'Limpieza ¨¦tnica' israel¨ª
Si algo parece estar fuera de control en Oriente Pr¨®ximo es el sentido de la medida de Israel, lanzado a una vor¨¢gine de venganza contra los palestinos. La alarmante inconsistencia del primer ministro, Ariel Sharon, ha alcanzado cotas insuperables cuando 24 horas despu¨¦s de levantar el confinamiento impuesto durante tres meses a Arafat en Ramala ha enviado 150 tanques contra la capital cisjordana de los palestinos y sus campos de refugiados, en la mayor y m¨¢s sangrienta exhibici¨®n de fuerza en a?o y medio.
Las tropas de Sharon no s¨®lo liquidan a civiles -ayer mataron a 30-, sino que asaltan hospitales, dinamitan viviendas, registran casa por casa, asesinan selectivamente, detienen por centenares a los varones de m¨¢s de 14 a?os y ca?onean las aglomeraciones de refugiados. Bajo el manto de 'operaciones antiterroristas', la ¨²nica de las partes que tiene un ej¨¦rcito, todopoderoso para la zona, se libra a excesos propios de sistemas totalitarios, a los que un pa¨ªs como Israel deber¨ªa ser especialmente sensible. En la Yugoslavia de Milosevic, el t¨¦rmino limpieza ¨¦tnica englobaba algunos de estos procedimientos. Los centenares de reservistas que se niegan a servir en el Ej¨¦rcito israel¨ª -acontecimiento dram¨¢tico en un pa¨ªs de ciudadanos-soldados- explican su rechazo a integrar unas Fuerzas Armadas que 'expulsan, condenan al hambre y humillan a todo un pueblo', en unos territorios ocupados ilegalmente, como record¨® ayer el secretario general de la ONU al Consejo de Seguridad. Kofi Annan, habitualmente moderado, se?al¨® rotundo que la inadmisible escalada militar no s¨®lo rebaja a Israel a los ojos del mundo, sino que est¨¢ avivando el odio, la desesperaci¨®n y el extremismo palestinos.
Este despliegue de intimidaci¨®n y revancha -mientra la izquierda israel¨ª permanece en un silencioso limbo- se produce en v¨ªsperas de un nuevo viaje del mediador estadounidense y de la llegada a Jerusal¨¦n del vicepresidente Dick Cheney, enviado por Bush a la zona para pulsar las ¨²ltimas cuerdas de su plan para descabalgar a Sadam Husein. No se entiende bien el sentido de la anunciada visita de Anthony Zinni a un lugar en llamas, en muy buena medida porque a partir del 11 de septiembre EE UU ha dejado en la pr¨¢ctica manos libres a su aliado Sharon. No hay otra fuerza que pueda refrenar a Israel sino Washington, pero la Casa Blanca lleva meses de excedencia en Oriente Pr¨®ximo, concentrada en su dise?o de lucha global, actual y venidera, contra el terrorismo; un dise?o en el que Sharon trata de encajar a los palestinos. S¨®lo un en¨¦rgico y obligado clarinazo de Washington puede salvar a la regi¨®n de un generalizado ba?o de sangre.
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