Salto estratosf¨¦rico
Un madrile?o atacar¨¢ el r¨¦cord de paracaidismo desde 38.000 metros
Miguel ?ngel Garc¨ªa, un economista madrile?o de 47 a?os, est¨¢ listo para dar el mayor salto de la historia. Dentro de aproximadamente un a?o, si supera con ¨¦xito los ¨²ltimos ensayos y logra la financiaci¨®n, se soltar¨¢ desde un globo aerost¨¢tico a 38.000 metros de altura. Su intento dejar¨¢ peque?a la anterior plusmarca mundial, los 32.000 metros del coronel de aviaci¨®n estadounidense James Kittinger en 1960.
Para lograr su sue?o, Garc¨ªa se puso en contacto hace cuatro a?os con el Instituto Nacional de T¨¦cnicas Aerospaciales (INTA) por medio de un amigo, al que le atribuye la idea original. El INTA reconoci¨® en la propuesta un 'verdadero inter¨¦s cient¨ªfico', que llev¨® al aspirante a paracaidista estratosf¨¦rico a contactar con la Universidad Aut¨®noma de Barcelona. Entre ambas instituciones elaboraron un estudio de viabilidad, reci¨¦n finalizado en el marco del proyecto ?caro, del Programa Nacional de Investigaci¨®n Espacial, cuyas conclusiones no pueden ser m¨¢s elocuentes: 'T¨¦cnica, m¨¦dica y humanamente, el salto es factible'. Financieramente, salvo en su coste estimado, no se pronuncian. Los casi tres millones de euros que costar¨¢ deber¨¢n ser sufragados por empresas privadas con las que Garc¨ªa ya est¨¢ en contacto. 'M¨¢s de una est¨¢ interesada', asegura.
La aventura aportar¨¢ 'informaci¨®n valiosa' sobre reacciones f¨ªsicas a situaciones de especial tensi¨®n
Garc¨ªa, que dirige una empresa de paracaidismo, se muestra convencido de sus posibilidades. 'No es una locura'. Los saltos de gran altura no son infrecuentes, sobre todo en pr¨¢cticas militares. Pero los intentos desde la estratosfera pueden contarse con los dedos de una mano y no todos se han saldado con ¨¦xito, y alguno, incluso, ha acabado tr¨¢gicamente.
Para el saltador espa?ol, sin embargo, el riesgo es limitado. El m¨¢s relevante, se?ala, podr¨ªa ser la velocidad que alcanzar¨¢ en los casi 34 kil¨®metros de ca¨ªda libre: en la estratosfera, donde apenas hay fricci¨®n con el aire, puede llegar a superar, calcula, los 800 kil¨®metros por hora. Al entrar en capas atmosf¨¦ricas m¨¢s densas, la velocidad ir¨ªa bajando hasta los 250. 'A esa velocidad cualquier defecto en la posici¨®n del cuerpo podr¨ªa llevar a giros inesperados con un desenlace fatal'. Los cuatro kil¨®metros restantes los recorrer¨¢ tras tirar de la anilla de uno de los tres paraca¨ªdas que llevar¨¢. Los 38 kil¨®metros totales los recorrer¨¢ en un tiempo estimado de hora y media para la ascensi¨®n y entre cinco y siete minutos para el descenso.
La aventura, adem¨¢s de superar el r¨¦cord mundial, tiene inter¨¦s cient¨ªfico. Enric Domingo, fisi¨®logo de la UAB y cardi¨®logo del hospital Vall d'Hebron especializado en el estudio de la respuesta a condiciones de estr¨¦s, cree que el salto podr¨¢ aportar 'informaci¨®n valiosa' sobre el comportamiento del organismo en situaci¨®n l¨ªmite: ritmo cardiaco y respiratorio, respuesta hormonal y comportamiento psicol¨®gico. Elementos claves para entender la respuesta de personal sometido a gran tensi¨®n o peligro, como pilotos, bomberos o incluso deportistas de alta competici¨®n.
Garc¨ªa deber¨¢ usar un globo aerost¨¢tico que le lleve a la estratosfera. El globo, construido por el INTA, incorporar¨¢ una barquilla especial para proteger al paracaidista de la radiaci¨®n solar y de unas temperaturas que llegan a 50 grados bajo cero. Su coste se estima en m¨¢s de un mill¨®n de euros.
Asimismo, explica Joan Miquel Piera, del departamento de Telecomunicaciones de la UAB y responsable de las simulaciones inform¨¢ticas que han permitido caracterizar el salto, Garc¨ªa deber¨¢ vestir un traje presurizado que le permita soportar, adem¨¢s, la enorme velocidad. El modelo que mejor parece adaptarse es el de los astronautas rusos, que podr¨ªa modificarse para hacerlo m¨¢s flexible. El traje suma otro mill¨®n de euros.
Con ambas cuestiones ya definidas, s¨®lo falta por determinar las condiciones del salto. La mejor posici¨®n, seg¨²n las simulaciones, es sentado. As¨ª deber¨ªa permanecer hasta tirar de la anilla del paraca¨ªdas de frenada, a unos cuatro kil¨®metros del suelo. Mientras vaya descendiendo, m¨²ltiples sensores dar¨¢n cuenta de su ritmo cardiaco y respiratorio, as¨ª como de la respuesta del sistema hormonal. Con ello se espera poder comprobar si el organismo humano resiste en esas condiciones. Siempre y cuando, claro est¨¢, Garc¨ªa consiga contarlo. ?l est¨¢ seguro de conseguirlo: 'No estoy loco', repite.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.