Francia sufre una oleada de ataques contra edificios jud¨ªos
Los palestinos condenan las agresiones
En Marsella, un incendio ha destruido la sinagoga Or Aviv; en Ly¨®n, un grupo de j¨®venes lanz¨® contra la sinagoga Rav Hida un coche ardiendo con la voluntad de que explotara en el vest¨ªbulo del edificio; en Estrasburgo, unas botellas de aceite en llamas no bastaron para que el lugar de culto jud¨ªo quedase destruido. Todo eso sucedi¨® en tres noches consecutivas, al mismo tiempo que una carnicer¨ªa jud¨ªa de Toulouse era objeto de un ataque con arma de fuego, o una escuela jud¨ªa de Sarcelles, en los alrededores de Par¨ªs, era saqueada. En B¨¦lgica, tambi¨¦n fue incendiada una sinagoga.
'Si esto sigue multiplic¨¢ndose, corremos el peligro de vivir otra noche de los cristales rotos', sentenci¨® ayer Jean Kahn, presidente del Consejo Central Israelita de Francia, en referencia al ataque nazi en Alemania contra la poblaci¨®n de origen jud¨ªo el 10 de noviembre de 1938.
Hace menos de un mes, Sharon acusaba desde Jerusal¨¦n al Gobierno franc¨¦s por su tolerancia ante las manifestaciones de antisemitismo. Desde entonces esas manifestaciones, violentas pero sin causar lesiones importantes en personas, han ido en aumento.
Para el primer ministro, Lionel Jospin, se trata de actos 'cobardes y absurdos'; para el presidente, Jacques Chirac, hay que organizar 'una prevenci¨®n radical', puesto que 'el antisemitismo no es un sentimiento compartido por los franceses'. La delegada de Palestina en Francia, Leila Shahid, tambi¨¦n ha condenado 'los ataques contra los centros de culto o los comercios jud¨ªos', calific¨¢ndolos de 'inadmisibles' y 'perjudiciales para la causa palestina, que es la lucha de un pueblo para recuperar su tierra ocupada y no contra una religi¨®n u otro pueblo'.
En Ly¨®n, la alcald¨ªa, conjuntamente con el gran rabino y el director de la gran mezquita, ha organizado un acto ecum¨¦nico para mostrar 'los v¨ªnculos que unen a las distintas comunidades'. Sin embargo, el pasado s¨¢bado varias personas con la cabeza cubierta por la kipa, el tradicional gorrito jud¨ªo, fueron agredidas por otras supuestamente musulmanas. Para Fran?ois Bayrou, candidato centrista a la presidencia, 'hay que decir las cosas por su nombre: Francia est¨¢ conociendo una oleada de antisemitismo, probablemente alimentada por lo que ocurre en Oriente Pr¨®ximo'.
El liberal Alain Madelin ha equiparado 'el antisemitismo primario al antiamericanismo' y ha culpado a Siria, 'pa¨ªs que alimenta una serie de actos terroristas'. En conjunto, la derecha francesa ha aprovechado los distintos atentados para alimentar el sentimiento de inseguridad reinante y criticar la pol¨ªtica judicial y policial del Gobierno de Jospin.
El informe 2001 de la Comisi¨®n Nacional Consultiva de los Derechos del Hombre, publicado el pasado mes de marzo, hab¨ªa constatado, por segundo a?o consecutivo, una fuerte persistencia en Francia de violencias y amenazas racistas y antisemitas, relacionadas con el conflicto en Oriente Pr¨®ximo.
Varios miles de personas asistieron ayer al entierro solemne de los restos de la Tora (libro sagrado de los jud¨ªos) destruida en el incendio de la sinagoga de Or Aviv en Marsella. Unas diez mil personas participaron en esta ceremonia que se desarroll¨® ante las ruinas del templo, que qued¨® completamente arrasado.
En B¨¦lgica tambi¨¦n se produjo un ataque antisemita. Cinco c¨®cteles molotov fueron lanzados en la noche del domingo al lunes contra una sinagoga de Bruselas, sin que se produjesen heridos. Los da?os materiales fueron limitados, seg¨²n informaron fuentes policiales a la agencia France Presse.
Los artefactos incendiarios fueron lanzados contra los cristales del templo de Anderlecht antes de alcanzar el interior del edificio. Las llamas alcanzaron el techo de la sinagoga. Desde el Comit¨¦ de Coordinaci¨®n de Organizaciones Jud¨ªas de B¨¦lgica se inform¨® de que ha sido convocada una manifestaci¨®n de protesta por este ataque.
Jacques Simonet, el alcalde de Anderlecht, uno de los municipios en los que se divide Bruselas, conden¨® el ataque contra el templo jud¨ªo, al igual que el Gobierno belga, que emiti¨® un comunicado en el que condenaba 'de forma absoluta' el atentado contra la sinagoga, as¨ª como 'cualquier forma de antisemitismo'. La polic¨ªa belga ha ordenado que sean vigiladas todas las sinagogas de la ciudad.
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