El poeta malague?o ?lvaro Garc¨ªa se sit¨²a con 'Ca¨ªda' en la estela de la Gran Poes¨ªa
Pre-Textos lanza el cuarto libro del ganador del Premio Hiperi¨®n en 1989
El poema que surge del dolor m¨¢s ¨ªntimo y de la ambici¨®n literaria del autor no tiene por qu¨¦ empaparse de confesi¨®n y grandilocuencia. Algo as¨ª sucede con el cuarto libro de poes¨ªa de ?lvaro Garc¨ªa (M¨¢laga, 1965), Ca¨ªda, poema ¨²nico de 309 versos con el que el autor, traductor de Auden, White y Kipling y devoto de la poes¨ªa inglesa de Elliot o Milton, busca 'perderle el miedo a la palabra revelaci¨®n y situarme a la sombra de la Gran Poes¨ªa'. La cr¨ªtica ha alabado su trabajo un¨¢nimemente. El reciente Premio Lara, ?lvaro Pombo, califica su poes¨ªa de 'profundamente l¨²cida'.
Si con su primer poemario, La noche junto al ¨¢lbum (Premio Hiperi¨®n 1989), Garc¨ªa alcanz¨® r¨¢pidamente la categor¨ªa de 'brillante promesa' y se situ¨® en una corriente literaria cercana a la Nueva Sentimentalidad, sus siguientes libros se han ido despojando, a la manera juanramoniana, de an¨¦cdota y referencia concreta. 'La poes¨ªa no tiene que contar la vida, sino tener en cuenta lo vivido; a veces la an¨¦cdota es un co¨¢gulo en el poema que lastra al lector porque cada uno tiene una vivencia espec¨ªfica', explica el autor. Garc¨ªa ya lleg¨® con su anterior libro, Para lo que no existe, tambi¨¦n editado por Pre-Textos, al quinteto finalista del Premio Nacional de Poes¨ªa en 1999.
Surgido de una situaci¨®n personal muy dolorosa -una separaci¨®n obligada de su esposa cuando el amor entre la pareja era a¨²n muy intenso, confiesa-, este canto sobre el paso del tiempo y la mudanza de las cosas acab¨® convirti¨¦ndose en una suerte de terapia de tres meses 'de la que sal¨ª mejor de lo entr¨¦'. 'Este poema es un triunfo del arte sobre la ciencia; me ayud¨® a lograr lo que varios psic¨®logos de pareja no pudieron', confiesa el autor quien a?ade que cuando su mujer, ya separados, lo ley¨®, sinti¨® que volv¨ªa a vivir. 'Segu¨ª la receta de los antiguos griegos, donde los m¨¦dicos aconsejaban escribir poemas para salvarse', sonr¨ªe. 'Hay que perderle el miedo a la palabra revelaci¨®n. Lo que importa es la Gran Poes¨ªa y a esa sombra he querido escribir . Es lo que hac¨ªa Shakespeare: toda su obra tiene una euforia verbal y un vigor que no hay quien da?e'.
Si bien rechaza pertenecer a grupo literario alguno, Garc¨ªa defiende su vinculaci¨®n con un c¨ªrculo de autores-amigos, muchos de ellos malague?os con los que comparte 'un modo muy personal de celebrar el ¨¦xito ajeno, una especie de autor¨ªa conjunta'. Misticismo, canto, metaf¨ªsica o zen son palabras que surgen hablando de Ca¨ªda. Garc¨ªa admite afinidades con la actitud zen -'yo en vez de hacer yoga, escribo poes¨ªa', dice- pero matiza sobre la metaf¨ªsica. 'Hablar de poes¨ªa metaf¨ªsica es demasiado. La poes¨ªa tiene apetito metaf¨ªsico pero no busca conclusiones. Bastante tiene un poema con contener poes¨ªa, que hay libros de 50 poemas, alguno m¨ªo entre ellos, donde es improbable que en todos exista poes¨ªa. Este ha sido un trabajo de mucha construcci¨®n donde he tenido que mantener el tono para no aburrir, que guarda una m¨²sica honda de fondo y que aspira a no agotarse en una sola lectura', dice.
En el a?o del homenaje a un poeta de la Generaci¨®n del 27 que vio sus primeros poemas publicados en la revista malague?a Litoral, ya va surgiendo la pol¨¦mica en algunos c¨ªrculos cr¨ªticos y literarios sobre si Luis Cernuda hubiese recibido con alegr¨ªa estos homenajes. Garc¨ªa, que ha sido tutor y asesor literario de la Residencia de Estudiantes, afirma rotundo: 'Est¨¢ claro que no; s¨®lo hay que leer un poema como Birds in the night para saber que abominaba de cosas as¨ª'. Sin embargo, enseguida recuerda c¨®mo a veces la desobediencia a los deseos del autor es buena para la literatura. 'Imagina qu¨¦ suceder¨ªa si se hubiese hecho caso a Kafka y se hubiesen destruido sus escritos. Por mucho que Cernuda tuviese ese orgullo antipol¨ªtico, la pol¨ªtica tiene precisamente esa funci¨®n de instrucci¨®n p¨²blica. As¨ª que espero que no sea malo que se le desobedezca un poco y que el homenaje civil que merece acerque a nuevos lectores a su obra indispensable'.
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