Una visita al fiscal general
Los registros del 26 de mayo de 2000 fueron un terremoto en el alto mando del banco, que acababa de fusionarse. Ahora, apuntan fuentes solventes, a la luz de las cuentas ocultas, se entiende mejor aquel nerviosismo. Mario Fern¨¢ndez justific¨® a capa y espada la posici¨®n de resistirse a los requerimientos judiciales. Otros abogados del banco, como Jos¨¦ Maldonado, suger¨ªan mayor colaboraci¨®n. Poco despu¨¦s, Fern¨¢ndez visit¨® en su despacho de Fortuny a una persona relevante: Jes¨²s Cardenal, el fiscal general del Estado. Seg¨²n ha trascendido, Fern¨¢ndez explic¨® a Cardenal, a quien conoc¨ªa de su ¨¦poca de Bilbao, que no sab¨ªa nada respecto a lo investigado.
Mario Fern¨¢ndez se ocup¨® a finales de 2001 de gestionar el retorno de los 19,2 millones de d¨®lares enviados desde Jersey a Alico, Estados Unidos, en marzo de 2000, para constituir los 22 fondos de pensiones de consejeros y altos ejecutivos del antiguo BBV. Emilio Ybarra escribi¨® el 14 de noviembre de 2001 al gobernador del Banco de Espa?a, Jaime Caruana, para dar su versi¨®n. Terminaba con una referencia a los beneficiarios: 'En mi poder, y a disposici¨®n del Banco de Espa?a, se encuentra un sobre conteniendo la informaci¨®n al respecto'. El 5 de diciembre, Caruana le pidi¨® 'el sobre'. Ybarra lo envi¨® el mismo d¨ªa. Era la lista de 22 beneficiarios, sin cantidades. El 27 de diciembre, el director general de Supervisi¨®n, Pablo Villasante, insisti¨®.
El 31 de enero de 2001, Mario Fern¨¢ndez solicit¨® la lista de beneficiarios a Alico, quien a su vez la envi¨® a Madrid. Fern¨¢ndez y el secretario del consejo, Jos¨¦ Maldonado, convocaron a cada uno de los 22 beneficiarios. Firmaron una carta a Alico. Autorizaban a transferir el dinero, 3.573 millones de pesetas, hacia un nuevo trust, el T.750, y su gestora Firstrate, en Jersey. Desde all¨ª se reexpidi¨® a Madrid el 8 de febrero de 2002.
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