'El apoyo ¨¢rabe en Beirut al plan saud¨ª causar¨ªa un terremoto en Israel'
La crisis israelo-palestina se ha podrido hasta tales extremos que ha pasado el momento de buscar soluciones parciales. Una tregua no acabar¨¢ de una vez por todas con el conflicto. S¨®lo ser¨¢ un parche e, inevitablemente, la violencia volver¨¢. ?ste es, cuando menos, el diagn¨®stico del ex ministro israel¨ª de Exteriores, Shlomo Ben Am¨ª, que se muestra convencido de que 'no valen paliativos o arreglos t¨¦cnicos, hay que dar un gran salto hacia la paz'.
Para ello, habr¨ªa que forjar 'una gran coalici¨®n internacional', bajo liderazgo de EE UU y con participaci¨®n de la Uni¨®n Europea, Rusia y 'determinados pa¨ªses ¨¢rabes con valor a?adido', como Jordania, Egipto, Arabia Saud¨ª y Marruecos. Ese club acordar¨ªa una plataforma, que podr¨ªa ser avalada con una resoluci¨®n del Consejo de Seguridad de la ONU, con posibilidades reales de ser aceptada por los dos bandos, y no muy alejada de la que Bill Clinton forj¨® el verano de 2000 y se discuti¨® en Camp David y en Taba.
'Hay que dar un gran salto hacia la paz, m¨¢s all¨¢ de medicinas paliativas'
Con Ben Am¨ª al frente de la diplomacia israel¨ª, y con los laboristas en el Gobierno, su pa¨ªs acept¨® entonces dos capitales en Jerusal¨¦n, una devoluci¨®n masiva de territorio para conformar un Estado palestino y un desmantelamiento importante de los asentamientos jud¨ªos con posibilidad de entregar tierra israel¨ª como moneda de cambio por las colonias restantes. Aunque apenas se avanz¨® en la pol¨¦mica cuesti¨®n del retorno de los refugiados palestinos, la impresi¨®n generalizada fue que Israel nunca aceptar¨ªa ir m¨¢s all¨¢. Arafat dud¨® pero, finalmente, rechaz¨® la oferta.
Ben Am¨ª propone ahora que la propuesta de paz se discuta en una conferencia internacional en la que Estados Unidos asumir¨ªa la responsabilidad, como potencia hegem¨®nica, de 'torcer el brazo' a la parte que se resistiese. La UE, gran donante y principal apoyo pol¨ªtico y moral de la Autoridad Nacional Palestina, tendr¨ªa que esforzarse en hacer digerible a Arafat y los suyos ese compromiso hist¨®rico, un 'equilibrio razonable' sin vencedores ni vencidos.
'Con el actual nivel de violencia', a?ade el ex ministro de Exteriores, 'y con la percepci¨®n palestina de que se vive la ¨²ltima etapa, la decisiva, de la guerra por la independencia, se hace m¨¢s evidente que nunca la necesidad de acercamiento entre las partes, de que ¨¦stas asuman un inevitable e hist¨®rico compromiso. No hay alternativa'.
?Pueden Ariel Sharon y Yasir Arafat negociar esa soluci¨®n definitiva? Ben Am¨ª lo duda, al menos en lo que respecta al primer ministro israel¨ª, 'que dif¨ªcilmente ir¨ªa por ese camino'. ?Cu¨¢l ser¨ªa entonces la alternativa, habida cuenta de que los sondeos reflejan que, si cayese Sharon, tomar¨ªa el relevo Benjam¨ªn Netanyahu, m¨¢s radical a¨²n que ¨¦l?
El antiguo embajador en Madrid hace hincapi¨¦ en aclarar que 'la caracterizaci¨®n de la opini¨®n p¨²blica israel¨ª como ultraderechista es totalmente falsa'. Y pone un ejemplo: 'Imag¨ªnese lo que ocurrir¨ªa si, en la pr¨®xima cumbre de Beirut, los pa¨ªses ¨¢rabes aceptasen el llamado plan saud¨ª en sus t¨¦rminos iniciales . 'Eso causar¨ªa un aut¨¦ntico terremoto en Israel en el que todo ser¨ªa posible, como cuando Egipto recuper¨® la pen¨ªnsula del Sina¨ª'.
'Todo', por supuesto, significa que los laboristas (ahora socios minoritarios del Likud) se hagan con el poder. 'No quiero decir que para ese gran acuerdo de que hablo sea imprescindible un Gobierno laborista', se?ala, 'pero s¨ª al menos que seamos el eje de una gran coalici¨®n'.
En cuanto a Arafat, Ben Am¨ª sabe ('no es una opini¨®n, tengo datos objetivos') que 'es ¨¦l quien crea el ambiente propicio para el terrorismo palestino, el aut¨¦ntico director de orquesta, aunque no d¨¦ las instrucciones concretas a los suicidas'. Pero eso no le lleva a descartarle como interlocutor, porque 'es la personalidad m¨¢s relevante en el bando palestino, el padre fundador, y s¨®lo los padres fundadores pueden hacer que sus pueblos asuman compromisos de envergadura hist¨®rica'.
Las condiciones de Sharon para que Arafat viaje a Beirut, el confinamiento de ¨¦ste en Ramala y la misma ocupaci¨®n de la capital cisjordana fueron, seg¨²n el ex ministro israel¨ª de Exteriores, 'gestos ineficaces y faltos de inteligencia por parte de Sharon. Es rid¨ªculo aislar a Arafat. Nunca hubo m¨¢s atentados que en esas semanas. Hay que dejarle moverse libremente, que se entreviste con quien quiera'.
Ben Am¨ª tiene una actitud ambivalente sobre la postura de la nueva Administraci¨®n norteamericana. 'Primero', afirma, 'Bush actu¨® con cierta indiferencia, como si no captase la esencia del conflicto, y luego empez¨® a involucrarse como si el conflicto con Irak le forzase a una din¨¢mica similar a la de la guerra del Golfo, buscando compensar a los ¨¢rabes, evitando que la situaci¨®n se pudriese en el conflicto israelo-palestino, pero todav¨ªa sin una noci¨®n clara de cu¨¢l podr¨ªa ser la soluci¨®n'.
Pese a todo, Ben Am¨ª cree que Bush puede llegar a ser m¨¢s eficaz y decisivo que Clinton, al final de cuyo mandato Arafat entraba y sal¨ªa de la Casa Blanca como de su casa. 'Se produjo un abaratamiento de la presidencia de EE UU, que no supo utilizar su gran capacidad de presi¨®n. ?Para que sirve ser el pa¨ªs m¨¢s poderoso del planeta si, llegado el caso, no se puede torcer el brazo de quien se resista a una soluci¨®n?'.
Tras el 11 de septiembre, y con el fortalecimiento de la presidencia imperial, Bush, cree Ben Am¨ª, 'puede liderar el gran proyecto de paz, la coalici¨®n internacional y la conferencia'. En cuanto a la Uni¨®n Europea, su participaci¨®n en el proceso es vital, opina, porque puede hacer digerible para los palestinos cualquier acuerdo. 'Estados Unidos siempre ser¨¢ considerado por ellos como un aliado de Israel', a?ade. 'Nadie hizo por ellos tanto como Clinton, y eso no cambi¨® las cosas. Por eso, una paz exclusivamente americana es inviable'.
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