Un paseo por Las Palmas de Gran Canaria de ¡®Moby Dick¡¯
La pel¨ªcula de la ballena blanca se rod¨® en la capital de la isla en 1954 y dej¨® una gran huella en la ciudad. Una ruta siguiendo el rastro de los bares favoritos de John Huston y Gregory Peck o el barrio de sus veladas de boxeo

Hace 70 a?os se rod¨® en Las Palmas de Gran Canaria la pel¨ªcula de Hollywood Moby Dick, dirigida por John Huston y protagonizada por Gregory Peck. Es el mayor rodaje jam¨¢s contado de Canarias. Ocurri¨® durante cinco semanas, en la Navidad de 1954. Entonces no exist¨ªa la Avenida Mar¨ªtima que recorre la ciudad bordeando el mar de norte a sur. Pase¨¢ndola podemos imaginar el operativo de la filmaci¨®n, pues en ese litoral se rod¨® al cachalote blanco gigante huyendo de las barcas balleneras capitaneadas por el capit¨¢n Ahab. El cachalote, construido sobre una barcaza plana, de madera, hierro y l¨¢tex, de 26 metros y 100 toneladas de peso m¨¢ximo, iba atado por un cable a un remolcador que aceleraba y frenaba bruscamente. As¨ª levantaba el morro y lo hund¨ªa en el agua. Alrededor, tres fal¨²as con John Huston y el equipo de c¨¢mara fabricaban lluvia con mangueras y lanzaban al mar engodo para atraer a las gaviotas. En un yate de 40 metros iban Peck y el resto de actores.
Por el litoral de la playa de Las Canteras se filmaron las cuatro barcas balleneras persiguiendo a Moby Dick. En los d¨ªas que el mar es un lago, se puede alquilar una tabla de paddle surf en Sup Revolution (Tenerife, 12) y deslizarse sobre el mismo set de rodaje, el mar cercano al Confital. Son 15 euros la hora. Desde la plaza de Pepe el limpiabotas se tiene la mejor vista. Aqu¨ª se film¨® tambi¨¦n el final de la pel¨ªcula, con el marinero Ismael (Richard Basehart), ¨²nico superviviente, asido al ata¨²d de su amigo Queequeg (Friedrich von Ledebur) esperando ser rescatado.

En el final de Las Canteras, La Puntilla era entonces un moderno barrio de pescadores. Durante el rodaje, la referencia era el bar de Juan P¨¦rez (Prudencio Morales, 21, donde hoy est¨¢ La Macarena). All¨ª se avituallaba y festejaba el equipo. Su popularidad la ostenta hoy La Marinera, al final del paseo. No fallan el gofio escaldado, la cola de cherne a la espalda y la ensalada con berros, lechuga, salm¨®n, tomate, aguacate y cebolla roja. Para esp¨ªritus m¨¢s sofisticados, el restaurante Fuji (Pedro Castillo Westerling, 20), de 1967, el japon¨¦s m¨¢s antiguo de Espa?a, es tambi¨¦n pionero en introducir en Canarias la cocina nipona de fusi¨®n. Destacan sus niguiris flambeados de huevos de codorniz, salm¨®n o foie, y su carpaccio de at¨²n con aguacate, manga, trufa y ali?o japon¨¦s.

Muy cerca, justo al lado del Mercado del Puerto (Albareda, 76), en el espacio que hoy ocupa el Edificio Mapfre (Poeta Agust¨ªn Millares Sall, 3), estaban los talleres ingleses Hull Blyth. All¨ª, carpinteros de ribera canarios construyeron la r¨¦plica del personaje inmortal de Herman Melville. Tambi¨¦n un decorado basculante con un trozo del lomo del cachalote para los primeros planos de Ahab enloquecido, hundiendo el arp¨®n y un trozo de la cubierta del barco ballenero Pequod con cofa incluida.
Jazz y sancocho en Ciudad Jard¨ªn
En el apacible barrio de Ciudad Jard¨ªn est¨¢ el hotel Santa Catalina (Le¨®n y Castillo, 227). Fue donde se alojaron los miembros m¨¢s importantes del equipo. Gregory Peck lo calific¨® de ¡°soberbio, uno de los mejores hoteles de Europa¡±. Construido en 1890 por James MacLaren con su caracter¨ªstica planta de mariposa, en 1954 hac¨ªa dos a?os que hab¨ªa sido remodelado en estilo neocanario por Miguel Mart¨ªn-Fern¨¢ndez. Hoy es el Royal Hideaway Santa Catalina Gran Lujo de la cadena Barcel¨® y luce una remodelaci¨®n de 2019. Si es domingo, no hay que perderse su Jazz Brunch (de 12.00 a 14.00; hay que reservar). Con suave m¨²sica de jazz en directo, ofrece un suculento bufet con cava ilimitado y una amplia selecci¨®n de platos, como huevos benedictinos, salm¨®n y entrecot.

