La Macanita refresca el tesoro jerezano
Tomasa Guerrero, La Macanita, ha vuelto a grabar y esta vez lo ha hecho a lo grande. Produce Isidro Sanl¨²car, hombre de moda en el flamenco, y a la guitarra est¨¢n Dieguito Morao y su padre, Mora¨ªto Chico, con Tino di Geraldo en la percusi¨®n y la selecci¨®n espa?ola del soniquete, Gregorio, Ch¨ªcharo y El Bo, en las palmas y los jaleos. El quinto disco de la hermosa cantaora jerezana, de 33 a?os, que se titula La luna de Tomasa, es sin duda su trabajo m¨¢s cuidado. 'El parto ha sido largo, pero ya est¨¢ hecho. Ahora habr¨¢ que ver si el ni?o gusta mucho o poco', dice ella. 'Lo que s¨¦ es que lo hemos preparado a conciencia. Cuatro meses ensayando con Isidro en su casa de Sanl¨²car y siete m¨¢s grabando en la pecera de La Caleta. Isidro es de los que no se les puede dar coba, no hay quien le enga?e. Te saca lo m¨¢ximo, te exprime como a un lim¨®n. Me hac¨ªa cantar a las once de la ma?ana y luego me dec¨ªa que con esa voz no me grababa, que parec¨ªa la Caball¨¦'.
La Macanita mantiene sus se?as de identidad: esa voz rozada, flamenqu¨ªsima, sufrida y gitana (que ella define con una palabra: 'Arcillosa'), y el comp¨¢s de su tierra. Pero ha adaptado su estilo inconfundible a una producci¨®n moderna y afinada. 'Yo creo que ning¨²n productor me ha sacado tanto provecho. Isidro pens¨® el disco para m¨ª, lo medit¨® mucho. As¨ª que no hab¨ªa m¨¢s remedio que estar muy metida. Tengas ganas o no, te hace repetir y repetir. Hasta ocho o nueve veces. Y luego no le gusta que le llamen productor. Yo le dec¨ªa 'director'. Y ¨¦l: 'Eso tampoco'. As¨ª que le llamaba panadero, porque su padre era panadero. Y entonces me tiraba las magdalenas a la cabeza'.
El disco, que ha editado la compa?¨ªa sevillana Senador, combina palos del flamenco cl¨¢sico (sole¨¢, siguiriya, alegr¨ªas, tangos, rumba, y cuatro buler¨ªas) y arreglos musicales muy actuales. Quiz¨¢ por eso, el poeta Jos¨¦ Luis Ortiz Nuevo escribe en el ¨¢lbum que el cante de La Macanita se mueve 'por las remotas cuevas de lo m¨¢s viejo, m¨¢s viejo a¨²n que los tabancos; y por las frescas insinuaciones de lo nuevo cuando est¨¢ queriendo llegar la primavera'. ?Ser¨¢ el momento del pelotazo? 'Yo no lo s¨¦. Eso lo decide el p¨²blico, o el destino. A m¨ª me encantar¨ªa vender muchos discos, salir en las revistas, hacer televisiones, estar en todas partes. Pero si no pasa nada de eso, la vida seguir¨¢. Llevo en esto desde los 14 a?os y me he hecho un nombre poco a poco. A m¨ª lo del pelotazo me suena a loter¨ªa, a gente que dura un a?o, o dos, o tres. Yo estoy contenta como estoy. Me encuentro muy guapa, muy tranquila y muy relajada. Hago 30 o 40 galas todos los a?os, tenga o no tenga disco en el mercado, y con la gente que me oye y me aprecia y aplaude lo que hago, me conformo'.
La Macanita no necesita abuela, ya se ve. Por algo naci¨® en la calle Nueva, en pleno barrio de Santiago. Por cierto que el apodo le viene de su abuelo Tom¨¢s, al que llamaban El Macano, como a su padre. La fuerza, en cambio, le viene de su madre. Muri¨® hace unos a?os pero su presencia la sigue acompa?ando: 'Sobre todo cuando canto en directo. Siempre miro hacia arriba. Siento que esa luz, su luz, me arropa y me inspira. Es mi ¨¢ngel de la guarda. Me acuerdo mucho de ella por sole¨¢'.
La luna de Tomasa contiene una espl¨¦ndida sorpresa, las Buler¨ªas del Vel¨®n, en las que sale cantando el guitarrista Mora¨ªto Chico con su voz de 'carnero viudo'. 'Morao es un monstruo', dice la cantaora. 'Toca para reventar y baila mejor. Pero la verdad es que toda la familia es para darles el pan aparte, porque Diego toca la guitarra que ya no se puede tocar mejor'.
La Macanita prepara la gira para despu¨¦s de Semana Santa. 'Lo bueno que tiene Isidro', bromea, 'es que cuando grabas con ¨¦l luego no tienes problemas: ya te sabes el disco de memoria'.
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