El Madrid pierde la cabeza

Veinticuatro horas despu¨¦s de que el Valencia aflojara en Mallorca, el Madrid se derriti¨® en Pamplona tras un nefasto primer tiempo. Un periodo en el que Osasuna, enredado hasta el cuello en la zona de descenso, atiz¨® de lo lindo a los de Del Bosque, que vivieron un calvario.

Los navarros rescataron los atributos que durante d¨¦cadas les distinguieron, sobre todo en El Sadar, un fort¨ªn del que era habitual que los grandes salieran bien magullados. Ayer, a toque de corneta, como en los viejos tiempos de Irigu¨ªbel y su tropa, Osasuna meti¨® el cuchillo en cada jugada y dej¨® al Madrid colgado del larguero de C¨¦sar. Una mano tibia del portero madridista aceler¨® el primer gol local, logrado por Fernando. Por si hubiera dudas, Alfredo, uno de los jugadores m¨¢s peque?itos de Primera, pein¨® el flequillo de C¨¦sar con una vaselina llena de belleza e inteligencia. Poco despu¨¦s, con el Madrid desquiciado y con la lengua fuera, Helguera fren¨® de mala manera a Rosado cuando era el ¨²ltimo guardi¨¢n: roja y a la ducha.

A falta de f¨²tbol, lo que nunca tuvo, el Madrid del segundo tiempo expuso casta, mucha casta, pero no le alcanz¨® pese al gol del deprimido Morientes. La jugada del tercer tanto pamplon¨¦s defini¨® a la perfecci¨®n el esp¨ªritu blanco tras el descanso: Ra¨²l, achicando agua como lateral derecho, se comi¨® un amago de Lekumberri, que sirvi¨® un magn¨ªfico centro para el vole¨®n de Rosado.

La derrota madridista, que devolvi¨® la cabeza al err¨¢tico Valencia del s¨¢bado, dio vida al Depor y al Bar?a. Los gallegos, a dos puntos del Valencia, despacharon al Espanyol

sin despeinarse. Trist¨¢n y Makaay, por dos veces, cerraron el partido en el primer tiempo. Con los deberes hechos, la mala noticia para Irureta fue la expulsi¨®n del impagable Mauro Silva. Su baja siempre es capital, pero el domingo, en Mestalla, hay un partido de alto voltaje, una cita para tipos con cuajo de verdad.

Otro que ya resulta decisivo es Saviola, que adelant¨® al Bar?a frente al Alav¨¦s y anestesi¨® el duelo cuando los vitorianos m¨¢s amenazaban. Con Kluivert lesionado y Rivaldo en la sala de urgencias del banquillo, el conejito -ha marcado cinco goles en los tres ¨²ltimos partidos- dej¨® al Bar?a a seis puntos de la cabeza, una distancia que a¨²n le permite so?ar.

Tambi¨¦n sue?an los ocho ¨²ltimos de la clasificaci¨®n tras una jornada en la que todos puntuaron, con lo que siguen en rojo todas las alarmas. Esta Liga, por arriba y por abajo, es una noria con tan s¨®lo cuatro giros por delante.