Junto al hotel, el paseo de Alonso Quesada conmemora a uno de los mejores escritores locales. Caminando 300 metros se llega al Club Ingl¨¦s (Le¨®n y Castillo, 274), heredero del legado brit¨¢nico en la ciudad. A ellos debemos la construcci¨®n del puerto de La Luz, en 1883. Tambi¨¦n eran inglesas las casas consignatarias Miller y Elder, fundamentales para el rodaje. El Club Ingl¨¦s est¨¢ en una elegante casona roja de dos plantas de 1902. En su bar, John Huston y Gregory Peck tomaron whisky muchas tardes. El actor incluso llego a aparecer con su pata de palo de malvado capit¨¢n Ahab en una fiesta infantil. En la planta baja est¨¢ La casa de las semillas, una terraza que abre de martes a domingo desde las ocho de la ma?ana. Es de las pocas de Las Palmas donde a¨²n se puede escuchar a los p¨¢jaros.
Entre Ciudad Jard¨ªn y el barrio de Alcaravaneras merece la pena visitar el bonito parque en lo que fue el emblem¨¢tico Estadio Insular, el campo de f¨²tbol de Las Palmas. Conserva sus gradas m¨¢s emblem¨¢ticas, la de tribuna y la grada curva. Su c¨¦sped fue pisado el d¨ªa de Navidad por Gregory Peck para un saque de honor. Chut¨® tan fuerte que desde la grada pidieron ficharlo. El 7 de enero de 1955, Las Palmas jug¨® contra el Real Madrid de Di St¨¦fano, Puskas y Gento. Empataron a uno. Uno de los actores que acudi¨® fue Leo Genn (quien en Moby Dick interpretaba a Starbuck, el primer oficial). Muy cerca est¨¢ uno de los mejores restaurantes de comida casera de Las Palmas, Samoa (Valencia, 43), famoso por sus tollos en salsa. Si lo tienen, hay que probar su sancocho. Aut¨¦ntico. Cherne salado con mojo verde, papas con mojo rojo, batata y pella de gofio.
El barrio de Triana: de epicentro del boxeo a sede bohemia
Huston y Peck prefer¨ªan el boxeo al f¨²tbol y acudieron a veladas en un ring que hab¨ªa en lo de lo que hoy es el patio del Teatro Cuy¨¢s (Viera y Clavijo, s/n), en el barrio de Triana. El 30 de diciembre se organiz¨® un combate ben¨¦fico y particip¨® gran parte del elenco de Moby Dick. Ellos dos actuaron de entrenadores de los p¨²giles Tom Cleeg (el arponero indio Tashtego) y el especialista Joe Powell, conocido como El Toro. Seamus Kelly (Flask, tercer oficial) fue el cronometrador y Harry Andrews (Stubb, segundo oficial), el maestro de ceremonias. Edric Connor (el arponero negro Dagoo) cant¨® el espiritual Ol¡¯ Man River. Fue el primer combate de pesos pesados de la ciudad.

En el mismo barrio, junto al parque San Telmo, el hotel Parque (Muelle Las Palmas, 2) reserv¨® 50 habitaciones para el equipo. Desde ah¨ª se organizaba toda la log¨ªstica del rodaje. En la calle Triana se form¨® un tumulto cuando Gregory Peck fue reconocido comprando manteler¨ªa canaria en la tienda Drago (Clavel, 4, hoy helader¨ªa Gelizia). A sus 38 a?os, la estrella gozaba de una gran popularidad por el ¨¦xito de Vacaciones en Roma, con Audrey Hepburn, que se estren¨® en Las Palmas durante su estancia en el desaparecido cine Capitol. Tambi¨¦n fue reconocido cuando asisti¨® con su novia Veronique Passani el d¨ªa de Navidad a la Misa del Gallo en la catedral de Santa Ana (Obispo Codina, 13). Muy cerca, en el Teatro Guiniguada (Mesa de Le¨®n, 2), entonces cine Avellaneda, proyectaban lo que se iba filmando.

Peck tambi¨¦n visit¨® la Casa de Col¨®n (Col¨®n, 1) y estuvo en el bar del Hotel Madrid (plazoleta de Cairasco, 4). Una foto en el interior a¨²n lo atestigua. Su terraza fue sede de la bohemia local hasta la llegada de cruceristas. Hoy la referencia es el bar La Coqueta (Cano, 30). Abre de 12.00 a 23.00 todos los d¨ªas, y la tortilla de papas y el salmorejo son sus platos estrella. La calle Cano es una pasarela los viernes por la tarde. Frente a La Coqueta, Karb¨®n Kale (Cano, 31) propone unas sabrosas carnes acompa?adas con ceviche de langostinos y aguacate o puerros confitados a la carbonara.

Para cenar, La Florinda (Cano, 19) es una gran opci¨®n. El huevo de corral escalfado y crema trufada de papa se sale. Fuera de carta, es recomendable el carpaccio de at¨²n rojo, con g¨¦nero pescado directamente en el mar del sur de Gran Canaria. Por ah¨ª sigue resoplando Moby Dick, en sus rutas por los cinco oc¨¦anos, 70 a?os despu¨¦s.
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