Los forenses relatan la brutal paliza a la v¨ªctima de la Villa Ol¨ªmpica
'Como si hubiesen metido su cabeza en una batidora'. Con esta crudeza se explicaron ayer los forenses para explicar el estado en el que qued¨® el cuerpo de Carlos Javier Robledo despu¨¦s de haber sufrido la brutal paliza que acab¨® con su vida la madrugada del 1 de abril de 2000 en la Villa Ol¨ªmpica de Barcelona. Los 10 supuestos agresores le propinaron patadas en todo el cuerpo, y no s¨®lo el cr¨¢neo result¨® afectado. Tambi¨¦n el cuello, las v¨¦rtebras cervicales, la tr¨¢quea y los bronquios. La paliza provoc¨® el estallido del duodeno y tampoco se salvaron los test¨ªculos, ni la cara.
'Las lesiones fueron determinantes del ¨®bito', asegura el fiscal en su escrito de acusaci¨®n y los peritos lo ratificaron ayer ante el tribunal que juzga a nueve acusados. El otro ya est¨¢ cumpliendo la pena de ocho a?os de internamiento en un centro cerrado que le impuso un juzgado de menores. Seg¨²n los forenses, la agresi¨®n fue 'severa y excesiva' y cuantificaron en 18 las heridas que presentaba el cuerpo de Robledo. En esas circunstancias, dijeron, era muy dif¨ªcil que sobreviviera. Ya lo explic¨® su amigo la semana pasada ante el tribunal. 'Cuando lo cog¨ª en brazos estaba agonizando y sab¨ªa que se iba a morir'.
Huellas en el cr¨¢neo
La cabeza fue la parte del cuerpo de Robledo que result¨® m¨¢s afectada. En total siete golpes o patadas. Quedaron huellas de algunas de ellas en el cr¨¢neo y fueron realizadas con calzado con suela de caucho o goma dura. Por lo dem¨¢s, los forenses confirmaron otros dos detalles ya explicados durante el juicio por los dos testigos de los hechos: los agresores rodearon en c¨ªrculo a su v¨ªctima y se ensa?aron, y Robledo no pudo defenderse.
Los psic¨®logos explicaron tambi¨¦n al tribunal que los agresores sab¨ªan lo que hac¨ªan y que no presentan ninguna alteraci¨®n mental o de personalidad que afecte a su comportamiento. ?sa es la tesis que plantea alg¨²n abogado para su cliente. Las pruebas psicol¨®gicas que les hicieron al ser detenidos no revelaron que fuesen especialmente violentos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.