El ascenso est¨¢ servido

El Atl¨¦tico sali¨® ayer indemne y m¨¢s l¨ªder, si cabe, de El Ejido, donde alcanz¨® una victoria que pone su ascenso a tiro de una semana. Si los resultados de hoy y los que se produzcan en la pr¨®xima jornada le acompa?asen, podr¨ªa estar de nuevo en Primera el pr¨®ximo domingo.

La primera figura que se elev¨® sobre el resto, pese a lo trabado que result¨® el partido, fue la de Fernando Torres, que acept¨® el reto y se faj¨® con los centrales del cuadro andaluz. Recibi¨® de espaldas y en unas cuantas acciones supo controlar y dar sentido a la jugada. Pero, poco antes del descanso, Luis Aragon¨¦s decidi¨® que necesitaba m¨¢s m¨²sculo y le mand¨® a la ducha tras un entrad¨®n de ?ngel Rodr¨ªguez que le dej¨® cojeando durante unos minutos. Ya recuperado, vio la cartulina con el 9, su n¨²mero, y se march¨® al vestuario jurando en arameo.

Gan¨® el Atl¨¦tico ante el mejor equipo de la segunda vuelta, el Poli Ejido, un conjunto que lo fia todo a la entereza de su defensa, a la que le sobra contundencia y le falta cintura. El Ejido se empez¨® a despedir de la victoria cuando el ¨¢rbitro consider¨® que aquella pugna entre Urbano y Diego Alonso, tras la que el uruguayo cay¨® al piso, bien pod¨ªa ser definida como penalti. Ejecutado ¨¦ste, el Poli se llen¨® de dudas, lo que no aprovech¨® el Atl¨¦tico, m¨¢s pendiente del cuerpo a cuerpo que de otros menesteres.

En la segunda mitad el cuadro andaluz elev¨® el tono y Aragon¨¦s movi¨® sus piezas para evitar que tanto empuje, aunque hu¨¦rfano de remate, diera alg¨²n fruto.

El Atl¨¦tico pudo sentenciar y Movilla mand¨® el bal¨®n al palo, pero se qued¨® sin aire. Fue entonces cuando su rival meti¨® gas al partido y se fue descaradamente al ataque. Patri estrell¨® un disparo en el poste y, poco despu¨¦s, el Atl¨¦tico se defendi¨® de manera grotesca, con especial menci¨®n a Burgos, ante un centro que Bordi mand¨® dentro.

El jolgorio le dur¨® al Ejido m¨¢s rato del debido. Porque, tres minutos despu¨¦s de la celebraci¨®n, se olvid¨® de presionar, dej¨® que el Atl¨¦tico progresara por la derecha y desde all¨ª Jes¨²s mand¨® una comba que Correa cabece¨® en solitario, picando el bal¨®n, junto a un poste.

Ser¨ªa cuesti¨®n de pegada, de jerarqu¨ªa o de que, esta vez, los rojiblancos no se mostraron dispuestos a posponer m¨¢s lo inevitable, el ascenso, que en siete d¨ªas puede llegar para poner fin a los dos a?os m¨¢s dram¨¢ticos de la historia del club.