Cuarenta a?os ense?ando a 'bien vivir'
La periodista Amelia Castilla publica 'Memoria de un colegio', un retrato sociol¨®gico y educativo a trav¨¦s del centro Estilo
Eran a?os inh¨®spitos, tiempos pasados ('horribles, es mentira que cualquier tiempo pasado fue mejor, antes todo el mundo ten¨ªa saba?ones y ahora no los tiene nadie', dice Rafael Azcona), que con tanta crudeza e iron¨ªa quedaron para siempre retratados en Pl¨¢cido (1960) o en El verdugo (1963), pel¨ªculas magistrales que escribi¨® el propio Azcona y dirigi¨® Luis Garc¨ªa Berlanga. O como en aquella de Juan Antonio Bardem, Nunca pasa nada (1963). Pues s¨ª que pasaban cosas.
Hace 42 a?os, en medio de ese erial nac¨ªa en plena colonia de El Viso, en la calle de Serrano, el colegio Estilo, heredero en su filosof¨ªa y en su manera de ver la vida de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza. Los ilustrados y los progres madrile?os llevaron all¨ª a sus hijos, y ¨¦stos llevan a los nietos de aqu¨¦llos: Rafael Azcona, Carlos Saura, Juan Antonio Bardem, Luis Garc¨ªa Berlanga, Adolfo Marsillach, Fernando Rey... Ayer, la publicaci¨®n del libro Memoria de un colegio (Biblioteca Nueva), de la periodista de EL PA?S Amelia Castilla, reuni¨® por primera vez, en la Fundaci¨®n Ortega y Gasset, a muchos padres, alumnos, amigos y devotos del colegio.
Azcona estaba particularmente sentimental. 'Hoy por primera vez le he dicho a mi mujer que me quer¨ªa retirar'. Pero ?por qu¨¦? 'A ¨¦ste vengo encantado, pero los saraos no me van'. Bueno, pues all¨ª estaba, ocurrente y amable para decir que el libro es 'muy oportuno' y para contar que mucho antes de nacer su primer hijo, en 1965, ¨¦l y su mujer, ambos laicos, ya ten¨ªan claro que sus hijos ir¨ªan 'al colegio de Josefina '. 'No quer¨ªa una educaci¨®n siniestra como la m¨ªa. Fui en Logro?o a los Escolapios y aprender, aprend¨ª poco, pero miedo, todo. Se me ponen los pelos de punta, no hab¨ªa m¨¢s que misas y rosarios. Me preparaban para bien morir y yo quer¨ªa que a mis hijos les prepararan para bien vivir'.
Los resultados, magn¨ªficos, juzg¨® el padre. Un punto orgulloso aclar¨® que su hijo trabaja en M¨¦xico y su hija en Nueva York, 'y todo viene de la base de este colegio, porque aprender, aprend¨ªan. Como no estaba reconocido oficialmente, los alumnos ten¨ªan que examinarse de todas las asignaturas en centros oficiales, y aprobaban muy bien'.
Para hablar de buenos resultados estaba tambi¨¦n el director deportivo del Real Madrid, Jorge Valdano. 'Llevarlos a Estilo es de las cosas mejores que he dado a mis hijos. Como yo no he tenido mucho tiempo para estar con ellos, los delegu¨¦ en Josefina, que ha construido exactamente los hijos que yo quer¨ªa. Buscaba que recibiesen mensajes parecidos a los que recib¨ªan en casa'. ?Como cu¨¢les? 'Bueno', sonri¨®, 'los que llamamos progresistas'.
El colegio Estilo naci¨® como una isla en 1959. Josefina Aldecoa, licenciada en Filosof¨ªa y Letras y doctora en Pedagog¨ªa, reci¨¦n casada con el escritor Ignacio Aldecoa, lo fund¨® junto a una amiga, Rosario Correa, que lo dej¨® a los tres a?os por cuestiones personales. Tenaz y voluntariosa, Aldecoa continu¨® sola al frente del colegio, que ahora acoge a 250 alumnos, desde primaria a 2? de ESO. Parad¨®jicamente, ese centro moderno, libre y europe¨ªsta no fue nunca clausurado, a pesar de que sus principios procediesen de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza, perseguida y prohibida por el franquismo. 'Es que transmitir una filosof¨ªa de la vida apenas se notaba', cont¨® ayer Aldecoa, 'no te van a meter en la c¨¢rcel por eso. Ten¨ªamos nuestras ideas, pero era un colegio peque?o y no era ninguna muestra de esc¨¢ndalo'.
