El Gobierno de Nigeria se enfrenta a los tribunales de la 'shar¨ªa'
La presi¨®n internacional logra la intercesi¨®n a favor de Safiya Hussaini
La presi¨®n internacional para obtener el perd¨®n de Safiya Hussaini, la mujer condenada en Nigeria a morir lapidada por adulterio, ha tenido un primer efecto. El ministro nigeriano de Justicia, Kanu Agabi, envi¨® el pasado 18 de marzo, seg¨²n publicaba ayer la prensa nigeriana, una carta a los gobernadores de los 12 Estados rebeldes del norte que decidieron adoptar la shar¨ªa como c¨®digo penal en la que les advert¨ªa que la aplicaci¨®n estricta es ilegal y contraria a la Constituci¨®n. El Ejecutivo nigeriano afirma incluso que la ley isl¨¢mica, instaurada de facto hace tres a?os en esa zona, puede poner en peligro la existencia de Nigeria como naci¨®n.
El anuncio del Gobierno del presidente Olusegun Obasanjo (cristiano), quien desde el principio se opuso a la implantaci¨®n de la ley isl¨¢mica aunque no tom¨® ninguna medida concreta al respecto, es esencial de cara al proceso de apelaci¨®n de Hussaini, 35 a?os, condenada a morir por lapidaci¨®n y cuyo futuro se decidir¨¢ el pr¨®ximo lunes.
'Un musulm¨¢n no debe quedar sujeto a un castigo m¨¢s severo del que se impondr¨ªa a otros nigerianos por el mismo delito', afirma el ministro en la carta recogida por varios diarios del pa¨ªs. Y precisa: 'La igualdad ante la ley significa que los musulmanes no deben ser discriminados'. 'Como gobernador electo, estoy seguro de que no tolerar¨¢ tal disparidad en la aplicaci¨®n de condenas, porque no va s¨®lo en contra de la Constituci¨®n, sino de la igualdad y la buena conciencia', a?ade.
Kanu Agabi insiste en la cuesti¨®n constitucional, afirmando que tanto los individuos como los Estados deben cumplir la Ley Fundamental, y que la discriminaci¨®n que supone la aplicaci¨®n de la shar¨ªa amenaza 'la estabilidad, la unidad y la integraci¨®n de la naci¨®n'. 'Proceder como si la Constituci¨®n no existiese o como si fuera irrelevante es negar la existencia de la naci¨®n en s¨ª misma, no podemos negar el imperio de la ley y esperar que tengamos paz y estabilidad', a?ade el ministro en la carta.
En opini¨®n del director de la secci¨®n espa?ola de Amnist¨ªa Internacional (AI), Esteban Beltr¨¢n, 'el paso dado es muy positivo, aunque se queda corto'. Beltr¨¢n se mostr¨® ayer cauteloso y manifest¨® que 'la shar¨ªa no ha sido derogada; de momento, lo ¨²nico que hay es el env¨ªo de una carta a los administradores de 12 de los 19 Estados del norte del pa¨ªs donde la ley isl¨¢mica est¨¢ instaurada, pero este hecho no tiene una implicaci¨®n ejecutiva'. Para el director de la organizaci¨®n de defensa de los derechos humanos, 'Safiya sigue en peligro'. 'Ahora m¨¢s que nunca sigue siendo necesaria la presi¨®n internacional', declar¨® Beltr¨¢n, antes de asegurar que la carta del ministro nigeriano de Justicia respond¨ªa, 'sin duda alguna', a esa presi¨®n.
El pasado lunes, el tribunal isl¨¢mico de Sokoto (Estado del noroeste de Nigeria, de mayor¨ªa musulmana y que se rige por la ley isl¨¢mica) al revisar el caso de Safiya decidi¨® aplazar hasta la semana pr¨®xima su veredicto definitivo sobre la condena a muerte por lapidaci¨®n de esta mujer, despu¨¦s de que en las semanas anteriores se desarrollara una fuerte campa?a internacional en su defensa. El presidente de la secci¨®n espa?ola de AI insisti¨® en que no hay que 'rebajar ni la presi¨®n ni las movilizaciones'. As¨ª, Amnist¨ªa Internacional entregar¨¢ hoy en la Embajada de Nigeria en Madrid m¨¢s de 600.000 firmas recogidas para evitar la condena a muerte de Safiya.
Cuando falta menos de un a?o para las elecciones presidenciales, la carta del ministro Agabi no puede ser vista sino en t¨¦rminos pol¨ªticos. El presidente Obasanjo recibi¨® un apoyo muy importante de los Estados musulmanes del norte en las pasadas elecciones -en febrero de 1999 y las primeras despu¨¦s de 15 a?os de dictaduras militares-, a pesar de que ¨¦l mismo es un cristiano de los Estados del Sur. La repulsa que Obasanjo siente hacia los brutales castigos impuestos por la shar¨ªa, junto con la calculada estrategia de que obtendr¨ªa un elevado n¨²mero de votos de aquellos que se oponen a la la ley isl¨¢mica, habr¨ªa sido el detonante que ha llevado al Gobierno federal a tomar tal decisi¨®n.
M¨¢s lapidaciones
Las sentencias que incluyen castigos como la flagelaci¨®n, la amputaci¨®n de miembros y la lapidaci¨®n, como ponen de relieve el caso de Safiya Hussaini y el de Atthiru Umaru, un hombre de 35 a?os tambi¨¦n condenado a lapidaci¨®n en septiembre de 2001, se han hecho m¨¢s comunes en Nigeria desde enero de 2000, fecha en la que varios Estados de la Rep¨²blica Federal de Nigeria introdujeron nuevas leyes o c¨®digos penales basados en la shar¨ªa (t¨¦rmino ¨¢rabe que significa lo que est¨¢ prescrito).
Bajo las nuevas leyes, los tribunales de la shar¨ªa pueden ahora imponer los siguientes castigos a musulmanes: flagelaci¨®n por consumo de alcohol o relaciones sexuales premaritales, amputaci¨®n por hurto y lapidaci¨®n por adulterio.
Con casi 130 millones de habitantes, Nigeria es el pa¨ªs m¨¢s poblado de ?frica y uno de los Estados del continente donde la diversidad religiosa, pol¨ªtica y ¨¦tnica desemboca con mayor frecuencia en enfrentamientos armados.
'Buenas noticias'
El presidente de Nigeria, Olusegun Obasanjo, expres¨® ayer al jefe del Ejecutivo espa?ol y presidente de turno de la Uni¨®n Europea, Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, su confianza en que haya pr¨®ximamente 'buenas noticias' sobre el proceso judicial de Safiya, informa Efe. Esa confianza en un futuro de la causa contra esta mujer nigeriana fue expuesta en la reuni¨®n que mantuvieron Aznar y Obasanjo en Monterrey (M¨¦xico), donde ambos participan en la Conferencia de Financiaci¨®n al Desarrollo.
Fuentes del Ejecutivo espa?ol informaron de que Aznar se interes¨® por celebrar esa reuni¨®n para conocer detalles del proceso y conseguir de las autoridades nigerianas que se evite una sentencia de muerte contra esta mujer. Obasanjo explic¨® a Aznar que se trata de una decisi¨®n que no corresponde al Gobierno, sino que es una resoluci¨®n judicial de un Estado de su pa¨ªs. No obstante, manifest¨® su optimismo ante un desenlace feliz de dicho proceso.
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