Un exquisito refugio de piedra y madera

Espacios, vistas y arquitectura. Hotel especial y luminoso como nadie lo imaginara en una rec¨®ndita parroquia de la Oma?a leonesa, al borde de la carretera que va de Villablino a La Magdalena, en una comarca en trance de rescate y a 47 kil¨®metros de Le¨®n. Idea feliz de un matrimonio cuyo mayor empe?o ha sido alumbrar junto al santuario de Nuestra Se?ora de Pandorado uno de los establecimientos rurales m¨¢s bonitos de Espa?a. Una reserva de hospitalidad en piedra y madera, cristal y acero, arriesgada, un punto minimalista, ecl¨¦ctica.

El ex constructor Eliseo G¨®mez Prieto y Elena Acebo reciben al viajero con la convicci¨®n de quien atesora las llaves del cielo. Su particular dominio, alrededor del cual se expanden dos hect¨¢reas de lustrosa finca, lleva la firma del arquitecto Luis Castillo Arenal, autor de la rehabilitaci¨®n del Capricho de Gaud¨ª, en Comillas, e ¨ªntimo amigo suyo. Bajo un sol primaveral, la hierba brilla entre los tejados y los senderos de guija apuntan hacia la entrada al edificio principal. Ah¨ª estalla la sorpresa. Un armaz¨®n de crucer¨ªa enhebrado de maderas, cristal y pizarra remata el vest¨ªbulo, consagrado como galer¨ªa de exposiciones y zona de tr¨¢nsito entre las habitaciones, la sala de estar y el restaurante, asimismo espectaculares. Los fogones, visibles a trav¨¦s de un ojo de buey, humean a la orden de Pedro Martino, considerado en el mundillo gastron¨®mico como uno de los chefs con m¨¢s proyecci¨®n en estos momentos. No menos apabullante que el atrio vestibular resulta la piscina climatizada, abierta al jard¨ªn, tableteada de teca y, si el ba?ista lo desea, oxigenada con un doble chorro de hidromasaje. Un piso arriba figuran los dormitorios. Madera, cristal, luz hal¨®gena, edredones calientes y una flor fresca de adorno... Apenas un cuadrito cuelga en la pared. En el otro extremo de la finca se encuentran otros tres caserones de piedra, destinados a pub, almac¨¦n y caballerizas, donde se planean actividades relacionadas con la naturaleza.