La educaci¨®n p¨²blica es la que da prestigio

Soy catedr¨¢tica de instituto, con 24 a?os de profesi¨®n, y siempre he luchado por conseguir una ense?anza p¨²blica de calidad.

Acabo de leer (EL PA?S, 25 de marzo de 2002, p¨¢gina 31) la loa y alabanza de cierto prestigioso colegio privado, y su lista de ex alumnos, hijos de personalidades.

Quisiera pedir un art¨ªculo similar hablando de todos aquellos profesores y profesoras que en esa misma ¨¦poca, los a?os sesenta, y desde los institutos de bachillerato p¨²blicos, ense?aron a mi generaci¨®n no a estudiar de carrerilla ni la lista de los reyes godos, sino a pensar por nosotros mismos, a dialogar, a codearnos con compa?eros de diferentes clases sociales y a luchar por una sociedad m¨¢s justa.

Permanecen en mi memoria y en la de mis amigos los nombres de los profesores que nos dieron clase en sitios tan dispares como Lugo, Santiago de Compostela o Barcelona. Desde luego, en estos institutos 'no hab¨ªa que esconder la inteligencia bajo la alfombra'.

La educaci¨®n de un pa¨ªs no se basa en un centro de ¨¦lite para unos pocos alumnos del establishment, sino en una red p¨²blica de calidad adonde pod¨ªa y pueda ir cualquier estudiante, independientemente de un apellido conocido en el mundo literario, de las artes o de la empresa.