Don Guido
A Antonio Machado hay que volver siempre. Y, por supuesto, no s¨®lo a sus poemas sino tambi¨¦n a estas prosas suyas tan cargadas de enjundia, de sabidur¨ªa, de cosas para hoy. Prosas como, por ejemplo, la nota necrol¨®gica dedicada a Francisco Giner de los R¨ªos, fallecido en 1915, y que complementa la famosa eleg¨ªa al amado maestro compuesta por el poeta en las mismas fechas. Para Machado, el ronde?o Giner, fundador de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza -libre, denodadamente, de interferencias eclesi¨¢sticas y libre en su b¨²squeda de nuevas pautas educativas- representaba por antonomasia al andaluz aut¨¦ntico. 'Como todos los grandes andaluces -escribe Machado- era don Francisco la viva ant¨ªtesis del andaluz de pandereta, del andaluz mueble, jactancioso, hiperbolizante y amigo de lo que brilla y lo que truena'.
Releyendo la nota, ?c¨®mo no recordar una eleg¨ªa machadiana de muy diferente signo, el sat¨ªrico y burlesco Llanto de las virtudes y coplas por la muerte de don Guido, con su protagonista que parece la vera efigie del andaluz despreciado por Giner?
Cuando se public¨® el poema en la primera edici¨®n de las Poes¨ªas completas (1917) -editada en la Residencia de Estudiantes por otro andaluz de pro, esta vez malague?o, Alberto Jim¨¦nez Fraud-, su t¨ªtulo, de tan evidente reminiscencia manrique?a, sirvi¨® sin duda para despistar a m¨¢s de un lector. Poco durar¨ªa el peque?o enga?o. Dudo que jam¨¢s se haya dirigido contra la Sevilla meapilas e hip¨®crita un ataque po¨¦tico a la vez tan acerbo, tan acertado y tan demoledor.
El poema se hizo famoso y actual en la Espa?a de Franco gracias al disco de Joan Manuel Serrat, Dedicado a Antonio Machado, Poeta, lanzado, no sin problemas con la censura, en 1969. La versi¨®n de Serrat era jocosa y debidamente ir¨®nica, pero tal vez el cantante no le sac¨® a los versos todo su jugo. Hoy, casi treinta y cinco a?os despu¨¦s, Calixto S¨¢nchez acaba de brindarnos, con su disco Antonio Machado, retrato flamenco (Pasarela), una interpretaci¨®n alucinante de la misma composici¨®n en versi¨®n chuflas-buler¨ªas. Interpretaci¨®n hilarante al m¨¢ximo, recitada m¨¢s que cantada en su primera parte, con un coro de jaleadores muy en su punto. S¨¢nchez s¨ª saca todo su jugo al poema de Machado. He aqu¨ª un don Guido clavado, inolvidable. Adem¨¢s el cantaor vocaliza estupendamente y no se pierde una palabra.
Don Guido, el anti-Giner, ?est¨¢ basado en alg¨²n personaje conocido del poeta? No lo s¨¦. De lo que s¨ª podemos estar seguros es de que, antes de tener que abandonar Sevilla a los ocho a?os, camino de Madrid y de la Instituci¨®n Libre, tanto el padre del poeta como su abuelo paterno -fabuloso personaje merecedor de una biograf¨ªa- se encargar¨ªan de insuflarle unas dosis de sano jacobinismo. Nunca ser¨ªa don Antonio amigo de blasones repintados, santas cofrad¨ªas, alamares, sedas, oros y humos de altares. Pero quiero creer que no estaba ajeno a saborear de vez en cuando -como su v¨ªctima en este 'llanto'- una copa de reconfortante manzanilla.
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