Arzalluz y las berzas

He escuchado entre sorprendido y acostumbrado el en¨¦simo cambio de opini¨®n del ¨ªnclito padre Xabier en su homil¨ªa de Aberri Eguna. Afirm¨® Arzalluz que el PNV estar¨ªa a favor de la independencia aunque nuestra situaci¨®n econ¨®mica fuese peor, ya que la soberan¨ªa plena para Euskal Herria no es una cuesti¨®n material, sino una 'cuesti¨®n de libertad'.

Yo, que soy independentista convencido, no entiendo que quien ame a su pueblo pueda mostrarse indiferente ante la calidad de vida de sus habitantes.

Tal vez, en su concepci¨®n ¨¦tnico-folcl¨®rica del pa¨ªs, el PNV pueda observar la independencia como un fin ¨²ltimo, tras el cual todo se acaba; en Eusko Alkartasuna no. Desde nuestra acepci¨®n c¨ªvico-cultural de lo que supone la libertad de un pueblo, entendemos la independencia como un medio para preservar nuestra cultura, para lograr mayores avances en las pol¨ªticas socioecon¨®micas, para desmilitarizar la sociedad, en definitiva, para situarnos a la vanguardia occidental en la defensa de las libertades, los derechos humanos y el bienestar.

De todas formas, todav¨ªa no hace mucho, advert¨ªa el gur¨² jeltzale de que la independencia nos obligar¨ªa a 'plantar berzas'. Una vez m¨¢s, los discursos en Sabin Etxea van cambiando en clave electoral. Ahora toca ponerse la txapela y sacar la ikurri?a; ma?ana, tal vez vuelvan a ponerle la alfombra roja a Alvarez Cascos y a decir que 'Aznar es un hombre de palabra'. Eso s¨ª, tanto antes como ahora, los discursos se quedan en eso, en palabras, porque al final los hechos demuestran que de avances reales, nada.