Ruta por la M¨¢laga moderna que imagin¨® el arquitecto Guerrero Strachan
El malague?o, que tambi¨¦n fue alcalde de la ciudad entre 1928 y 1930, sent¨® las bases de la urbe actual: impuls¨® el turismo con sus hoteles y cre¨® un reconocible estilo en edificios de todo tipo, como iglesias, barrios obreros, casas de socorro o palacios para la burgues¨ªa
A principios del siglo XX, un joven Fernando Guerrero Strachan acababa de licenciarse en Arquitectura. Ten¨ªa 24 a?os y para desarrollar su carrera se enfrentaba a una M¨¢laga en crisis. La filoxera hab¨ªa acabado con los vi?edos que daban riqueza y fama mundial a la ciudad, la emigraci¨®n era una constante y quienes se quedaban malviv¨ªan en corralones. Durante los 26 a?os que dur¨® su carrera, sin embargo, este profesional contribuy¨® a cambiar el rumbo de la capital malague?a. Sent¨® las bases de la modernidad. Y lo hizo de la mano de la burgues¨ªa y la iglesia ¡ªpoderes que le consideraban su arquitecto favorito y le encargaron desde edificios institucionales a viviendas, colegios o zonas de ocio¡ª, pero tambi¨¦n con una mirada social que le llev¨® a dise?ar casas de socorro, barrios obreros o centros como el sanatorio de Torremolinos (calle del Sanatori, 5). Sus hoteles fueron tambi¨¦n clave en el impulso tur¨ªstico. Sin ¨¦l, hoy M¨¢laga no ser¨ªa M¨¢laga. ¡°Es el arquitecto de la ciudad¡±, se?alaba hace unas semanas su colega de profesi¨®n Salvador Moreno Peralta en una conferencia.
En una ciudad que ha ido perdiendo su patrimonio a ritmo acelerado, sorprende comprobar que la mayor¨ªa de los edificios ligados con el que fuese tambi¨¦n alcalde de M¨¢laga entre 1928 y 1930, poco antes de morir, tengan un gran estado de conservaci¨®n. Ello permite ver al detalle las caracter¨ªsticas del lenguaje historicista que manej¨® en sus proyectos: una mirada ecl¨¦ctica que termin¨® haciendo propia con el uso de elementos como dinteles y arcos de ladrillo visto, torreones, tejaroces, arcos de herradura o pa?os de cer¨¢mica vidriada. ¡°Dominaba a la perfecci¨®n la gram¨¢tica de muchos estilos. Y termin¨® otorgando a sus obras un car¨¢cter propio, un estilo malague?o que ha dado cierta identidad visual a la ciudad¡±, explica Luis Ruiz Padr¨®n, quien forma parte de la comisi¨®n que, desde el enero pasado, recopila y saca a la luz elementos relacionados con la trayectoria profesional y personal de Guerrero Strachan a iniciativa del Colegio Oficial de Arquitectos de M¨¢laga. Esta es la forma de celebrar el centenario de uno de los edificios m¨¢s c¨¦lebres del arquitecto, la Casa de las Palmeras, sede el organismo.
Entre los actos previstos durante los pr¨®ximos meses hay conferencias, una exposici¨®n o la edici¨®n de un libro; pero tambi¨¦n rutas urbanas que siguen la pista de quien, en apenas dos d¨¦cadas, dio una dimensi¨®n metropolitana a la ciudad. Para conocer los primeros edificios no hay que salir del centro urbano. En ¨¦l construy¨® bloques residenciales que a¨²n hoy destacan por su belleza, porte y singularidad. Basta levantar la cabeza para admirar, por ejemplo, las c¨²pulas afrancesadas que rematan los bloques del n¨²mero 2 de calle Echegaray o del n¨²mero 8 de la v¨ªa Sebasti¨¢n Souvir¨®n.
