El arte de educar para la libertad
Un libro repasa los or¨ªgenes y la filosof¨ªa libre y europe¨ªsta que origin¨® la creaci¨®n, en pleno franquismo, del colegio Estilo
'El Estilo era un lugar donde proteger a los hijos de las correosas ense?anzas de los curas'
Caf¨¦ Gij¨®n de Madrid. A?o 1959. Un grupo de amigos intelectuales disertan en torno a una mesa sobre c¨®mo buscar una salida a la educaci¨®n de sus hijos. Entre ellos, escritores y cineastas como Juan Antonio Bardem, Luis Garc¨ªa Berlanga, Rafael Azcona y Adolfo Marsillach. Saben a ciencia cierta lo que les espera en la escuela franquista. Y a ninguno les apetece que sus hijos pasen por la confesionalidad cat¨®lica y que ni?os y ni?as estudien por separado. Todas las miradas est¨¢n puestas en Josefina Aldecoa. Con 33 a?os, licenciada en Filosof¨ªa y Letras y doctorada en Pedagog¨ªa, acaba de llegar de disfrutar una beca en Estados Unidos con su marido, el novelista Ignacio Aldecoa. Ah¨ª ha visto un mundo diferente, el tipo de escuelas que a ella le gustan. Y, en un acto de valent¨ªa, decide crear la suya propia: Estilo.
As¨ª lo cuenta la periodista Amelia Castilla en su libro Memoria de un colegio. Estilo, una experiencia de educaci¨®n en libertad sobre la base de la comunidad (Biblioteca Nueva), que repasa, en el marco hist¨®rico en que se desenvuelve, los antecedentes, or¨ªgenes y desarrollo de este colegio. Pero tambi¨¦n su manera de entender la educaci¨®n: 'Libre, moderna y europe¨ªsta', en plena dictadura de Franco. Eran tiempos dif¨ªciles. 'Una ¨¦poca en la que hab¨ªa que esconder la inteligencia debajo de la alfombra', cuenta en el pr¨®logo Adolfo Marsillach, que llev¨® a sus hijas Cristina y Blanca a este colegio. 'El Estilo era un lugar en donde proteger a nuestros hijos de las correosas ense?anzas de los curas, un espacio suficientemente libre para respirar a gusto. Un refugio', prosigue el actor.
El Estilo, como 'su hermano mayor' el colegio madrile?o Estudio, est¨¢ basado en los principios de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, fundada en 1876 por Francisco Giner de los R¨ªos. Los profesores potencian el razonamiento, los alumnos evitan aprenderse las lecciones de memoria y confeccionan la propia redacci¨®n de su libro en clase. El arte y, en general, todas las humanidades son los pilares de la ense?anza.
La directora y escritora Josefina Aldecoa recuerda en su despacho del colegio, un chalet en la colonia de El Viso, los motivos que le llevaron a fundar el centro: 'Viv¨ª el sue?o de las escuelas rurales de la Rep¨²blica y ese sue?o estaba basado en los supuestos de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza. Educar a los ni?os para que fueran libres, cultos y tolerantes, dando una gran importancia a la cultura, a las humanidades y al arte'.
Durante los primeros a?os del Estilo, la mayor¨ªa de los alumnos eran hijos de amigos, intelectuales y directores, escritores, pintores y escultores. Pero tambi¨¦n compart¨ªan pupitre el hijo de Adolfo Su¨¢rez, la hija peque?a de Alfonso Sastre y Genoveva Forest y los hijos de Fernando Vizca¨ªno Casas. El m¨²sico Carlos Garc¨ªa Berlanga, que estudi¨® en este colegio, recuerda todav¨ªa a la profesora Gaba, hermana de Josefina Aldecoa, dando una lecci¨®n de religi¨®n: 'Se notaba a la legua que era atea. Utilizaba el catecismo del Padre Villapum como libro de texto y se limitaba a leernos las cosas que dec¨ªa aquel libro como, por ejemplo, que la confesi¨®n s¨®lo era v¨¢lida si se o¨ªa desde 10 o 12 metros de distancia'. El ge¨®grafo Carlos Buero, tambi¨¦n ex alumno, remomora aquellos a?os: 'Nos ense?aron a ser personas libres. No hab¨ªa jerarqu¨ªa entre el puesto m¨¢s alto y el m¨¢s bajo. El principio de autoridad entendido en el peor sentido no exist¨ªa. Se nos ense?aba a tener un pensamiento cr¨ªtico'. A pesar de estos principios liberales, el colegio nunca tuvo problemas con las autoridades. '?ramos una gota en el oc¨¦ano. Nadie pod¨ªa acusarnos por ense?ar c¨®mo crecen las plantas. Nunca hemos soltado m¨ªtines pol¨ªticos, porque no creo en eso. Todo ha sido abierto y transparente', dice la directora y autora de Historia de una maestra.
Han pasado 40 a?os desde el primer d¨ªa en que el Estilo abri¨® sus puertas. De 20 alumnos se ha pasado a 240. Tambi¨¦n ahora los ni?os, desde Primaria a 2? de ESO, leen a Lorca y Machado; pintan en caballete y modelan el barro; profundizan en la m¨²sica; cosen tapices y aprenden a pensar. Porque como dice Castilla: 'El Estilo no s¨®lo ense?a. Tambi¨¦n educa'.
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