Prisi¨®n y multa al due?o de Sotheby's

'Nadie est¨¢ por encima de la ley, pese a lo alto que haya conseguido llegar en la vida'. Con esta frase lapidaria, un juez de Nueva York conden¨® ayer a un a?o de prisi¨®n y una multa de 7 millones y medio de d¨®lares (8,5 millones de euros) al que fuera uno de los hombres m¨¢s poderosos del negocio del arte, Alfred Taubman, ex presidente y todav¨ªa due?o mayoritario de la casa de subastas Sotheby's. A principios del pasado diciembre, Taubman fue declarado culpable de conspirar con su rival Christie's para ama?ar los precios de sus operaciones durante seis a?os (de 1993 a 1999).

'?ste no es crimen motivado por la desesperaci¨®n o la necesidad, sino por la arrogancia y la codicia. Lo arriesg¨® todo', dijo el juez George Daniels. Argument¨® que la edad del acusado, 78 a?os, y la magnificencia de sus obras caritativas hab¨ªan contribuido a reducir la sentencia de tres a?os que hab¨ªa pedido la fiscal¨ªa. Cuando el juez le pregunt¨® si ten¨ªa algo que decir, Taubman, l¨ªvido, se limit¨® a contestar: 'No, su Se?or¨ªa; gracias'. Parec¨ªa el cap¨ªtulo final de la Hoguera de las vanidades.

El propietario de la casa de subastas, acusado de timar casi 48 millones de d¨®lares a sus clientes

El jefe de Sotheby's ha sido acusado de cobrar a sus clientes 43,8 millones de d¨®lares de m¨¢s en comisiones. El otro implicado en el caso, el brit¨¢nico Anthony Tennant, ex responsable de Christie's, est¨¢ tranquilamente en Londres. Ya ha declarado que no piensa personarse en el juicio y tampoco puede ser extraditado porque la justicia inglesa no considera que la naturaleza de su delito justifique su comparecencia ante los tribunales de Estados Unidos.

'La que fuera brillante reputaci¨®n del se?or Taubman, que le cost¨® d¨¦cadas de incre¨ªble trabajo y grandes cualidades humanas, ha sido literalmente reducida a pedazos en una noche. La humillaci¨®n que ha padecido es dif¨ªcilmente descriptible', escrib¨ªa uno de sus abogados antes de la sentencia. No pocos nombres salieron en su defensa: el ex presidente Gerald Ford, la reina Noor de Jordania y el antiguo secretario de Estado Henry Kissinger escribieron cartas pidiendo la magnanimidad del juez.

Pero la ca¨ªda ha sido dura, r¨¢pida e implacable. Taubman es un hombre hecho a s¨ª mismo. Hijo de un modesto contratista de Michigan, hizo su fortuna primero construyendo gasolineras y luego comprando centros comerciales. Adquiri¨® Sotheby's en 1983 y se convirti¨® en uno de los pilares de la sociedad neoyorquina.

El caso que le ha llevado a la c¨¢rcel, no a la ruina, empez¨® hace casi dos a?os con la denuncia de cientos de clientes. Sotheby's, que, con Christie's, domina el 90% del mercado del arte, parec¨ªa intocable. Pero las cosas se precipitaron, Taubman y su fiel ayudante, Diane, Dede, Brooks, tuvieron que dimitir. Poco despu¨¦s, Brooks, que ser¨¢ sentenciada la semana que viene, decidi¨® colaborar con la polic¨ªa y sacar todos los trapos sucios.

Revel¨® que, bajo las ¨®rdenes de Taubman, hab¨ªa personalmente pactado con el n¨²mero dos de Christie's, Christopher Dandridge, en el transcurso de varias entrevistas secretas -algunas en lujosos hoteles, otras en aparcamientos de aeropuertos-, subir sus precios casi simult¨¢neamente, aprovechando su situaci¨®n de monopolio, tras la fachada de una competencia ficticia. Tambi¨¦n compart¨ªan una lista de clientes preferenciales.

M¨¢s que las cifras, el juicio puso cara a cara al que fuera t¨¢ndem m¨¢s poderoso del negocio. Brooks decidi¨® denunciar a su ex jefe y cooperar con la fiscal¨ªa cuando se dio cuenta de que Taubman no pensaba ayudarla. 'No te portes como una ni?a', habr¨ªa dicho en una ocasi¨®n cuando las cosas empezaron a ponerse calientes. El fiscal describi¨® al due?o de Christie's como un presidente m¨¢s preocupado por su almuerzo que por sus negocios.

Con la definitiva ca¨ªda de Taubman se abre una crisis en Sotheby's. Despu¨¦s de vender obras de Renoir y Matisse, la hist¨®rica casa, a sus 257 a?os, espera ahora su propia subasta. Sus directivos han esperado la sentencia para ponerla en el mercado. Se barajan los nombres de Bernard Arnault, el presidente del imperio de lujo LVMH, o la p¨¢gina de subastas por Internet Ebay. Pero con los tiempos que corren, le ser¨¢ dif¨ªcil encontrar un comprador.