El socialismo franc¨¦s queda a la deriva

Noqueada por la derrota electoral del domingo y por la renuncia de su l¨ªder, Lionel Jospin, la direcci¨®n del Partido Socialista decidi¨® ayer apoyar la candidatura de Jacques Chirac para la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, a quien votar¨¢n 'con la nariz tapada', seg¨²n expresi¨®n de algunos de los militantes api?ados ante la sede del partido. La crisis de liderazgo en ciernes se resuelve, de momento, con el primer secretario del partido, Fran?ois Hollande, quien se encargar¨¢ de conducir la campa?a para las elecciones legislativas de junio.

Hollande, de 48 a?os, es el primer secretario del Partido Socialista y la mano derecha del hasta ahora primer ministro, Lionel Jospin. Su nombre se evocaba como uno de los posibles jefes de Gobierno que Jospin habr¨ªa designado en caso de ser elegido presidente de la Rep¨²blica, pero el drama del domingo le sit¨²a en el papel de sucesor, a la espera del resultado que deparen las legislativas. La soluci¨®n evita la apertura de una crisis de poder en un partido que puede tener otros leg¨ªtimos aspirantes a la reconstrucci¨®n del socialismo, como el ex ministro Dominique Strauss-Kahn, uno de los dos portavoces electorales que ha tenido Jospin.

Los seguidores de Chev¨¨nement votar¨¢n a Chirac 'como instinto republicano espont¨¢neo'

Este ¨²ltimo visit¨® ayer a la direcci¨®n socialista para despedirse y confirmar su decisi¨®n irrevocable de abandonar la vida pol¨ªtica. ?l hab¨ªa dejado muy claro que ir¨ªa 'al El¨ªseo o a la isla de R¨¦', en alusi¨®n al lugar de la costa atl¨¢ntica donde dispone de una casa, hasta ahora de vacaciones y tal vez pronto su residencia habitual. Hace m¨¢s de dos meses, el propio Hollande ten¨ªa muy claro que Jospin pondr¨ªa fin a su vida pol¨ªtica en caso de derrota frente a Chirac: no digamos nada ahora, que muere pol¨ªticamente a manos de Le Pen.

Los asistentes a la reuni¨®n explicaron que Jospin reprocha a una parte de los franceses haberse olvidado del trabajo realizado durante los ¨²ltimos cinco a?os. Hay una clara incomprensi¨®n entre los votantes y la c¨²pula del Partido Socialista, pero tambi¨¦n el reconocimiento de haber subestimado las necesidades de la sociedad francesa en materia de orden.

Hombre de principios, Jospin se retir¨® antes de que la direcci¨®n del partido tomara sus primeras decisiones para las pr¨®ximas semanas, dando definitivamente por concluida su vida como dirigente socialista, aunque aclar¨® que seguir¨¢ siendo 'un militante'.

'Por supuesto, Chirac es nuestro adversario en el terreno de la democracia', explic¨® Hollande, 'pero Jean-Marie Le Pen es un peligro para la Rep¨²blica. Por eso, nuestra elecci¨®n ser¨¢ forzosamente la de la Rep¨²blica. Hay que votar contra Le Pen y, por lo tanto, no queda m¨¢s alternativa que votar forzosamente por el candidato que queda. Entre Le Pen y Chirac, nosotros votaremos por Chirac'.

Todo ello sin dejar de insistir en que no se trata de un voto de adhesi¨®n: 'Continuar¨¦ diciendo que su balance es el m¨¢s mediocre de la V Rep¨²blica, que tiene una responsabilidad muy grave en el debilitamiento del Estado y que ha hecho campa?a sobre la cuesti¨®n de la inseguridad, que ha dado mayor espacio a la extrema derecha', argument¨® el dirigente socialista.

El segundo problema pendiente es la reconstrucci¨®n de la izquierda plural, el invento estrat¨¦gico con el que Jospin gobern¨® durante cinco a?os. En esa alianza estaban el Partido Comunista, afectado por la grav¨ªsima derrota sufrida -su candidato, Robert Hue, cay¨® del 8% al 3% de los votos, desde la presidencial de 1995 a la del domingo pasado-, Los Verdes -con un resultado, 5,2%, mejor que el de la presidencial anterior-, el Partido Radical de Izquierda y el grupo pol¨ªtico organizado por Jean-Pierre Chev¨¨nement. Uno de sus colaboradores, el intelectual Max Gallo, rechaz¨® ayer 'toda responsabilidad' de Chev¨¨nement en la derrota de Jospin y devolvi¨® la pelota al tejado de los partidos de izquierda que le apoyaban: no anticip¨® nada respecto al futuro, pero se limit¨® a asegurar que su grupo 'votar¨¢ por Chirac sin dudarlo, sin la sombra incluso de una reflexi¨®n, como un instinto republicano espont¨¢neo'.

Por su parte, la direcci¨®n de Los Verdes discuti¨® muy poco antes de decidirse a 'votar a Jacques Chirac' en la segunda vuelta. El grupo ecologista se suma al deseo de 'movilizaci¨®n de las fuerzas de izquierda' en las pr¨®ximas elecciones legislativas y critica a Chev¨¨nement como 'aprendiz de brujo'.