La Boca del Lobo

A la calle de Echegaray se la llam¨® en tiempos la calle del Lobo, de ah¨ª que una de sus tabernillas m¨¢s encantadoras, con s¨®tano que evoca cueva, adaptara el nombre de La Boca del Lobo. Es sugerente y evocador, y lo mismo indica peligro que transgresi¨®n.

El misterio del hombre lobo que a¨²lla a la luna llena inspira a este local de vocaci¨®n cultural por encima de sal¨®n de ocio, copas y m¨²sica. Se ha hecho famoso, entre otras cosas, por la cantidad de ciclos, representaciones teatrales, conferencias, proyecciones, semanas tem¨¢ticas, exposiciones y performances. Ha organizado homenajes al cine, a la radio, a Lorca, a la mujer, a M¨¦xico, a ?frica, al tango, a James Brown o a Silvio, el fallecido rockero sevillano.

El toque canalla y l¨²gubre se lo da su decoraci¨®n en tonos rojos y las im¨¢genes de lobos que presiden su entrada desde la calle o en medio del local. La cueva es peque?ita, pero sobre su escenario han desfilado desde Las Hijas del Sol a Juan Perro, pasando por Amaral, Dusminguet, Habana Abierta, Ca?am¨¢n, Amparanoia, Los Enemigos, Aute, Wyoming, V¨ªctor Coyote, Quique Gonz¨¢lez, Orgasmical, Ja Tho Dir¨¦ o Jarabe de Palo.

La Boca del Lobo acaba de cumplir cinco a?os intensos en los que se ha visto en m¨¢s de una ocasi¨®n enfrentado al Ayuntamiento por problemas con su licencia e interpretaciones acerca de su actividad cultural. La m¨²sica tambi¨¦n es muy importante y en su cabina a ras de pista en la planta de arriba, una especie de puesto de mando del Naitulus de Julio Verne, puede verse muchas veces a afamados periodistas o locutores de radio ejerciendo de pinchadiscos invitados. Cada a?o convoca, adem¨¢s, un concurso de cortos al que acuden j¨®venes cineastas, no s¨®lo de Espa?a, sino tambi¨¦n de Latinoam¨¦rica y Europa.