Jospin recibe un ba?o de 'ketchup' en su ¨²ltimo mitin
El primer ministro augura una crisis a la italiana si gana el presidente
'Si estoy en la segunda vuelta...'. Lionel Jospin, candidato socialista a la presidencia, emple¨® ayer esta frase durante una entrevista, aunque aclar¨® que lo hac¨ªa por 'respeto' al voto de los electores. Para la primera vuelta de las presidenciales, que se celebra el domingo, las intenciones de voto a Jospin caen al 18% (lleg¨® a tener un 22%), seg¨²n los dos sondeos m¨¢s recientes, y las de Chirac al 20%-18,5% (lleg¨® a tener 23%). Jospin blandi¨® el argumento de 'una crisis a la italiana' si Chirac es reelegido en la segunda votaci¨®n, el 5 de mayo.
Diecis¨¦is aspirantes se disputan las primarias, pero la ley s¨®lo permite que pasen a la final los dos m¨¢s votados. El desplome del d¨²o esperado -Chirac/Jospin- alimenta las esperanzas del l¨ªder ultraderechista Jean-Marie Le Pen (13%) de pasar a la segunda vuelta, mientras la trotskista Arlette Laguiller (8-9%) habla de 'construir un nuevo partido comunista'. En la franja del 6% se sit¨²an el republicano Jean-Pierre Chev¨¨nement, el centrista Fran?ois Bayrou, el ecologista No?l Mam¨¨re y el comunista Robert Hue.
Con el tono profesoral de siempre, Jospin habl¨® ayer largamente de crisis. Esto es lo que pasar¨¢ en Francia en caso de que Chirac sea reelegido el 5 de mayo, seg¨²n ¨¦l. Evoc¨® la huelga general celebrada en Italia contra el Gobierno de Silvio Berlusconi y los enormes paros y manifestaciones de 1995 frente al Gobierno conservador de Alain Jupp¨¦, designado por Chirac. El presidente minimiz¨® ayer estos ataques calific¨¢ndolos de meras palabras de campa?a electoral.
'Al cabo de dos a?os', record¨® Jospin, 'el Gobierno que ¨¦l [Chirac] hab¨ªa nombrado tuvo que detenerse, el presidente disolvi¨® [la Asamblea Nacional] y, desde entonces, nosotros hemos tenido la responsabilidad del pa¨ªs'. El corolorario de su discurso es claro: el Gobierno de izquierda ha logrado enderezar el rumbo y arbitrar entre los diferentes conflictos; pero si el electorado no le renueva su confianza, vayan at¨¢ndose los cinturones porque viene la tormenta.
Cr¨ªticas de los extremos
La candidata de Lucha Obrera, Arlette Laguiller, se muestra muy poco sensible a tales consideraciones. '?Qu¨¦ ha hecho el Gobierno de izquierda contra los despidos colectivos? ?Nada!', se pregunt¨® y respondi¨® en un mitin en Rennes. Anunci¨® que su partido presentar¨¢ candidatos en las 550 circunscripciones de las pr¨®ximas legislativas y expuso algunos de sus prop¨®sitos -'expropiaci¨®n del gran capital'- antes de cerrar la reuni¨®n con el canto de La Internacional, apenas seguido, porque la mayor¨ªa de los asistentes ignoraba la letra del himno revolucionario. Laguiller obtiene su mejor intenci¨®n de voto en electores de 25 a 35 a?os.
Pero el m¨¢s animado de todos es el ultraderechista Jean-Marie Le Pen, plet¨®rico en este su '¨²ltimo combate'. 'El domingo habr¨¢ grandes sorpresas', augur¨® el martes en Marsella, donde llam¨® a rebato a 'los pied noir, a los patriotas, a los trabajadores franceses', antes de martillear que 'el pleno empleo es imposible por culpa de los inmigrantes' y que 'toda la miseria del mundo pretende venir a nuestra casa'. Adem¨¢s, se mof¨® de Chirac por haber 'descubierto', en esta campa?a, el problema de la inseguridad ciudadana. Cada vez est¨¢ m¨¢s claro que la victoria final de Jacques Chirac depender¨¢ del voto de extrema derecha.
El retablo de las primeras elecciones francesas del siglo XXI no puede ser m¨¢s rico en paradojas. Tanto los candidatos 'del sistema' (Chirac y Jospin) como los del 'voto de protesta' (Le Pen, Laguiller) y Jean-Pierre Chev¨¨nement son los mismos protagonistas del ¨²ltimo cuarto del siglo XX. Con la diferencia de que el sistema de alternancia entre neogaullistas y socialistas da s¨ªntomas de cansancio y permite una multiplicidad de peque?as opciones.
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