨®sitos mineros, est¨¢n cubiertas de agua. Un agua muy ¨¢cida que desde hace varios d¨ªas se est¨¢ vertiendo directamente, sin tratar, al valle del Odiel.

Los muros de las dos balsas presentan grietas, 'poros' en la jerga minera, 'filtraciones' en el vocabulario ecologista, de las que nacen diminutos pero continuos regueros de agua. Nada comparado con el caudal de agua ¨¢cida que suelta al curso de un arroyo, afluente del Odiel, una tuber¨ªa conectada directamente con la balsa mayor. 'Eso lo mand¨® abrir alguien, no s¨¦ qui¨¦n, para evitar que, si vienen lluvias fuertes, el agua rebase el muro', apunta un minero.

Los trabajadores afirman que las balsas est¨¢n al l¨ªmite. 'Aqu¨ª era ya hora de recrecer el muro, pero no han hecho ninguna inversi¨®n, s¨®lo remiendos', explica otro minero, que no necesita decir qu¨¦ ha pasado con la planta de tratamiento que deb¨ªa rebajar la ¨¢cidez de las aguas. El estado de la planta que financi¨® la Junta, anegada de cal, refleja que hace mucho m¨¢s de una semana que no se usa.

Los primeros en dar la se?al de alarma fueron los mineros, que presentaron en diciembre una denuncia en Medio Ambiente, que pas¨® la pelota a la Confederaci¨®n Hidrogr¨¢fica de Guadiana. Pero en enero, t¨¦cnicos de la Consejer¨ªa de Desarrollo Tecnol¨®gico constataron la delicada situaci¨®n de las instalaciones. La Consejer¨ªa, responsable de supervisar la seguridad minera, abri¨® entonces un expediente de subsidiariedad, para asumir el control de la explotaci¨®n. Pero los tr¨¢mites administrativos, enfangados por la ausencia de directivos de Navan, han impedido cerrarlo a¨²n.