En los l¨ªmites del casco hist¨®rico, ya en el paseo de Reding, del n¨²mero 37 al 43 se levantan las llamadas Casas de F¨¦lix S¨¢enz, que datan de 1922. Frente a la plaza de toros de la Malagueta, los edificios muestran un lenguaje neoplateresco y aires de arquitectura mud¨¦jar, con torreones que buscan el mar desde las alturas. ¡°Son de los primeros edificios que se pueden llamar modernos. Inclu¨ªan terraza y cuarto de ba?o, una rareza entonces. El modo de vivir era muy similar al actual¡ Y son de hace un siglo¡±, se?ala Enrique Bravo, arquitecto y tambi¨¦n miembro de la comisi¨®n mencionada del Colegio Oficial de Arquitectos. Adem¨¢s de viviendas, en los bajos hay desde un centro de est¨¦tica a un estudio de interiorismo y una galer¨ªa de arte, la de Isabel Hurley, referente local. Enfrente hay tres puntos gastron¨®micos: la cafeter¨ªa Flor para desayunar un pitufo mixto, el viejo ultramarinos La Manzana de Oro para recordar que no todo est¨¢ perdido y la confiter¨ªa Aparicio para celebrar la vida.
Del seminario a las casas de socorro
Las obras m¨¢s reconocibles del arquitecto malague?o obligan a dejarse caer por los barrios. El de Capuchinos acoge a una de las m¨¢s llamativas. Es el Seminario Diocesano de M¨¢laga, que tambi¨¦n cumple su centenario. En 1918 el obispo Manuel Gonz¨¢lez tuvo la idea de sacar el antiguo recinto del casco hist¨®rico y llevarlo a un lugar soleado, rodeado de naturaleza y con una estructura que favoreciera las ventilaciones cruzadas. La finca Los Almendrales, al norte del Monte Calvario, reun¨ªa los requisitos y Guerrero Strachan ide¨® all¨ª un recinto de aires cl¨¢sicos, pero con una esencia que es pura modernidad, donde ide¨® una especie de campus formativo que inclu¨ªa aulas, dormitorios, comedor, claustro e iglesia. ¡°Mostr¨® que era tambi¨¦n un arquitecto paisajista porque para entrar al seminario hab¨ªa que realizar un recorrido por un camino de ¨¢rboles, plazoletas o miradores¡±, destaca Juan Manuel S¨¢nchez la Chica, que dirigi¨® la rehabilitaci¨®n del recinto durante en unas obras que se extendieron de 2013 a 2018.
A la plaza de Do?a Trinidad hay que ir en busca de otra joya: la Casa de Socorro, hoy sede de la Polic¨ªa Local. Inmueble reci¨¦n renovado, es buen resumen de los elementos que marcaron el estilo de Guerrero Strachan y tiene un hermano gemelo en el barrio de La Goleta, a un paso del r¨ªo Guadalmedina (Huerto de los Claveles, 1). Sus elementos recuerdan tambi¨¦n a los de la antigua Colonia de Santa In¨¦s, barriada obrera asociada al desarrollo de la industria del ladrillo y firmada por este arquitecto. Hay viviendas, equipamientos e infraestructuras que serv¨ªan para garantizar el bienestar de los trabajadores de la f¨¢brica existente en la zona. Hoy es uno de los rincones m¨¢s singulares de la capital malague?a, fuera de cualquier ruta tur¨ªstica. All¨ª sobrevive a¨²n el arco que daba entrada al poblado (Manuel Rivadeneyra, 1), en cuyas callejuelas todav¨ªa existen peque?as casitas de ladrillo visto con ventanas repletas de macetas. Destacan edificaciones de mayor porte como la antigua casa del capataz, ahora la biblioteca municipal Jos¨¦ Mar¨ªa Hinojosa. Muy cerca, Juana Paloma es una excelente casa de comidas. Y m¨¢s all¨¢ se extiende el barrio universitario de Teatinos, con multitud de bares de tapeo y locales singulares como El turco andal¨².
