Resurrecci¨®n en El Cabanyal
El ambiente festivo marca el final de la Semana Santa en el barrio mar¨ªtimo de Valencia
Los granaderos, las samaritanas, los nazarenos, los legionarios romanos y las v¨ªrgenes mar¨ªas volvieron a tomar las principales calles de El Cabanyal y serpentearon ayer el entramado del barrio en el d¨ªa m¨¢s animado y colorista de la Semana Santa marinera que pone fin a las celebraciones: el Domingo de Resurrecci¨®n.
Lejos quedan las primeras referencias de las cofrad¨ªas, hacia el a?o 1400. O las aportaciones que se han sucedido a lo largo de los a?os para dar una particular nota de color a la celebraci¨®n valenciana. Como la presencia de granaderos, surgida tras la ocupaci¨®n francesa de principios del XIX, en la que los soldados de la Grande Arm¨¦e napole¨®nica por orden expresa del mariscal Suchet, daban escolta a la Virgen de la Soledad en la Procesi¨®n del Santo Entierro, para ganarse la confianza de la poblaci¨®n valenciana. El traje de gala militar cal¨® y su presencia es un atractivo m¨¢s de las procesiones.
Como todo Domingo de Resurrecci¨®n, los m¨¢s de 2.000 miembros de las corporaciones de granaderos y el resto de hermandades y cofrad¨ªas desfilaron juntos, guardaron hasta el a?o que viene los tonos oscuros del Viernes Santo y los cambiaron por la indumentaria clara y los adornos de flores en los b¨¢culos. Se trataba de la jornada m¨¢s festivo de la Semana Santa y se not¨®. En este d¨ªa los nazarenos no portan im¨¢genes y forman sin capirote. Junto a ellos, samaritanas y ver¨®nicas, vistiendo t¨²nicas, elaborados mo?os y diademas doradas estilo peplum, repart¨ªan claveles al numeroso p¨²blico que se agolpaba en la calle y en los engalanados balcones. Incluso los marciales tambores y clarines de d¨ªas anteriores se contagiaron del ambiente alegre y la solemnidad desapareci¨® en beneficio de paquito el xocolatero o el pasodoble Valencia.
Doscientos metros hacia el mar, comenzaba la Pascua, la riada de hambrientos en busca de un plato de arroz en la Malva-rosa y los primeros catxerulos entre carteles de Rita rehabilita, alusivos al proyecto de derribar parte del barrio.
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