'Otra cohabitaci¨®n provocar¨ªa la crisis de la V Rep¨²blica francesa'
M¨¢s all¨¢ de la tradicional divisi¨®n entre izquierda y derecha, Francia acudir¨¢ el pr¨®ximo domingo a la primera vuelta de unas elecciones presidenciales en las que emerge un enorme voto de protesta y una insatisfacci¨®n profunda con el sistema de representaci¨®n actual. As¨ª lo cree Pascal Perrineau, director del Centro de Estudios de la Vida Pol¨ªtica Francesa (Cevipof) y uno de los m¨¢s interesantes polit¨®logos franceses. Para ¨¦l, si las legislativas de junio fueran ganadas por el campo pol¨ªtico derrotado en las presidenciales, 'ir¨ªamos directos a una crisis de la V Rep¨²blica'.
Pregunta. Los sondeos muestran una enorme dispersi¨®n de las intenciones de voto. ?Cree usted posible la sorpresa?
'Una enorme parte del electorado respalda candidaturas antisistema'
Respuesta. Una de las pocas certidumbres que tengo es que Chirac y Jospin disputar¨¢n la segunda vuelta. La estrategia del tercer hombre ha fracasado. Jean-Pierre Chev¨¨nement habr¨ªa podido alterar la situaci¨®n, pero contin¨²a en todos los sondeos por debajo de la zona en la que habr¨ªa sido un candidato con verdaderas aspiraciones para la segunda vuelta.
P. ?Se atreve a hacer m¨¢s pron¨®sticos?
R. Tambi¨¦n tengo la certidumbre de que se va a batir el r¨¦cord de abstenci¨®n, que hasta ahora era del 22% en una primera vuelta de elecciones presidenciales. Dicho esto, el car¨¢cter incre¨ªblemente vol¨¢til de las intenciones de voto dan la medida de que se trata de unas elecciones como las de otras democracias, en las que los electores se muestran cada vez m¨¢s cambiantes y se debilitan las viejas fidelidades familiares o ideol¨®gicas.
P. Muchos sondeos muestran que a los franceses no les ha parecido tan mal tener un presidente de derecha y un primer ministro de izquierda. ?Cree posible una nueva cohabitaci¨®n?
R. Contrariamente a lo que se ha dicho, los franceses no han escogido jam¨¢s la cohabitaci¨®n. ?sta es la primera vez en que podr¨ªan hacerlo, porque las presidenciales forman un sistema con las legislativas, que han de celebrarse inmediatamente despu¨¦s. Ahora bien, imag¨ªnese lo que ser¨¢ del campo pol¨ªtico que resulte derrotado el 5 de mayo: las bases se desmovilizar¨¢n y se producir¨¢ el ajuste de cuentas entre los dirigentes. Si en junio pr¨®ximo, despu¨¦s de las legislativas, Francia se encuentra otra vez en una situaci¨®n de cohabitaci¨®n, ir¨ªamos directos hacia la crisis de r¨¦gimen, porque habr¨ªa dos poderes con la misma legitimidad cada uno. La Asamblea Nacional no puede ser disuelta hasta pasado un a?o de la elecci¨®n; el presidente tendr¨ªa que dimitir para forzar la situaci¨®n. Yo no creo probable que suceda, pero si se diera el caso, entonces se plantear¨¢ la cuesti¨®n de la VI Rep¨²blica.
P. Si Chirac fuera elegido presidente y el candidato de ultraderecha, Jean-Marie Le Pen, alcanzara un voto honorable, ?nacer¨ªa una futura mayor¨ªa de derecha y extrema derecha?
R. Es poco imaginable. Chirac ha conocido evoluciones frecuentes en sus opiniones, pero una de sus constantes ha sido el rechazo a la alianza con la extrema derecha. Le Pen tampoco es Haider; ¨¦ste es su ¨²ltimo combate y su deseo de matar pol¨ªticamente a Chirac creo que es mayor que el de figurar dentro de unas semanas en un Gobierno conservador. Pero Le Pen s¨ª es un problema electoral grande para Chirac; si los electores de Le Pen se vuelcan masivamente sobre Chirac en la segunda vuelta, ¨¦ste ganar¨¢ la elecci¨®n presidencial; si no, Chirac ser¨¢ derrotado.
P. Tampoco Jospin tiene una buena situaci¨®n para recoger los votos que han de prestarle otros sectores de izquierda, si quiere consolidar su mayor¨ªa.
R. S¨ª, Jospin lo tiene complicado. Chev¨¨nement hace campa?a principalmente contra Jospin; Arlette Laguiller (trotskista), lo mismo; Mam¨¨re (candidato de Los Verdes), tambi¨¦n. Se cre¨ªa que la izquierda hab¨ªa evolucionado definitivamente hacia una situaci¨®n de partidos de Gobierno y en esta campa?a han emergido restos de esa cultura revolucionaria y ultracontestataria que organizaba anteriormente el Partido Comunista Franc¨¦s (PCF). Los candidatos de esta fuerza pol¨ªtica actuaban al principio como tribunos de la plebe y despu¨¦s, en la segunda vuelta, organizaban la disciplina de todo su campo al servicio de la uni¨®n de la izquierda. Pero Laguiller no es el PCF. De ah¨ª las dificultades de la izquierda.
P. ?La izquierda francesa participa de la crisis de este sector en el resto de Europa?
R. En este aspecto, como en otros, Francia es cada vez menos una excepci¨®n. La subida de los candidatos antisistema, el estallido de la oferta pol¨ªtica en m¨²ltiples candidaturas, perturba la divisi¨®n tradicional izquierda/derecha. Fen¨®menos como el de Haider en Austria o el de Bossi en Italia lo confirman a¨²n m¨¢s. Estamos en una fase de voto de crisis, que en el caso de Francia afecta al coraz¨®n de la V Rep¨²blica.
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