La nueva M¨¢laga tur¨ªstica
M¨¢laga se abri¨® al mar entre los siglos XVIII y XIX derribando sus viejas murallas. El puerto creci¨® y la ciudad gan¨® terreno para levantar en la Alameda su nuevo Paseo del Parque a pies del monte Gibralfaro y la alcazaba. Es justo donde Guerrero Strachan levant¨® el Ayuntamiento (Avenida de Cervantes, 4), con un programa decorativo inspirado en la historia local y numerosas alegor¨ªas a la ciencia, las artes, la industria y el comercio ante las que hoy los turistas abren los ojos de asombro. El edificio es de 1919, justo cuando el desarrollo urbano empezaba a tener un nuevo punto de vista. La idea era que residentes ¡ªsobre todo quien pod¨ªa permit¨ªrselo, es decir, la burgues¨ªa¡ª y visitantes pudieran disfrutar de la naturaleza y el suave clima invernal junto al mar. Eran los primeros pasos de la M¨¢laga tur¨ªstica, de la que este arquitecto, Guerrero Strachan, tambi¨¦n es central.
El antiguo hotel Pr¨ªncipe de Asturias (paseo de Reding, 22-24) a¨²n es referente. ¡°Es una de sus obras m¨¢s depuradas. A su estilo regionalista une rasgos m¨¢s modernistas como el trencad¨ªs. Los azulejos rotos de la fachada que son clara referencia a Gaud¨ª¡±, destaca Jos¨¦ Segu¨ª, quien asumi¨® la rehabilitaci¨®n del inmueble hace una d¨¦cada. El edificio fue inaugurado en 1926 por Alfonso XIII y sirvi¨® ¡°para generar la inercia hacia la M¨¢laga tur¨ªstica de principios del siglo XX¡± subraya Segu¨ª, que define al inmueble como ¡°un acto de aut¨¦nticos profetas¡±. Tras el estallido de la Guerra Civil se convirti¨® en hospital de campa?a para, m¨¢s tarde, retomar su uso hotelero y despu¨¦s convertirse en palacio de justicia. En 2016 el edificio renaci¨® de nuevo como alojamiento tur¨ªstico, el primero de cinco estrellas gran lujo de la ciudad, el Gran Hotel Miramar Resort & Spa.
M¨¢s arriba, en el barrio de El Limonar, se levanta el palacete burgu¨¦s de la familia Bol¨ªn Mart¨ªnez de las Rivas, conjunto residencial y de recreo que sirve de sede al Colegio de Arquitectos de M¨¢laga. Conocida como la Casa de las Palmeras (Palmeras del Limonar, 31) es uno de los s¨ªmbolos de c¨®mo la burgues¨ªa fue dejando el centro para trasladarse a esta zona, todav¨ªa hoy de las m¨¢s ricas de la capital malague?a. Consta de residencia principal, cocheras, porter¨ªa, casa del guard¨¦s, miradores, torreones, fuentes y una alberca ornamental, todo rodeado de un interesante jard¨ªn bot¨¢nico por el que corretean las ardillas. Tambi¨¦n hay pavos reales que dan color al recinto, en cuya ¨²ltima ampliaci¨®n se ubican varias oficinas y un restaurante. Es Casa Fest¨ªn, cuyo rico men¨² que cambia cada semana (siempre tiene una opci¨®n vegetariana). A primera hora tambi¨¦n ofrecen desayunos.
De vuelta al mar, Guerrero Strachan tambi¨¦n impuls¨® la renovaci¨®n de otro hotel, el Caleta Palace (paseo de Sancha, 64), conocido previamente como Hern¨¢n Cort¨¦s, donde Federico Garc¨ªa Lorca pasaba las vacaciones y en 1923 escribi¨® a Manuel de Falla una postal invit¨¢ndole a visitarle. ¡°Aqu¨ª estamos encantados pensando en que ustedes van a venir. ?Animarse se?ores!¡±, le dec¨ªa entonces como le podr¨ªa decir hoy cualquier turista a sus amigos. Ahora el edificio es la sede de la subdelegaci¨®n del Gobierno. Desde all¨ª, es buena idea caminar por el paseo mar¨ªtimo hacia el este hasta llegar al barrio de Pedregalejo para adentrarse en la historia de los astilleros Nereo, saborear el cl¨¢sico pesca¨ªto frito de los chiringuitos de la zona y disfrutar del antiguo balneario de los Ba?os del Carmen (Bolivia, 26), cuyo arco de entrada tambi¨¦n est¨¢ dise?ado por este arquitecto.
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