'La 'tasa Tobin' no perjudicar¨ªa a los mercados financieros'

Paul Bernd Spahn, catedr¨¢tico de Finanzas P¨²blicas en la Universi-dad de Francfort, es el autor de un estudio detallado sobre la posibilidad de gravar los flujos de divisas a corto plazo y destinar la recaudaci¨®n a aliviar la pobreza en el mundo, tal y como propuso ya en los a?os setenta el recientemente fallecido Nobel de Econom¨ªa James Tobin. Los planteamientos de Spahn han sido puestos a discusi¨®n en Monterrey por la ministra de Cooperaci¨®n Econ¨®mica alemana, Heidemarie Wieczorek-Zeul. El profesor, de 63 a?os, contesta el tel¨¦fono desde Macedonia, donde asesora al Gobierno en asuntos de finanzas comunales.

Pregunta. Usted dice que es posible introducir la tasa Tobin. ?C¨®mo?

Respuesta. Elevando un gravamen del 0,01% sobre todas las operaciones de divisas, con un plazo menor de un mes, entre el euro y el d¨®lar. ?stas representan cerca del 30% del total. Lo que sucede con el d¨®lar y el yen no nos interesa. Como europeos, podr¨ªamos elevar un impuesto sobre lo que a nosotros ata?e. Eso s¨ª, Londres y Z¨²rich tendr¨ªan que participar para lograr una actuaci¨®n homog¨¦nea en la franja de horarios europea.

P. Adem¨¢s, usted propone un gravamen sobre la especulaci¨®n en los mercados emergentes.

R. Las divisas que no son estables son aquellas de los pa¨ªses en desarrollo. Hemos visto que all¨ª, en muy poco tiempo, puede haber depreciaciones muy considerables, lo que pone en serios aprietos a estos pa¨ªses. Se podr¨ªan evitar si se estableciese un corredor para el tipo de cambio y se impusiese un gravamen punitivo para todas aquellas operaciones que supongan desviaciones masivas.

P. ?Todo esto no reducir¨ªa el volumen de transacciones en el mercado de divisas?

R. S¨ª, pero no sustancialmente. Soy de la opini¨®n de que esto no afecta en absoluto a los mercados financieros. Quien afirma que un 0,01% da?a al mercado, deber¨ªa recordar lo que suced¨ªa hace cinco a?os, cuando los mercados -cuya tecnolog¨ªa no estaba tan desarrollada- estuvieron dispuestos a cargar con costes mucho mayores. Al mismo tiempo, un 0,01% supondr¨ªa considerables ingresos (entre 17.000 y 20.000 millones de euros al a?o) que se podr¨ªan utilizar para la ayuda al desarrollo.

P. ?C¨®mo se aplicar¨ªa?

R. El gravamen se puede elevar ya sea cuando se contrata una transacci¨®n o cuando se paga. Yo tiendo a esta segunda opci¨®n. Como en el caso de una tarjeta de cr¨¦dito: pago con ella en el exterior, y a fin de mes la entidad financiera me cobra un 1,5 o un 2% adicional. Adem¨¢s, en el mercado de divisas hay una tendencia a la concentraci¨®n que facilita la introducci¨®n de este impuesto. Hoy d¨ªa son 20 los bancos que dominan el negocio. En el futuro, ser¨¢n a¨²n menos.

P. ?No supondr¨ªa una desventaja competitiva para Europa?

R. No, porque se trata de un margen muy, muy peque?o. Adem¨¢s, Europa es la plaza financiera l¨ªder en el mundo y lo seguir¨¢ siendo. Es absurdo imaginar que las transacciones de divisas se podr¨ªan trasladar a las Bahamas. La tecnolog¨ªa est¨¢ firmemente anclada en Londres. M¨¢s bien se trasladar¨ªa a Nueva York, pero est¨¢ en otra franja horaria.

P. ?C¨®mo juzga la posibilidad de que su propuesta un d¨ªa sea llevada a la pr¨¢ctica?

R. Como Tobin, soy esc¨¦ptico, aunque veo desarrollos interesantes y puedo imaginar, a largo plazo, un acuerdo europeo. El papel del Reino Unido ser¨¢ decisivo.