La directora, frente a los t¨¦tricos y siniestros despachos de la mayor¨ªa de los directores al uso, recib¨ªa a los alumnos en un espacio luminoso, que irradiaba paz y tranquilidad. Lo desvel¨® el productor Carlos Saura Medrano, hijo mayor del cineasta, a quien por su cara de buen chico le toc¨® hacer de intermediario varias veces. Y habl¨® de las relaciones con sus compa?eras de clase, porque Estilo era mixto, otra rareza en esos a?os. 'Al grito de '?Razia, Razia!', sal¨ªamos los chicos de estampida por el pasillo hacia una de las clases en las que se encontraban algunas de las macizas de cursos inferiores. Entr¨¢bamos y secuestr¨¢bamos a una de ellas, que era llevada entre gritos hasta el centro de nuestra clase. La dej¨¢bamos en el suelo mientras nosotros nos sent¨¢bamos en actitud inocente. La idea era que alguna profesora viniera aterrorizada y se encontrara a una pobre chica desgre?ada en el suelo. Al principio la bronca reca¨ªa en la mujer, pero enseguida se dieron cuenta y los que nos qued¨¢bamos sin recreo ¨¦ramos nosotros'.
Josefina Aldecoa le cont¨® hace alg¨²n tiempo tantas an¨¦cdotas a Amelia Castilla (a quien conoc¨ªa porque sus dos hijos estudian en Estilo) que la autora quiso reunirlas en el libro Memoria de un colegio, y a la vez trazar un recorrido sociol¨®gico y educativo del siglo XX. 'Es una historia oral, contada a trav¨¦s de los protagonistas, de alumnos, profesores, padres y la directora', explic¨® la periodista. 'Uno de los m¨¦ritos de Estilo era su educaci¨®n liberal, basada en el desarrollo del razonamiento y no en la memoria, y en el respeto a todo tipo de ideolog¨ªas. La prueba es que un hijo de Adolfo Su¨¢rez compart¨ªa pupitre con una hija de Alfonso Sastre y Eva Forest [acusada de colaborar con ETA] cuando se produjo el atentado contra el almirante Carrero Blanco en 1973'.
Un d¨ªa, Adolfo Marsillach, en los ¨²ltimos tiempos de su enfermedad, pas¨® discretamente por Estilo y entreg¨® el pr¨®logo del libro. En ¨¦l dice: 'Estilo era un lugar en donde proteger a nuestros hijos de las correosas ense?anzas de los curas, un espacio libre para respirar. Un refugio'.
C¨®mo estudiar sin libros
Qu¨¦ sinsentido para quienes no lo hayan conocido, eso de estudiar sin libros. Estaban ayer para contarlo algunos de los alumnos de Estilo, que acudieron a la presentaci¨®n de Memorias de un colegio en la Fundaci¨®n Ortega y Gasset. Carlota ya ha acabado su ciclo en Estilo. Tiene 13 a?os y desde los 2 estudi¨® en ese colegio tan especial. 'Estaba a gusto y nunca me plante¨¦ cambiarme', dice. Estilo le parec¨ªa especial porque no estudiaban con libros. 'Ten¨ªamos cuadernos, que ten¨ªan que ser de 16 anillas, y en ellos hac¨ªamos nuestros propios libros a partir de las explicaciones del profesor. En 5? ya nos daban un libro de Matem¨¢ticas, y en la ESO, de todas las asignaturas'. Guillermo, que en cuanto la ve le da un par de besos, fue compa?ero de clase y amigo. El recuerdo que tiene del colegio es que era 'muy liberal, sin reglas fijas'. 'Y eran muy cari?osos con nosotros, todo lo que no son en otros colegios'. Guillermo a?ade otra diferencia fundamental: 'Empez¨® cuando Franco y era antifranquista, y eso, ahora que estoy fuera, s¨¦ valorarlo mucho'. Los padres destacaron una cualidad que parece imposible para un colegio: sus hijos van encantados.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.