El s¨ªndrome Liberopoulos
Pocas veces una diferencia de dos goles hab¨ªa marcado tanto la frontera entre la fortuna y la ruina de una entidad a la que se supone con recursos de sobra para evitar sobresaltos como el presente. Para el Barcelona, una eliminaci¨®n ante el Panathinaikos ser¨ªa un escarnio que durar¨ªa toda la vida en la misma proporci¨®n que un mano a mano con el Madrid o el Bayern en las semifinales suena a la mejor fiesta de fin de curso con independencia del marcador y de qui¨¦n llegue a Glasgow.
As¨ª est¨¢n las cosas en el club azulgrana, que seg¨²n el resultado lo mismo ejerce de cordero que sale vestido de lobo, un transformismo que le desacredita para ganar un campeonato regular como la Liga pero que para nada le descalifica en un torneo de eliminaci¨®n como es desde abril la Liga de Campeones. Hay ejemplos varios al respecto, y alguno muy pr¨®ximo, como el Madrid de la s¨¦ptima, un referente que no se cansa de nombrar la junta que preside Gaspart pese a que cuando arranc¨® declar¨® que el modelo a imitar era el del Bayern.
En partidos como el de hoy, sin embargo, no ascostumbra a intervenir la junta, y la hinchada se olvida de los dolores de cabeza que le provoca el club para entregarse al equipo. El Bar?a a¨²n no lo tiene, pero dispone de tal plantel de jugadores que resulta inconcebible que Rivaldo, Saviola, Kluivert o Luis Enrique no puedan con Nikopolidis, Goumas y Basinas.
A no ser, claro est¨¢, que al entrenador, que se maneja mal en la abundancia, le d¨¦ por intervenir y de la misma manera que en Atenas puso a nueve jugadores por detr¨¢s de la pelota esta noche ponga a los nueve por delante. Una cosa es ganar la Copa de Europa con un gol de Karembeu o Anelka y otra exponerse a perderla por un marcaje de Coco a Liberopoulos como ocurri¨® en la ida.
Para que el Bar?a siga so?ando con acabar el a?o con otra chilena de Rivaldo en el ¨²ltimo minuto de la final, es menester que Rexach no meta la pata. Perder con el Panathinaikos no ser¨ªa una derrota sino una verg¨¹enza. De momento, y para suerte azulgrana, Liberopoulos tiene la gripe y si no juega igual no hay s¨ªndrome y Charly recupera la cordura, que la tuvo.
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