El Valencia pasa el rodillo
El equipo de Ben¨ªtez imprime un gran ritmo y barre a una floj¨ªsima Real Sociedad
Ha llegado como un tiro el Valencia al final del campeonato. Va sobrado de fuerza. De orden siempre lo estuvo. Y ahora tambi¨¦n de talento, porque con Aimar y Baraja en el campo no puede ser de otra manera. Si Aimar alcanza el Mundial en este estado excepcional, ser¨¢ sin duda una de las estrellas. Si Baraja sigue de esta guisa en Corea y Jap¨®n, Camacho est¨¢ de enhorabuena. Bien es cierto que la Real no fue ayer rival para tomarse en serio: actu¨® con una desidia descomunal. Sin pizca de orgullo. Pero, en todo caso, Ben¨ªtez parece haber encontrado el equilibrio que busc¨® durante gran parte del campeonato: ha juntado a Albelda, Baraja y Aimar, y ¨¦stos forman una l¨ªnea formidable. El primero recupera el bal¨®n, el segundo lo distribuye y el tercero lo transforma en oro. Siempre pendientes, eso s¨ª, de la aportaci¨®n de los hombres de banda, que en el caso de Kily Gonz¨¢lez fue ayer excelente, pero menos en el de Rufete, que parece cansado en este ¨²ltimo tramo. Ha advertido Ben¨ªtez que ah¨ª radica la fuerza del Valencia, en el poderoso eje y en los chispeantes flancos. Se trataba, adem¨¢s, de encontrar al delantero adecuado. No sirvieron Salva ni Carew por demasiado lentos; como tampoco acab¨® de cuadrar S¨¢nchez por su fragilidad f¨ªsica; al final el elegido ha sido Angulo, un delantero reconvertido en interior o en lateral que ha vuelto a sus or¨ªgenes. Y que le est¨¢ viniendo de perlas al grupo de Ben¨ªtez por r¨¢pido, por agresivo y por cabezota (no da un bal¨®n por perdido). Tambi¨¦n por imprevisible, pues se reserva al menos una acci¨®n brillante por partido: ayer fue el tercer gol, ese disparo parab¨®lico que retrat¨® a Westerveld.
VALENCIA 4| REAL SOCIEDAD 0
Valencia: Ca?izares; Curro Torres, Djukic, Marchena (Fabio Aurelio, m. 78), Carboni; Rufete (S¨¢nchez, m. 60) , Albelda, Baraja (Mista, m. 73), Kily Gonz¨¢lez; Aimar; y Angulo. Real Sociedad: Westerveld; L¨®pez Recarte, Kvarme, Juaregui, Aranzabal; Tayfun, Alonso, Aramburu (Khokhlov, m. 45), Idiakez (Nihat, m. 45), De Pedro (Gabilondo, m. 65); y Kovacevic. Goles: 1-0. M.11. Centro raso de Kily Gonz¨¢lez que Baraja, de primeras, env¨ªa a gol. 2-0. Pase de Baraja a Aimar, ¨¦ste abre m¨¢s hacia Kily Gonz¨¢lez y el interior argentino marca de tiro raso y cruzado. 3-0. M. 54. Pase largo en profundidad de Curro Torres, Angulo gana la posici¨®n y dispara en par¨¢bola a gol. 4-0. M. 87. Mista roba un bal¨®n y lo env¨ªa a la escuadra. ?rbitro: Carmona M¨¦ndez. Amonest¨® a Baraja, Albelda e Idiakez. Unos 48.000 espectadores en Mestalla.
Mestalla y la cr¨ªtica en pleno se han puesto definitivamente a los pies de Aimar, que empez¨® ayer con un exceso de ret¨®rica en su juego, tal vez embriagado por el empacho de elogios. Claro que, como se trata de un futbolista inteligente, rectific¨® y pas¨® a jugar al toque. Al primero, se entiende, con el que desmont¨® de inmediato a la desorganizada defensa realista. Y a veces ni siquiera hizo falta ese toquecito, bastaba con fintar con el cuerpo y dejar pasar la pelota para la llegada de Rufete, por ejemplo. El goce habitual, vamos. Claro que Aimar es de los m¨¢s beneficiados por el regreso de Baraja despu¨¦s de tanto tiempo de ausencia: se encuentran siempre.
La Real fue un desastre de los pies a la cabeza. Mont¨® la tienda de campa?a en torno a Westerveld, pero all¨ª no hubo nadie capacitado para cerrarla. Entraron los valencianista con plena libertad, con la pertinente licencia de la zaga realista. Tantos problemas con los centrales como ha sufrido la Real durante la temporada, y el Valencia que los tiene para dar y regalar. Se lesionaron hace unas semanas Ayala y Pellegrino, la pareja m¨¢s s¨®lida de la Liga, entraron en escena Djukic y Marchena, y no se resiente la defensa, que sigue siendo la m¨¢s infranqueable. Huelga decir que los dos laterales son cosa seria: Curro Torres por la disciplina y el orden; Carboni por el derroche de oficio y de facultades.
En la Real, en cambio, la inseguridad de Westerveld y Kvarme, por dar dos nombres, fue manifiesta. En punta, Kovacevic anduvo irreconocible: ni rastro de aquel potente ariete que se bastaba para barrer ¨¦l solito todo el ¨¢rea hace un par de temporadas, antes de su aventura italiana. Result¨® pan comido para el joven Marchena. Olabe solt¨® lastre tras el descanso e introdujo a Khokhlov para que acompa?ara a Kovacevic. Todav¨ªa fue peor para los realistas: con m¨¢s espacios, Aimar y Baraja plasmaron m¨¢s si cabe su superioridad. La segunda parte fue un homenaje de Mestalla a sus jugadores, o viceversa; el caso es que los chicos de Ben¨ªtez prosiguieron su exhibici¨®n sin reparar en la c¨®moda ventaja. La grada se dedic¨® a premiar a sus favoritos, y en estos casos ya se sabe que Carboni, de 37 a?os, ocupa un lugar de preferencia. De hecho, el p¨²blico le pidi¨® al italiano que lanzara todas las faltas con tal de tener as¨ª motivos m¨¢s concretos para ovacionarle. La hinchada recuerda el ¨²nico gol de Carboni como valencianista: de falta, claro. Fueron llegando suplentes al encuentro con ganas de sumarse al fest¨ªn. Y uno de ellos, Mista, se fabric¨® otro golazo para cerrar la jarana. Tan exigente siempre con sus jugadores, ayer Mestalla no encontr¨® argumento alguno para la discrepancia. Todo fueron merecidos parabienes.
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