El presidente de Andersen dimite en un intento desesperado por 'salvar' la empresa

Andersen ha comenzado a deshacerse de su c¨²pula directiva en un intento por sanear su imagen. La dimisi¨®n ayer del presidente, Joseph Berardino, pretende dar una oportunidad al plan de salvamento de la firma, procesada por su posible responsabilidad en la quiebra de Enron. El ide¨®logo de este plan, Paul Volcker, ha pedido al Departamento de Justicia que renuncie al procesamiento y se ha ofrecido a encabezar un nuevo Consejo de Administraci¨®n. El Ejecutivo, que proces¨® a Andersen por obstrucci¨®n a la justicia al destruir documentos de Enron, acogi¨® con mutismo la propuesta.

Berardino envi¨® a ¨²ltima hora de la tarde del martes un correo electr¨®nico a los empleados de Andersen en el que manifestaba que su continuidad al frente de la compa?¨ªa 'podr¨ªa convertirse en un obst¨¢culo para los esfuerzos de Volcker [antiguo y respetado presidente de la Reserva Federal, banco central estadounidense] y muchos otros de salvar la firma en Estados Unidos' y que por ello optaba por la retirada.

M¨¢s tarde, Berardino declar¨® en la CNN que su inmolaci¨®n deb¨ªa interpretarse 'como prueba de la seriedad de los intentos de reforma de la compa?¨ªa, que la hacen merecedora de seguir existiendo'. 'Estamos en una grave situaci¨®n', dijo antes de agregar que no ten¨ªa ni idea de lo que podr¨ªa hacer ahora el Departamento de Justicia.

En Washington hab¨ªa silencio, pero en medios judiciales se hac¨ªa notar que era poco probable que la salida de Berardino tuviera alg¨²n efecto sobre el procesamiento, dada la tradici¨®n de los investigadores de no renunciar a los procesos iniciados. Justicia no ha identificado a ning¨²n individuo como responsable de lo ocurrido con la auditor¨ªa de Enron, empresa que realiz¨® el a?o pasado la mayor suspensi¨®n de pagos de la historia y cuyas cuentas aprob¨® Andersen.

Escepticismo de la SEC

La Comisi¨®n del Mercado de Valores (SEC), que deber¨¢ intervenir en caso de que Andersen fuera condenada en el juicio previsto para el 6 de mayo, tambi¨¦n opt¨® por la discreci¨®n. Lynn Turner, una antigua responsable de este organismo, manifest¨® que la salida de Berardino no tiene un efecto sustancial. 'La direcci¨®n cuenta con una veintena de miembros y cambiar a uno no modifica la cultura' de la compa?¨ªa.

El dimisionario incorpor¨® el mes pasado a Paul Volcker para que elaborara las bases de un nuevo Andersen. Volcker -que considera la salida de Berardino como un paso para salvar la compa?¨ªa- ha propuesto, entre otras medidas, la separaci¨®n del negocio de auditor¨ªa de otras ramas y la salida del actual Consejo, que ser¨ªa sustituido por personalidades de prestigio de fuera de la compa?¨ªa. La ausencia de un pronunciamiento de Andersen sobre estas ideas revela que no cuentan con pleno apoyo.

Andersen ya ha empezado a pensar en la separaci¨®n de sus actividades. La firma mantiene conversaciones con varias compa?¨ªas, entre ellas Deloitte & Touche y KPMG, para vender sus actividades estadounidenses, salvo la consultor¨ªa, seg¨²n publicaba ayer el diario econ¨®mico The Wall Street Journal. Esos negocios pueden alcanzar un valor que oscila entre los 1.000 y los 5.000 millones de d¨®lares (entre 1.145 y 5.700 millones de euros).

Volcker tambi¨¦n ha pedido a Justicia que suspenda sus acciones contra Andersen, pero dice no haber mantenido ning¨²n contacto con el departamento. Volcker considera vital detener la sangr¨ªa de deserciones de clientes, con el consiguiente efecto sobre la moral de los empleados, la p¨¦rdida de millones de d¨®lares y la devaluaci¨®n de la compa?¨ªa en sus negociaciones de venta a otras firmas.