Un l¨ªder sin brillo hecho en el aparato
El socialismo vasco hist¨®rico, tan aludido como ra¨ªz en las tres intervenciones de los candidatos, lleva camino de convertirse tambi¨¦n en semillero de sus dirigentes m¨¢s recientes. El nuevo secretario general de los socialistas vascos elegido ayer, Patxi L¨®pez, tiene ese pedigr¨ª que muy pocos pueden exhibir y que caracteriz¨® tambi¨¦n a su predecesor, Nicol¨¢s Redondo Terreros, con el que guarda un asombroso paralelismo. Hasta el punto de sucederle en estos momentos cr¨ªticos y decisivos al frente del partido que sus respectivos progenitores -Patxi es hijo de Eduardo L¨®pez Albizu Lalo, sindicalista de La Naval e ¨ªntimo de Nicol¨¢s Redondo padre, ambos de Portugalete- contribuyeron a forjar.
Destac¨® que su partido cumplir¨¢ con la misi¨®n 'hist¨®rica' de 'tomar la iniciativa'
A sus 42 a?os, la carrera pol¨ªtica y profesional de Patxi L¨®pez ha discurrido en exclusiva dentro del partido socialista, en concreto en el n¨²cleo duro del socialismo de la Margen Izquierda. 'Es la pasi¨®n de mi vida, que me transmiti¨® mi padre', reconoci¨® ayer en su discurso de presentaci¨®n, al recordar a su auditorio que su militancia en el PSOE ya ha cumplido los 25 a?os. Como buen alev¨ªn, L¨®pez milit¨® en las Juventudes Socialistas antes de ser mayor de edad, desde 1977, por lo que su verdadera universidad -inici¨® los estudios de ingenier¨ªa, que no culmin¨®- fue la transici¨®n pol¨ªtica. Pese a su discreto perfil p¨²blico, L¨®pez ha acumulado un denso curr¨ªculum interno, cual funcionario que escala posiciones a fuerza de trabajo en la sombra. Fue diputado en Madrid entre 1987 y 1990 y est¨¢ en el Parlamento vasco desde 1991 hasta hoy, aunque en todo ese tiempo cuesta recordar una intervenci¨®n parlamentaria suya relevante.
En sus cargos internos ha sido donde ha apuntalado su actual poder. L¨®pez, que est¨¢ casado con Bego?a Gil, concejala socialista en el Ayuntamiento de Bilbao, ocup¨® la poderosa secretar¨ªa de Organizaci¨®n del PSE en 1991, tras el VI Congreso. Cuatro a?os despu¨¦s pas¨® a encargarse de la secretar¨ªa Institucional, que dej¨® en 1997 para convertirse en el secretario general de los socialistas vizca¨ªnos en sustituci¨®n de su compa?ero de juegos y amigo de la infancia Nicol¨¢s Redondo Terreros, cuando ¨¦ste se hizo cargo de la direcci¨®n del PSE.
Patxi L¨®pez accede ahora al cargo que Redondo abandon¨® por sorpresa el pasado 21 de diciembre. La envergadura de la empresa es tal que va a poner a prueba su capacidad de liderazgo y a despejar las dudas que suscita. No es dif¨ªcil encontrar testimonios en su partido que, invocando su gris trayectoria, ponen en cuesti¨®n que sea capaz de sacar adelante la empresa. 'Le faltan tres a?os para estar preparado', afirman algunos. Pero otros socialistas se muestran convencidos de que mostrar¨¢ su verdadero car¨¢cter al hacer frente a una situaci¨®n extraordinaria como la que tiene ante s¨ª.
Accede a la direcci¨®n del partido en un momento de alerta roja, cuando las sensibilidades dolidas por la crueldad del terrorismo pueden ser presa f¨¢cil de pasiones. Pero lo hace con un respaldo algo m¨¢s holgado que el que disfrut¨® su prodecesor y puede contribuir a darle estabilidad y confianza. El 57% de los votos delegados, l00 por encima de su inmediato adversario en una elecci¨®n con tres candidatos, es un resultado que denota, no s¨®lo capacidad de control interno del aparato, sino un discurso ampliamente aceptado en el que ha sabido jugar con la ambig¨¹edad necesaria.
Adem¨¢s de la resistencia c¨ªvica contra ETA y la unidad interna, Patxi L¨®pez destac¨® que su partido cumplir¨¢ con su 'misi¨®n hist¨®rica' de 'tomar la iniciativa' para no resignarse a la confrontaci¨®n actual, ni aceptar que la pol¨ªtica se haga desde las trincheras. Ardua tarea para un partido que, como record¨®, se ha sentido 'solo y desamparado'. La composici¨®n de una ejecutiva integradora y la renovaci¨®n generacional a la que parece dispuesto - 'jubilar' a los hist¨®ricos de la transici¨®n es otro dif¨ªcil paso a dar- es su inmediato trabajo.
Su intervenci¨®n de ayer denot¨® que Patxi L¨®pez se dispone a dirigir con energ¨ªa y decisi¨®n la nave socialista. Su mensaje positivo result¨® convincente y fue el m¨¢s aplaudido por un auditorio que ya lo ve¨ªa como secretario general.
La normalidad presidi¨® la jornada m¨¢s esperada del congreso de los socialistas vascos, de la que el reci¨¦n elegido secretario general, mel¨®mano empedernido, s¨®lo guardar¨¢ una pena: no poder asistir al concierto de Van Morrison que ten¨ªa lugar en el otro edificio del Kursaal.
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