Historia y estilo en la capital europea de la cultura

Capital Europea de la Cultura durante este a?o de 2002, Salamanca consolida su patrimonio monumental con la rehabilitaci¨®n del antiguo convento de San Esteban, parte del cual acaba de ser transformado en un hotel de cierto lujo. Quien tenga reservada una cama en ¨¦l podr¨¢ admirar, sin ir muy lejos, el fabuloso retablo del altar mayor, obra maestra del barroco espa?ol iniciada a finales del siglo XVII por Jos¨¦ de Churriguera. Iglesia y cenobio forman un feliz matrimonio apadrinado, a partir de ahora, por la cadena AC Hotels, que cuenta ya con 29 establecimientos repartidos por la geograf¨ªa peninsular y espera disponer de una cincuentena larga en los pr¨®ximos dos a?os.

Imperativos de la historia, el hotel desgrana sus estancias en dos cuerpos de edificio laber¨ªnticos, aunque abordables gracias a una se?alizaci¨®n eficaz. La entrada sufre el incordio de un peque?o aparcamiento para coches con el que se comparte acceso peatonal. El comedor ocupa el refectorio original del convento, un espacio configurado por grandes arcos con ventanales orientados al jard¨ªn, algo fr¨ªo en su amplitud, pese a la nobleza de los detalles que cubren las mesas. Aqu¨ª se ofrecen los desayunos desde muy temprano por la ma?ana. Un buf¨¦ escaso, probablemente reseco y pasado de punto.

Con mejor aspecto se presenta el sal¨®n, en la planta 1, seccionado en cuadrantes de sof¨¢s con adornos sobrios y ambientado por una extensa biblioteca de vol¨²menes manidos, entre ellos varios tomos de la revista D¨ªgame, de los a?os 1963 a 1968, donde puede leerse c¨®mo despuntaba la artista Marisol o el diestro Santiago Mart¨ªn, El Viti, triunfaba en las plazas de Espa?a.

Refinado y polivalente

Los dormitorios, algunos de los cuales miran a la catedral, exhiben ese toque refinado y polivalente que AC Hotels mantiene en su divisi¨®n de lujo Grand Class. Tanto para el descanso como para sacudirse la necesidad de encender el ordenador port¨¢til, la variedad de servicios no encuentra parang¨®n en otros establecimientos salmantinos, incluida la gratuidad del minibar. Tampoco resulta habitual en la cadena el sesgo de calidad y nobleza reflejado por el mobiliario. Una recreaci¨®n visual lograda a partir de maderas oscuras, ambientes de luz hal¨®gena y ciertos atisbos de minimalismo que el interiorista ha diluido para no ser tildado de aburrido y repetitivo. L¨¢stima que el equipamiento electr¨®nico no haya gozado del mismo empe?o por estar a la ¨²ltima.

Si el estilo de esta emergente cadena hotelera se apoya en los nuevos conceptos, seguramente uno de ellos rueda por las repisas de los cuartos de ba?o, rutilantes de espejos, cristales y, naturalmente, encimeras de genuino dise?o. Es la pastilla de jab¨®n con forma de pelotita de golf, marca ingeniosa de la casa, deslizante al m¨ªnimo contacto con el agua.