Israel ampl¨ªa el asedio a otras tres ciudades palestinas
El Ej¨¦rcito israel¨ª reconoce que 700 personas han sido detenidas en la capital de Cisjordania
Quince tanques israel¨ªes bloquean el camino de Bel¨¦n. Tambi¨¦n est¨¢ cerrado el acceso desde la carretera que usan los colonos jud¨ªos del asentamiento de Gilo. Durante la madrugada, Israel ha extendido su Operaci¨®n Muro Defensivo y enviado carros de combate a otras tres ciudades palestinas: Qalquilya, Tulkarem y Bel¨¦n. El despliegue no disminuye la presi¨®n sobre Ramala en el cuarto d¨ªa de ocupaci¨®n. Anoche, volv¨ªa a ser escenario de combates. Durante el d¨ªa, la artiller¨ªa israel¨ª provoc¨® incendios en dos edificios, uno de ellos sede de la principal ONG palestina.
Bassem, el conductor palestino israel¨ª, no se desanima. Conoce otra ruta. En el control de Malha decimos que vamos al convento de los salesianos. Afortunadamente, los religiosos no han cerrado la verja y por el camino de cabras que transcurre entre sus fincas llegamos a Beit Yala, uno de los pueblos de las afueras de Bel¨¦n que tambi¨¦n fue visitado por los tanques al alba.
Las huellas del paso de los blindados son evidentes. Barro, aceras destrozadas, pero sobre todo calles vac¨ªas y persianas bajadas. La gente tiene miedo. S¨®lo en el patio de la iglesia, un grupo de hombres se ha reunido a maldecir la ¨²ltima humillaci¨®n. 'Es la cuarta vez que entran en Beit Yala y la tercera en Bel¨¦n, han llegado a 500 metros de la iglesia de la Natividad', anuncia El¨ªas, un vendedor de repuestos ortodoxo. 'Vaya y compru¨¦belo usted misma', a?ade.
El campanario de la Natividad da las doce. Poco a poco, la gente empieza a aventurarse fuera de las casas y la plaza frente a la iglesia es el ¨¢gora de Bel¨¦n. Naser, joven gu¨ªa tur¨ªstico en una ciudad que hace 18 meses que no ve un turista, se ofrece a ense?arme los tanques. 'Los ves, hay tres, justo encima de la colina', indica a la vez que se?ala con el dedo el monte de Gendasha. No s¨¦ calcular si hay 500 metros, pero en todo caso desde all¨ª tienen a su merced a los 40.000 habitantes de Bel¨¦n.
Tomada por soldados
Tambi¨¦n est¨¢ a su merced la casa del cu?ado de Raed Abu Eid, que por encontrarse en un alto ha sido tomada por los soldados israel¨ªes tres d¨ªas atr¨¢s. 'Les han echado', explica todav¨ªa incr¨¦dulo Raed. Y eso que debiera estar curado de espanto. Una bala israel¨ª mat¨® hace dos meses a su primo Musa, un joven de 18 a?os, dentro de su propia casa.
'Ha sido un error invertir aqu¨ª', se queja entre dientes Sarabi Tameri, copropietario de los hoteles Bethlehem y Natividad, que volvi¨® desde Estados Unidos cuando se estableci¨® la Autoridad Palestina en 1994. 'Acabo de viajar a Per¨² para ver la posibilidad de emprender alg¨²n negocio; esto no tiene pinta de solucionarse en un plazo razonable', admite descorazonado.
La mayor¨ªa no cree que los israel¨ªes vayan a atreverse a matar a Arafat, ni siquiera a expulsarle de los territorios aut¨®nomos. 'S¨®lo pretenden humillarle', manifiesta Issam, quien a pesar de su repulsa a la ocupaci¨®n no aprueba los atentados suicidas. 'La situaci¨®n es tan atroz que quieren hacer algo, pero ¨¦se no es el camino', asegura.
Este electricista de confesi¨®n ortodoxa muestra su preocupaci¨®n por el nuevo bloqueo: 'Es peor que otras veces; esta vez han venido para hacer da?o, para destruir lo que se hab¨ªa construido en siete a?os'.
Los residentes de Ramala tuvieron la misma impresi¨®n ayer cuando vieron c¨®mo los soldados israel¨ªes, altavoces en mano, conminaban a salir de la sede del Comit¨¦ de Auxilio M¨¦dico a todo el personal sanitario, los pacientes y sus familiares, e incluso el peque?o grupo de pacifistas italianos que se encontraba d¨¢ndoles ¨¢nimos. El edificio de la m¨¢s importante ONG palestina termin¨® en llamas.
Sin embargo, no hubo cambio en la situaci¨®n en torno a la sede presidencial palestina, donde el general Giora Eiland, responsable de planificaci¨®n del Estado Mayor, asegura 'que todav¨ªa hay decenas de hombres buscados'. 'Hasta que no salgan no vamos a cambiar nuestra forma de actuar', subray¨® Eiland. Aun as¨ª dijo que sus hombres tienen '¨®rdenes muy estrictas de evitar los disparos contra el edificio'. El cerco de los blindados a Bel¨¦n no evit¨® que ayer por la tarde un francotirador palestino disparara desde una colina de las afueras de esa ciudad y matara a un israel¨ª en el barrio de Har Homa, al sur de Jerusal¨¦n. El incidente desencaden¨® un tiroteo. Disparos palestinos hirieron tambi¨¦n a otros ocho israel¨ªes en las proximidades de Ramala. Por su parte, ocho personas, siete extranjeros y un c¨¢mara palestino, resultaron heridas por disparos israel¨ªes durante una manifestaci¨®n pacifista cerca de Bel¨¦n. El Ej¨¦rcito israel¨ª reconoci¨® ayer que 700 personas hab¨ªan sido detenidas en Ramala durante los cuatro d¨ªas de ocupaci¨®n. 'Entre ellas, hay un n¨²mero relativamente importante de personas que busc¨¢bamos', se?al¨® a la prensa el general israel¨ª Ron Kitrey.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.