'Jospin es el responsable del empuje de la ultraderecha'
Jacques Chirac provoc¨® muchas protestas en su campo pol¨ªtico con el nombramiento de Roselyne Bachelot como portavoz de la campa?a. Una mujer que hab¨ªa votado a favor de la ley de las parejas de hecho, que apoya la ampliaci¨®n de las causas de aborto legal y que desea una profunda descentralizaci¨®n de la Francia jacobina no representa, ciertamente, a la derecha de toda la vida. Pero es el s¨ªmbolo de ese intento de apertura y modernizaci¨®n que haga posible el sue?o de algunos l¨ªderes chiraquistas: un partido tan grande y tan f¨¦rreo como el de Aznar, sin ir m¨¢s lejos.
Pregunta. ?Hay demasiadas candidaturas en estas elecciones?
Respuesta. Tenemos una oferta pol¨ªtica considerable en comparaci¨®n con otras grandes democracias, en que el debate se centra en dos o tres grandes opciones. Estamos en un periodo de mutaci¨®n ideol¨®gica importante, puesto que Francia es el pa¨ªs en el que la izquierda ha abandonado el marxismo hace menos tiempo. Jospin ha sido trostkista hasta ¨¦pocas relativamente recientes. Su acercamiento posterior a la socialdemocracia ha desconcertado a su electorado, que ha perdido sus referencias ideol¨®gicas.
'El proceso unitario de la derecha no puede ser s¨®lo de coalici¨®n, sino de renovaci¨®n'
P. A la derecha hay mucha demanda de uni¨®n, pero no ha funcionado.
R. En la derecha no hay mutaci¨®n ideol¨®gica, sino estrat¨¦gica. No tenemos un gran partido conservador como en otras democracias, pero la modernizaci¨®n de la derecha hacia un partido ¨²nico se encuentra en gestaci¨®n.
P. En Francia pesa mucho el voto del electorado senior, pero tambi¨¦n hay problemas con una juventud en parte mal integrada, y son muy fuertes las corrientes antiglobalizaci¨®n. ?C¨®mo gestionar todo esto con ideas liberales?
R. Para gestionar todo eso necesitamos m¨¢s Europa, m¨¢s descentralizaci¨®n y cambios de m¨¦todo. Los j¨®venes, por ejemplo, se interesan por Europa, pero Europa no se interesa por ellos: les tienen en m¨¢s cuenta como consumidores que como ciudadanos. Y nuestra descentralizaci¨®n en nada puede compararse a la de otros pa¨ªses. En funci¨®n de mi cargo en la regi¨®n del Loira, recuerdo haber viajado a Andaluc¨ªa para un proyecto en que particip¨¢bamos las dos regiones y resulta que el presupuesto que yo ten¨ªa era rid¨ªculo comparado con el equivalente en Andaluc¨ªa. Sin llegar a esa descentralizaci¨®n masiva de Espa?a, que corresponde a su historia m¨¢s que a la nuestra, hay mucho que hacer para convertir en realidad la democracia de proximidad.
P. ?Unir a la derecha es la tarea pendiente de Chirac?
R. El proceso unitario de la derecha no puede ser s¨®lo de coalici¨®n, sino de renovaci¨®n: si se limita a yuxtaponer las personas, sin renovar profundamente sus m¨¦todos, el proceso de unidad ser¨¢ est¨¦ril. Creo que ¨¦se es el sentido que Chirac quiso dar a mi designaci¨®n: unos y otros tienen que escucharse, una fuerza pol¨ªtica no puede ser un cuartel en el que cada uno se limita a marcar el paso.
P. Chirac podr¨ªa perder la elecci¨®n, en beneficio de Jospin.
R. Si Jospin fuera elegido presidente de la Rep¨²blica ser¨ªa prisionero de una mayor¨ªa plural muy dividida, en gran parte antieuropea. Chirac es mucho m¨¢s europeo. En materia de descentralizaci¨®n, uno y otro har¨¢n cosas. Y en cuanto a la modernizaci¨®n pol¨ªtica, el camino quedar¨¢ abierto delante de nosotros.
P. ?Le preocupa el empuje de Le Pen?
R. Jospin es responsable de esto. Su fracaso en el control de la inseguridad ciudadana ha sido claro. La violencia ha explotado y hay una crispaci¨®n de los electores sobre la negaci¨®n misma de la importancia del problema.
P. Pero Le Pen existe pol¨ªticamente desde hace m¨¢s de 20 a?os.
R. La izquierda ha estado en el poder casi todo ese tiempo.
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