300.000 personas reclaman pac¨ªficamente otra globalizaci¨®n
La organizaci¨®n asumi¨® el servicio de orden en la mayor manifestaci¨®n de este tipo
Una riada de manifestantes pac¨ªficos convirti¨® ayer Barcelona en un nuevo referente mundial del movimiento antiglobalizaci¨®n. Los organizadores lograron el doble hito de reunir a m¨¢s de 300.000 personas -probablemente la manifestaci¨®n m¨¢s numerosa de las convocadas hasta ahora en todo el mundo- y de que eso sucediera sin que se registrasen incidentes durante el recorrido. La marcha transcurri¨® de forma festiva, sin que hubiera ni siquiera presencia destacable de agentes de seguridad. Los organizadores asumieron el servicio de orden tras pactar con la Delegaci¨®n del Gobierno.
Barcelona ha sido el reverso de G¨¦nova, la ciudad italiana que alberg¨® la ¨²ltima cumbre del G-8 y en la que muri¨® un manifestante antiglobalizaci¨®n en medio de tres d¨ªas de virulentos enfrentamientos. M¨¢s de 300.000 manifestantes -500.000 seg¨²n los organizadores, 250.000 de acuerdo con la Guardia Urbana- igualaron ayer la marca de asistencia de G¨¦nova, pero lo hicieron tomando la calle al ritmo de m¨²sica, palmas, bailes y c¨¢nticos.
El modelo Barcelona tuvo una g¨¦nesis laboriosa, pero que acab¨® dando sus frutos y que part¨ªa de la compleja experiencia del pasado mes de junio, cuando una marcha contra el Banco Mundial acab¨® en batalla campal. En esta ocasi¨®n, pese a que el presidente del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, hab¨ªa realizado una amalgama entre los manifestantes pac¨ªficos y los militantes de Batasuna, la Delegaci¨®n del Gobierno en Catalu?a y los organizadores de la marcha tuvieron cinco 'detalladas' reuniones preparatorias.
Llegaron a un acuerdo: los organizadores, que ya hab¨ªan renunciado a entrar en la zona protegida donde se celebr¨® la cumbre oficial, asumi¨® directamente el servicio de orden y los miles de agentes movilizados se escondieron en los aleda?os, preparados para intervenir, pero invisibles para los manifestantes. La misma Jefatura Superior de Polic¨ªa fue protegida exclusivamente por un corredor integrado por manifestantes antiglobalizaci¨®n.
A diferencia de lo sucedido en junio, esta vez la polic¨ªa logr¨® discriminar entre los manifestantes y los grupos aislados de provocadores que rompieron escaparates -entre ellos, los de la sede central de Comisiones Obreras-. El bloque independentista -el que integraba a Batasuna- incluso pact¨® con la polic¨ªa, sobre la marcha, una pausa en su recorrido para permitir que las fuerzas del orden controlasen a los alborotadores encapuchados.
Cuando empezaron los primeros incidentes aislados, los organizadores ya hab¨ªan le¨ªdo su manifiesto y ¨²nicamente se estaba manifestando el bloque independentista, que acept¨® disolverse en torno a las nueve de la noche -tres horas despu¨¦s del inicio de la manifestaci¨®n- para no verse mezclado con los alborotadores.
La manifestaci¨®n ten¨ªa tres bloques claramente diferenciados, cada uno con su lema, servicio de orden y manifesto propio: el primero, el m¨¢s numeroso, agrupaba a m¨¢s de 100 entidades c¨ªvicas en torno a la Campa?a contra la Europa del Capital. El segundo, el m¨¢s reducido, vinculado al independentismo radical. Al final se situ¨® el Foro Social de Barcelona, la plataforma moderada, que agrupa a toda la izquierda parlamentaria, los sindicatos mayoritarios y varias organizaciones sociales.
La asistencia a la manifestaci¨®n multiplic¨® por seis las previsiones m¨¢s optimistas. Se esperaba como mucho a 50.000 personas y acudieron m¨¢s de 300.000: igual que en G¨¦nova y muy por encima de otros referentes del movimiento antiglobalizaci¨®n, como Seattle y Gotemburgo, que no superaron los 20.000 manifestantes. Cuando la cabecera lleg¨® al final del itinerario, tras recorrer los dos kil¨®metros de la marcha, el segundo bloque ni siquiera hab¨ªa iniciado su recorrido y el tercero -donde se encontraba la gran mayor¨ªa de pol¨ªticos- ni lleg¨® a salir.
La marcha iba encabezada por la pancarta Contra la Europa del capital y la guerra. Otro mundo es posible y alberg¨® en su seno a reivindicaciones parciales muy variadas -desde el rechazo al Plan Hidrol¨®gico Nacional hasta el apoyo a la causa palestina, pasando por la legalizaci¨®n de la marihuana-, pero con un objetivo com¨²n: corregir el 'proceso de globalizaci¨®n neoliberal'. Entre los muchos c¨¢nticos de los manifestantes destacaron, entre otros, 'Somos gente pac¨ªfica, no criminales' y 'Globalicemos la solidaridad'.
Los organizadores aprovecharon el tono festivo que quer¨ªan impregnar en la marcha para realizar varias pantomimas cr¨ªticas con los presidentes del Gobierno, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, y de la Generalitat, Jordi Pujol, quienes hab¨ªan mostrado su malestar por la manifestaci¨®n.
Desbordados por el ¨¦xito
No pudieron moverse. Los manifestantes que formaban el tercer y ¨²ltimo grupo de la manifestaci¨®n, el Foro Social, acabaron por disolver su concentraci¨®n tras dos horas de espera en el punto de salida. La Via Laietana no consegu¨ªa engullir a todos los manifestantes y, pasadas las ocho de la tarde, representantes pol¨ªticos y sindicales decidieron disolverse. Los socialistas catalanes estuvieron representados por su secretario de Organizaci¨®n, Joan Rangel, y su portavoz en el Parlament de Catalunya, Miquel Iceta. ?ste respondi¨® a las cr¨ªticas vertidas por el PP y por Converg¨¨ncia i Uni¨® por la participaci¨®n de los socialistas en la marcha antiglobalizaci¨®n. 'Los ataques demuestran que la derecha est¨¢ en posiciones cada vez m¨¢s reaccionarias; nosotros estamos donde hemos estado siempre', dijo Iceta. El portavoz de ERC, Joan Ridao, defendi¨® la manifestaci¨®n afirmando: 'Hay que demostrar que es posible una Europa m¨¢s social y que cuente con las naciones'. El presidente de Iniciativa per Catalunya, Joan Saura, destac¨®: 'Es imposible construir una Europa m¨¢s social sin movilizaci¨®n social'. El secretario general de CC OO de Catalu?a, Joan Coscubiela, destac¨® el car¨¢cter 'masivo' de la manifestaci¨®n y Josep Maria ?lvarez (UGT) abog¨® por 'mantener los derechos por los que gente como Aznar nunca luch¨®'.
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